‘Bettý’, de Arnaldur Indridason

ELVIRA FERAL.

Arnaldur Indridason (Reykjavik, 1961) es un autor islandés de novela negra al que «no le interesan los crímenes sino el por qué se cometen». La mayoría de sus novelas están protagonizadas por el inspector islandés Erlendur Sveinsson, que creó en 1997, pero a veces se desprende de él y escribe otras historias como es el caso de Bettý. En esta ocasión, el protagonista no es un investigador privado ni un criminal sino un abogado especializado en contratos internacionales.

El epígrafe de Bettý es una frase de El cartero siempre llama dos veces, de James M. Cain. Ambas novelas comparten un argumento similar, están narradas en primera persona por el protagonista, tienen un trío de personajes y un giro sorprendente.

La novela tiene una estructura sencilla, sin subtramas, y un lenguaje directo en el que predominan las frases cortas que en algunos casos se repiten, pero con mesura y musicalidad («Lo peor es el silencio». «Debería haberlo visto venir»). Engancha al lector desde las primeras páginas con un lenguaje sencillo, cortante, y ya percibimos que se avecina entretenimiento. En los diálogos, el personaje protagonista se define claramente («No llevo mal la soledad. Hay gente que parece tener la necesidad de estar siempre con alguien. Yo no soy así. Nunca lo he sido»).

Su protagonista, que está entre rejas, nos lleva del presente al pasado. Está en prisión preventiva y llega a perder la noción del tiempo. («No sé cuántas horas duermo y me da igual saberlo»).

Al llegar a algo más de la mitad de la novela se produce un giro inesperado con el que el lector puede sentirse algo engañado, pero también consciente de sus prejuicios. A partir de ahí la historia empieza a leerse de otra manera.

El personaje de Bettý es una femme fatale que nos recuerda a la Barbara Stanwyck de Perdición o a Joan Bennet en Perversidad. Es una mujer que le hace esta pregunta tan directa al protagonista: «¿Qué harías tú por dinero?». El narrador se enamora de Bettý iniciando una extraña y peligrosa relación. («Bettý era mi amante y con el tiempo se convirtió en mi mejor amiga». «No quería que estuviera con nadie más y menos con Tomás»). Todo cambia en la relación cuando ella le dice: «¿Y si le sucediera algo?» Y así comienza un camino que le lleva a un callejón sin salida.

El trío protagonista se cierra con Tomas Ottossón Zöega, la pareja de Bettý, un conocido armador, que le pide asesoramiento jurídico al protagonista en relación con la adquisición de unas compañías pesqueras británicas y alemanas.

Bettý es un thriller a la americana, así lo ha reconocido el propio autor. Quería recordar la atmósfera de Chandler o Hammett y lo ha conseguido. Algo nada fácil, ya que ambos autores son los padres de la novela negra. En Bettý hay maldad, celos, pasión, y por supuesto, crimen, pero no hay violencia.

Periodista y crítico de cine, Arnaldur Indridason es el autor más conocido de las letras islandesas. Sus obras han vendido más de 15 millones de ejemplares y han sido traducidas a más de cuarenta idiomas. Con Las Marismas ganó el Premio de la Crítica Francesa a la Mejor Novela Negra y con Pasaje de las Sombras obtuvo el Premio RBA de Novela Negra 2013.

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