“Upon Entry»: Agobio, thriller y drama comprimidos en 70 minutos”
Por Judith Mata.
Encontrar una casa, un país que te acoja y donde puedas formar tu familia. Dejarlo todo e iniciar una nueva vida para huir de la antigua. Suena fácil para alguien con dinero. Este argumento es el que nos desenmascara Upon Entry. Un thriller trepidante, rápido, conciso y que no está para rodeos. Muestra la otra cara B de la emigración, sin la necesidad de traspasar muros o esconderse en camiones, pasar por las oficinas tampoco es un camino fácil.
Los dos ganadores de un Goya, Alberto Ammann y Bruna Cusí, dan vida a una pareja que se lanza a la piscina mudándose a Estados Unidos. Todos los papeles en regla y ordenados. Sin embargo, al llegar al aeropuerto americano, algo no funciona bien. En las oficinas empieza un largo y arduo interrogatorio que saca poco a poco las verdades y mentiras que envuelven a los personajes.
La premeditación del guion y la puesta en escena hacen que el espectador se enganche a la pantalla, pues se sabe bien poco desde el inicio del film y va apareciendo información a cuentagotas. Además, los espacios donde ocurre la acción siempre son cerrados, claustrofóbicos y agobiantes. Esto, junto con el ritmo rápido del montaje, hacen que los 70 minutos de duración pasen en un santiamén. Se presenta una premisa al inicio del film que a lo largo de la trama va tomando sentido, formando y deformándose a medida que se conoce más de los personajes. Como si se tratara de un escape room, siempre intentando descifrar las verdades y mentiras que salen a la luz para descubrir quién dice qué.
Además, la película juega con el punto de vista del espectador, posicionándolo en diferentes lugares a lo largo del film. De esta forma, controla la información que sabemos, qué debemos pensar en todo momento juzgando lo poco que se nos ha mostrado. Cabe destacar en este sentido, el minucioso trabajo de creación de personajes. Con un pasado y un presente que da el impulso para la premisa del film y creando un problema moral de larga discusión sobre la inmigración y los papeles. Aunque el film no se moja en este sentido, sino que más bien tira la piedra y esconde la mano.
Upon Entry es una de esas joyas que han caído dentro del cine español y que no debería pasarse por alto. Sencilla y directa, pero con una minuciosidad que la convierten en un gran film que te engancha de principio a fin sin dar un respiro al espectador. Un thriller psicológico que tiene las cosas claras, muy claras y, sin lugar a dudas, una gran grata sorpresa y merecedora de los premios logrados.