Por Guille Ortiz. Mi acmé llegó a los 24 años. Ustedes no tienen por qué saber lo que quiere decir “acmé” y yo no tendría por qué utilizar palabras tan raras pero tanto Madrid-Barça me está afectando demasiado y al fin y al cabo siempre está la Wikipedia para esta...
Victoriana
Por Silvia Herreros de Tejada. El oráculo de hoy adivina melancolía victoriana. ¿Cómo es, exactamente, este tipo de estado vital? Es gris, muy inglés, lánguido, un poco teatrero. Es tener una sonrisa extraña con un punto presuntuoso, como la señorita Havisham. Es...
Byron, la voluntad heroica
Por Samantha Devin. Acabo de terminar Heroica, mi nueva novela. Un reto personal que para mí es un triunfo porque en ella he conseguido expresar con éxito, es decir, con fidelidad y precisión, mi propio ideal heroico, algo que me acompaña desde que puedo recordar y...
Normalización
Por Javier Moreno. Normalización, una palabra que posee diversos matices. Normalización social, normalización psicológica… En todos los casos la idea consiste básicamente en tomar la complejidad de un fenómeno y reducirla por medio de algún método más o menos...
El periodista deportivo
Por Miguel Barrero. No aprendí gran cosa en la Facultad de Periodismo. En el terreno práctico, porque todos los ejercicios a los que tuve que enfrentarme tenían un anclaje mínimo (por no decir inexistente) en aquella realidad que constituía la materia prima de nuestro...
Esto es solo una aproximación
Por Guille Ortiz. Laura dice: “Hay personas que saben seducir pero no han aprendido a dejarse seducir”. Quizás ahí esté la clave de todo el engranaje. La diferencia de ritmos. ¿Y dónde quedo yo en todo esto? Yo, el gran seductor. Yo, el gran incomprendido. Recuerdo...
La estética del francotirador
Por Guille Ortiz. Diego deja la maleta sobre la cama y abre el libro por una página cualquiera. La 114, por ejemplo. Relee: “Cuando me encuentro de repente con el vídeo-clip de una canción ya pasada de moda pero más o menos reciente no puedo evitar pensar: ¿Era feliz...
La nostalgia de Lorca
Por Silvia Campillo. Reconozco que no soy amante de la poesía. Mi problema no es el de los estudiantes norteamericanos que no tienen reparo en admitir que no entienden a Alexander Popeo a Emily Dickinson. Lo mío no es una cuestión de falta de comprensión sino que, por...
Twitter es un bar de borrachos indignados
Por Guille Ortiz. Sinceramente, no me acuerdo de dónde lo dejé. Uno intenta mantener una coherencia y una secuencia más o menos semanal y de repente las programaciones le alejan un mes de sus objetivos, así que pierde su nostalgia adolescente y todas las chicas que...