"Me dan raciocinios en prueba de lo absurda que es la creencia en la inmortalidad del alma; pero esos raciocinios no me hacen mella, pues son razones y nada más que razones, y no es de ellas de lo que se apacienta el corazón. No quiero morirme, no, no quiero ni...
Pompas fúnebres: Ingmar Bergman
Por Hilario J. Rodríguez Nuestros problemas con la memoria tienen más relación con la manera como recordaremos las cosas que con las cosas que recordaremos. Hace unas semanas Ingmar Bergman murió y hoy, mientras comenzamos a olvidar su rostro, otros rostros van ocupando el lugar que hasta hace poco ocupaba él mismo. Ya no somos capaces de verlo, en su retiro voluntario en la isla de Fårö, pero su fantasma nos acompaña en silencio. Con él, vemos cómo los rostros de Alma (Bibi Andersson) y Elizabeth Vogler (Liv Ullmann) se vuelven uno solo en Persona (Manniskoätarna, 1966), quizás para decirnos que cuando nos paramos ante un retrato y notamos en él algún tipo de sentimiento ese sentimiento no le pertenece por completo. Se trata de algo compartido, algo que pertenece también a otras personas. Entonces comprendemos que el retratado puede ser en realidad el retratista, una excusa de este último para reconocerse a sí mismo en otras personas o para depositar en otros lo que no es capaz de asumir como propio.
Simone de Beauvoir: "El segundo sexo"
La filósofa existencialista Simone de Beauvoir publicó "El segundo sexo" en 1949. Inmediatamente se convirtió en un clásico del feminismo, determinando las reflexiones posteriores sobre la sistemática opresión y dominación de la mujer por el hombre a lo largo de la...
Viaje al planeta Almodóvar
Por Hilario J. Rodríguez Gusten o no, las películas de Almodóvar han ayudado a destruir ciertas ideas preconcebidas en el cine español. Su continuo cuestionamiento de la identidad y su espíritu trasgresor han servido para ampliar la percepción que se tiene de nosotros en el extranjero, además de obligarnos a algunos españoles a pensar en las limitaciones que impuso la educación que recibimos, unas limitaciones que tienen menos relación con quiénes somos que con quiénes nos gustaría ser y que también ponen de relieve la necesidad de cuestionar nuestro concepto de cultura.
Observando América: una entrevista con Frederick Wiseman
Por Hilario J. Rodríguez La realidad está mal hecha, rota en pedacitos inconexos a los que sólo las artes consiguen dar una forma definida. Pero esa opción no le interesa a Frederick Wiseman. Él cree que muchas películas «inventan la realidad» o «su propia realidad», cuando lo más lógico consistiría en «inventariarla», buscar «constelaciones de sentido». Como Walter Benjamin o Georges Perec, prefiere trabajar a partir de lo existente, centrando su atención en contextos muy determinados. Utiliza los pronombres dónde, cuándo, qué, cómo y quién, no le interesan los porqués. Su método tiene algo de deriva, también de reporterismo bélico. Nunca se documenta en exceso antes de comenzar un rodaje, para no tener ideas preconcebidas; se conforma con equipos ligeros, de pocas personas, para desplazarse fácilmente.
Jugando con Alicia
Por Hilario J. Rodríguez Es difícil no caer en lo convencional cuando se habla sobre obras tan anti convencionales como Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas. Para evitarlo, quizás sea necesario saber qué quiero y qué puedo decir. No me gustaría interpretarla como una sátira sobre la sociedad victoriana, tampoco como una metáfora sobre la crueldad de los adultos hacia los niños o como un viaje iniciático, lleno de sorpresas y personajes estrafalarios. Todos esos argumentos son, a estas alturas, un tanto obvios y un tanto insuficientes. La novela de Lewis Carroll se ha vuelto inmortal porque va más allá de cualquier posible simplificación, pone en tela de juicio nuestras herramientas cognitivas ante ciertas cosas. De poco vale que utilicemos el psicoanálisis o alguna ley matemática, es una aventura imaginativa que se resiste a entregarnos sus secretos. Pero ése es uno de sus mayores encantos. Más que una historia, es una experiencia.
No te tomes tan en serio: una conversación con John Waters
Por Hilario J. Rodríguez Si -como dice John Waters- «es necesario tener muy buen gusto para llegar a entender el mal gusto», antes de sentirnos gratificados con Pink Flamingos, Desperate Living o Crybaby, el lágrima deberíamos haber sabido apreciar las películas de Alain Resnais, Pier Paolo Pasolini o Philippe Garrel. En otras palabras, primero viene la gallina y luego el huevo. Pero ¿son así de fáciles las cosas? No lo creo. Lo que el cineasta norteamericano quiere decir es que en cuestiones relacionadas con el arte no se pueden abolir fronteras sin haber estudiado previamente el mapa del mundo. Es preciso comenzar sabiendo qué es el arte si uno pretende proponer nuevas definiciones.
Cómo ser Woody Allen y no morir en el intento
Por Hilario J. Rodríguez Si un día me dijesen que Woody Allen prepara una serie de televisión y que no volverá a dirigir cine, no lo lamentaría en absoluto. Al fin y al cabo, ¿cuál es la diferencia entre sus películas y los episodios de Mujeres desesperadas? Prácticamente ninguna. Siempre se pueden apreciar las mismas obsesiones, los mismos personajes, la misma esfera social, los mismos escenarios, los mismos chistes… Reconozco, eso sí, que la reiteración de ciertos elementos es una seña de identidad que comparten las series televisivas y el cine de autor. La rutina y la familiaridad suelen ser los elementos que generan fans más incondicionales.
Nunca digas nunca jamás: James Bond 50 años después
Por Hilario J. Rodríguez Medio siglo de historia en manos de James Bond quizás no hayan servido de mucho para explicarnos cómo ha cambiado el mundo en términos geopolíticos pero han puesto de relieve ciertas cosas sobre la masculinidad, el sadomasoquismo, los parajes exóticos, las artes marciales, la moda, los coches deportivos y, por encima de todo, sobre la industria de los juguetes.