Regalos de empresa en Navidad: una oportunidad de marketing para varios frentes.

Los regalos de empresa son una magnífica oportunidad dentro de la estrategia de marketing ya que permite no solo premiar la fidelidad de un cliente sino, también, generar relaciones con personas externas y mejorar las acciones de branding gracias a la posibilidad de decorar dichos artículos publicitarios con los motivos corporativos de la marca.

En esta ocasión queremos ahondar en las alternativas que nos ofrecen esta clase de productos en una época muy destacada: Navidad.

 

El origen de los regalos de Navidad

Si bien es cierto que hay un aumento considerable del consumo en esta época (y no solo por las tradiciones de Papá Noel y Reyes) la tradición de dar regalos en Navidad se remonta a orígenes muy lejanos, concretamente en la Antigua Roma.

Generalmente y con motivo del solsticio de invierno se hacían obsequios para que en las siguientes cosechas los vecinos, amigos o familiares tuviesen éxito, en fechas comprendidas entre el 17 y el 24 de diciembre. Para ello, se convocaba a todo el mundo a través de celebraciones enormes en las cuales había una gran asistencia.

Con el paso de los años la veneración del dios de la agricultura a través de estos obsequios se ha perdido y, a pesar de que existe el trasfondo religioso por ciertas fechas señaladas, ha quedado solo la parte del intercambio con los seres queridos.

Incorporar los regalos publicitarios en Navidad

Los regalos corporativos en Navidad son una buena oportunidad no solo de estrechar lazos sino, también, de mejorar la motivación de los empleados de la propia oficina. Igualmente, se pueden integrar a la perfección en la estrategia de marketing para hacer acciones de branding.

Por un lado, si estos detalles están destinados a los miembros del equipo, servirá para premiar su rendimiento durante el año, sobre todo si han alcanzado los objetivos previstos para ese año. De esta manera, se sentirán valorados. Evidentemente, estos artículos de merchandising no solo deberían ir con los motivos de la marca: es posible hacer una mezcla con, por ejemplo, termos publicitarios, una taza y un Room Escape. La idea es que sean útiles y disfrutables a corto plazo.

Si entramos más hacia los usuarios externos, como clientes, proveedores u otras entidades con las que queramos iniciar una relación comercial, entonces servirá para potenciar la imagen de marca. Entregar algo como fruto de una agradable (y/o reiterada) interacción es una bonita forma de demostrar agradecimiento. Si, además, lo que se da está personalizado con la identidad de la empresa queda la implicación de esa dedicación de una serie de recursos (tiempo y dinero principalmente) a hacerlo más especial e, igualmente, sabrán al 100% la procedencia de ese recuerdo.

Tazas con logotipo, mochilas, paraguas, bolígrafos, pendrives, bolsas de tela… Son muchas las opciones al alcance de cualquier compañía y que no son cualquier producto que luego pueda quedar relegado a un cajón o armario: pueden tener una utilidad para aquel o aquella que lo reciba y darle un uso. Se ha de remarcar que tanto si es un cliente (actual o posible), un empleado o un asistente a un evento se debe tratar de identificar sus intereses para poder entregar el obsequio publicitario que más puedan desear.

Por lo tanto, es buena idea que, cuando se aproxima el final de año, (es aconsejable hacerlo con un mes de diferencia al menos por los picos de trabajo de la época y por poder planificarlo todo bien) se empiecen a consultar catálogos, artículos personalizados, diseños y demás especificaciones para poder encontrar exactamente lo que se está buscando. Desde Gift Campaign se recomiendan los regalos de empresa en Navidad por ser una fecha señalada pero, también, para el resto del año independientemente de la ocasión: cualquier excusa es buena para tener un detalle.

¡Y para el resto del año!

Los artículos promocionales no solo deben estar destinados a la época navideña sino que se pueden incorporar durante el resto del año.

Para empezar, es posible que haya diversos eventos como convenciones o ferias a las cuales asista la propia compañía, de manera que es una buena idea el llevar un pequeño compendio de objetos con los cuales se obsequie a aquellos que se acerquen a nuestro stand (si disponemos de él) o con quien queramos iniciar una nueva relación si estamos solo de visita.

Las alternativas son muy variadas y fáciles de transportar: desde bolsas de tela personalizadas hasta libretas, pasando por otras opciones como mochilas, botellas o material de oficina, todo ello si tenemos que hacer un trayecto largo y no queremos arriesgarnos a que se rompan o dañen los regalos publicitarios. Si no tenemos este problema entran en juego los caramelos, paraguas y cualquier gadget tecnológico.

Otro buen motivo para contar con esta clase de productos de merchandising es como Welcome Pack para las nuevas incorporaciones a la plantilla, lo cual puede incluir todo aquello que necesite cualquier empleado como bolígrafos, lanyards, tazas o auriculares, entre otras cosas. Este puede ser un muy buen primer paso para empezar la aventura laboral y, además, se estará transformando a todos los componentes del equipo en embajadores de la propia marca.

Finalmente, a los propios clientes (tanto si son los más fieles como si se quieren fidelizar) se les puede dar algún obsequio promocional, motivo por el cual no debemos llevarnos las manos a la cabeza si hemos pedido una cantidad algo elevada de esta clase de artículos.

En conclusión, tener esta clase de detalles es una excelente vía para lanzar un mensaje muy claro al receptor: quiero que caminemos juntos durante mucho tiempo y este va a ser un buen punto de partido. Evidentemente, ello repercute en un beneficio para la propia empresa debido a que estaremos haciendo branding, beneficiando así a la estrategia de marketing. Se necesitará algo de tiempo para planificarlo todo y conseguir el resultado deseado sobre los regalos publicitarios pero, tanto si es en Navidad como en otras fechas señaladas, es una acción con la cual siempre se acertará.