Las 100 ideas de Karina Macadar

Por Dinorah Polakof.

 

Provista de una imaginación profunda, la joven escritora uruguaya multiplica su producción literaria. Karina Macadar continúa asombrando y deleitando a los niños con sus cuentos.

Ya habíamos vaticinado un futuro alentador. Por eso, en diversas ocasiones recomendamos sus títulos que no está demás repasar: “Repite Lorenzo, repite”; “Elefanman al rescate”; “La vaca astronauta”; “Pijamada en el bosque”; “El ciempiés con olor a pata”.

Conocer un poco de su biografía nos acerca al porqué de sus éxitos y popularidad. Cuando era una niña quería ser astronauta, viajaba a otros mundos encaramada a lecturas infantiles. Y también escribía. Cuenta que duerme poco y sueña mucho, se inventa historias para hacerse compañía. Incursionó en expresión plástica y corporal, hizo gimnasia olímpica y aeróbica, ballet, teatro. Es  Licenciada en Comunicación Publicitaria, Profesora de Inglés y Maestra de Educación Inicial.

Hace unos días asistimos a la presentación de  “El ciempiés con olor a pata” en el marco de la 19ª Feria del Libro Infantil y Juvenil que se desarrolló en el atrio y entrepiso de la Intendencia de Montevideo. Nos acercamos a la presentación con la premisa de compartir la actividad que, por esta vez, realizaríamos a priori de la lectura del libro y  reseña. Nos dejamos llevar por la curiosidad y en la temprana mañana de martes 11/06 nos recibió un formidable equipo: la autora del cuento y su familia,  la ilustradora, la editora, la relacionista y encargada de sacar las mejores fotos. Cada rol responde a un nombre y absolutamente todos tienen injerencia en el Ciempiés: Karina Macadar, Genoveva Pérez Volpe, Viviana Echeverría, Lorena Montesanto.

Pero un buen staff sería incapaz de funcionar “en positivo” si carece de acompañantes lectores.  En este caso, el Salón Dorado se vistió de fiesta con la presencia de decenas de niños que rondaban los tres años. Entre el público también se encontraba un entusiasta grupo juvenil de docentes que aplaudió e interactuó de maravillas.  Es que Karina es como un torrente desbordante. En las presentaciones irradia  buen humor, histrionismo, y una capacidad para lo lúdico que los niños saben apreciar espontáneamente.

La actividad comenzó con un juego de contar.  La escritora iba pasando por las filas de asientos enumerando los pies de los pequeños. ¿Sería su intención llegar a los cien? Es posible, ya que en esta historia el ciempiés Tolomeo, principal personaje del cuento,  tiene un problema grave. Con la ayuda de sus amigos encontrará la solución. Se trata de un texto que afirma la convivencia, la colaboración, la amistad. Pero no es un libro “para  fomentar valores”, de esos que sobreabundan en la actualidad, sino que en la esencia misma de la trama subyacen situaciones para la identificación. Las ilustraciones de Genoveva Pérez diseñadas a doble página invitan, transmiten con su lenguaje visual  el equilibrio justo entre texto escrito e imagen. Ofrecen la posibilidad de estimular la lectura. En su conjunto El ciempiés con olor a pata constituye el encuentro con lo más destacado de la literatura infantil, un lugar en el que habitan la ternura y el buen contar.

 

Foto vía| loqueleo.com

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