Delicado juego de espectros en un policiaco insólito: "Todas las noches de un día"
Por Horacio Otheguy Riveira
Samuel y Silvia, el jardinero y su señora podrían estar divagando en un espacio desértico, un jardín sin nombre, color ni planta alguna. Sus encuentros y desencuentros frente a un policía imaginario para el espectador carecen de hábitat porque reinan en un mundo donde la palabra se entreteje con las voces de dos soledades que se distancian y adoran sin apenas conocerse. Pero ocurre que la escenógrafa Mónica Borromello les diseña un invernadero de cristales empañados sólo parcialmente por los que se les ve también fuera del recinto, y en lo gris del ambiente general hay unas puertas de colores cargadas de sensualidad, podría decirse que de promesas… El colorido lo atrapa Juan Gómez-Cornejo, iluminando suave e intensamente, según convenga, facilitando el misterio al cual Luis Miguel Cobo aporta una hermosa banda sonora muy personal, con aire de cine negro, y entre todos logran que el texto de Alberto Conejero se desarrolle con notable elegancia al servicio de una melancolía cargada de vitalidad.
Una paradoja maravillosamente dirigida por Luis Luque al servicio de una pareja tan insólita como el texto, fuera de toda convención, nunca antes juntos, Ana Torrent y Carmelo Gómez, dominando con gran sensibilidad un territorio donde la vida y la muerte se enamoran casi sin tocarse, y la tristeza es una suave brisa que el espectador se lleva consigo. Una brisa necesariamente suave para ocultar una tormenta interior que se controla mezclada con el aroma de la tierra y las plantas y las flores que no se ven en escena pero que se introducen en la mirada del público y se quedan con él. Así lo quieren los gestos y las voces de un escenario que aporta mucho al universo conocido del autor, poeta dramático, dramaturgo poético, la poesía entendida como el universo peculiar en el que cuanto se dice puede volver a empezar en un círculo incesante en busca de su destino, como la danza que Silvia/Torrent inicia en un final fascinante.
Y el público reencuentra a estos queridos intérpretes en un tono como nunca les vimos, en la piel de personajes escurridizos, a los que apenas conocemos, tal vez del mismo modo que ellos se sospechan más que conocerse, y en esa ambivalencia de lo que existe y lo que se adivina crecen con singular brío sus creaciones actorales. A Carmelo Gómez lo vemos narrando y viviendo el pasado y el presente, tan joven e inexperto al llegar a esa casona, tan maduro ahora, incapaz de dañar al ser amado, aceptándole tal como es, misterioso, autodestructivo, sinuoso, con toda una vida plasmada en un cuaderno cuyas páginas nosotros no leeremos jamás.
La tan deseada es una Ana Torrent que ejerce de ama y señora, así como de muchacha desvalida, mujer atormentada: los tonos de voz utilizados resultan calibrados en una cadencia tan encantadora o dramáticamente musical como la orquestación que se escucha por los altavoces.
Todas las noches de un día aporta una profunda dimensión al dolor de seres desolados, y entre sus brazos se modula una melancolía que hace de la vida y la muerte uno de los más bellos romances.
Rodeado de urbanizaciones, en algún lugar cerca de nosotros, sobrevive un viejo jardín con su invernadero. Pero ha pasado mucho tiempo desde que los vecinos vieron por última vez a Silvia, la dueña de la casa. Allí sólo queda Samuel, el jardinero, afanado en preservar ese rincón olvidado. Todas las noches de un día comienza cuando la policía acude a la casa para intentar descubrir el paradero de Silvia. Empieza entonces un combate entre la vida y los recuerdos, entre el amor y sus fantasmas.
Espacio escénico: Mónica Boromello
Iluminación: Juan Gómez-Cornejo
Vestuario: Almudena Rodríguez
Composición original: Luis Miguel Cobo
Autor: Alberto Conejero
Productor: Jesús Cimarro
Dirección: Luis Luque
Ayudante de dirección: Álvaro Lizarrondo
Fotografías y diseño de cartel: Sergio Parra
Una producción de Pentación Espectáculos
Teatro Bellas Artes, Madrid. Del 21 de noviembre de 2018 al 6 de enero de 2019
REPOSICIÓN: Teatro Bellas Artes, Madrid. Del 5 de febrero al 1 de marzo 2020
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Otras obras de Alberto Conejero comentadas en CULTURAMAS:
La piedra oscura
Rinconete y Cortadillo
Ushuaia
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