Furtivos
FURTIVOS
TOM FRANKLIN
DIRTY WORKS
Traducción de Javier Lucini
«Mi Sur es la zona baja de Alabama, frondosa, verde y llena de muerte, los condados boscosos que se extienden entre los ríos Alabama y Tombigbee», donde las emociones corren con la misma crudeza que el alcohol de destilación ilegal. Diez relatos sobrios y potentes en los que el autor evoca un paisaje de bosques y pantanos, cazadores y pescadores, furtivos y borrachos, parques de caravanas y basura blanca pobre. Personajes perdidos que reaccionan con violencia frente a un mundo agonizante de cuya gravedad no pueden escapar.
«Con esta colección de maridos lamentables, colegas inútiles y matrimonios desgastados, es como si el autor hubiese secuestrado a los personajes de Raymond Carver y los hubiese dejado a su suerte en el Sur Profundo.»
New York Times Book Review
«Gracias a Dios los sureños siguen escribiendo como sureños; ángeles caídos que actualizan las viejas y oscuras costumbres. Franklin es el más reciente de la camada, y uno de los mejores.» Bob Shacochis
«Los cuentos de Franklin me gustan tanto como la música de Lucinda Williams. Se desarrollan en el Sur, por supuesto, pero componen una nueva canción para el Sur. Poseen una ternura inherente, aunque sean bruscos y duros.»
Richard Ford
«La fuerza de Franklin me tiene impresionado. El poder evocador de su prosa y la implacabilidad de su imaginación me recuerdan a William Faulkner. Su autoridad al representar el mundo natural es deslumbrante.»
Philip Roth
Fuente: El Descodificador:
Tengo que comenzar esta reseña de manera contundente: “Furtivos” se ha convertido en mi libro favorito del catalogo de Dirty Works. Lo cual, teniendo en cuenta que estamos hablando de una de las editoriales más coherentes (la Norteamérica profunda) y fiables (ni un libro despreciable) de nuestro país, es mucho decir. Visten sus títulos de un negro riguroso, mantienen un diseño inquietante y no se anda por las ramas: ha traducido exquisiteces del calibre de “Volt” (Alan Heathcock), “Trabajo sucio” (Larry Brown) o “El hielo en el fin del mundo” (Mark Richard). Pero “Furtivos” es… especial.
“Nunca he perdido la necesidad de hablar de mi Alabama, de revelarla tal y como es, frondosa, verde y llena de muerte. Así que regreso con todo lo que he aprendido. Vuelvo a donde la vida muere con lentitud y cazo historias como un furtivo. Cazo como un furtivo porque quiero recuperar los senderos antes de que sea demasiado tarde, antes de que retumben los últimos camiones madereros y las viejas y oscuras costumbres queden taladas para siempre”.
Tom Franklin no solo escribe de maravilla, con una sencillez apabullante que le hace utilizar las palabras justas, sin estridencias, sin forzar descripciones o situaciones, sin abusar de adjetivos, sin un solo alarde estilístico o emocional, con precisión no de forense, sino de cirujano. “Furtivos” es una colección de relatos que hablan de personas al límite, como todos los títulos de Dirty Works, pero lo hacen de una manera diferente. Mientras otros huelen la sangre, se regodean en la violencia o apuestan por dejar al lector empapado en sudor, Franklin hace gala una sutileza exquisita, un ritmo narrativo trotón (sin altibajos), y una humildad conmovedora. Sus personajes pierden, beben, se pelean, lloran y se lamen las heridas como los demás, pero lo hacen en una escala diferente, en un tono distinto. Pura armonía. Todos guardan un poso de dignidad, ninguno es humillado. Ni siquiera los hermanos Gates, protagonistas del increíble relato que da título al libro…
“- Joder, Sugarbaby. Esos chicos no necesitan un abogado. Lo que necesitan es quedarse en el bosque, que es donde tienen que estar. A estas alturas la gente ya tendría que saber que lo mejor es dejarlos en paz.
Goodloe se apartó un paso de la camioneta. Chasqueó los labios.
– Me temo que nadie tuvo tiempo de advertírselo al difunto”.
Puede que Tom Franklin sea el mejor de todos los escritores publicados por Dirty Works. Hay otros más asilvestrados, más directos, más impactantes, más sucios, febriles y aparentes…. Pero ninguno resulta tan fascinante como este hombre nacido en sur de Alabama que siempre ha realizado trabajos duros, desde inspector de residuos tóxicos a empleado de una funeraria. Quizá por eso los diez relatos que forman este libro son auténticas obras maestras, piezas trabajadas de manera artesanal, minuciosa, que se presentan al lector con una naturalidad que desarma. Con una sinceridad que emociona. Y con una calidad que apabulla.
https://www.culturamas.es/blog/2018/01/07/que-el-dolor-no-lastre-tu-vida/