Crónicas ligerasEl TeatroscopioEscenatop2

Historia y política en torno a García Lorca y "Los amores oscuros"

Por Horacio Otheguy Riveira

En el Teatro Español, del 28 de junio al 2 de julio, una versión teatral donde la poética lorquiana se entremezcla con el cante y la técnica escénica multimedia. La novela histórica de Manuel Francisco Reina, Los amores oscuros, tiene 640 páginas en la que se desarrolla el último gran amor del poeta con un joven menor de edad que murió en 2010 con 93 años. Periplo sentimental excepcional que ha sido muy documentado para novelar la realidad de manera que esta navegue con más fuerza aún que vivencias ya lejanas. Un conjunto de ideas y emociones en una dimensión escénica de notable belleza plástica.

 

“Yo fui el último amor de Federico García Lorca y tal vez la razón de su muerte”. A Juan Ramírez de Lucas, el ‘Rubio de Albacete’, no le dejó de martillear hasta su fallecimiento el sentimiento de culpa de haber propiciado involuntaria e indirectamente el asesinato del poeta. Los amores oscuros es el relato contado y cantado de su relación, una “pieza de alta joyería” escénica basada en la novela homónima de Manuel Francisco Reina, dirigida por Juanma Cifuentes y que protagonizan Clara Montes y Antonio Campos.
Los amores oscuros se estrenó en el Teatro Cervantes de Málaga el 1 de febrero. Albacity Corporation produce esta adaptación teatral de la investigación emprendida por Manuel Francisco Reina después de conocer al último compañero de Lorca, que guardó durante 75 años su secreto. El estreno coincide, además, con el primer centenario del nacimiento del ‘Rubio de Albacete’, en una señal del ‘fatum’, del juego del destino lorquiano, en palabras del escritor, dramaturgo y poeta jerezano.
Antonio Campos encarna con holgura a Juan Ramírez de Lucas en el doble juego de un tiempo presente en el que un anciano enfermo cuenta su historia de amor a su secretaria, y a su vez interpreta a aquel Juanillo de 19 años que cayó en brazos del poeta de 36.
Clara Montes, envuelta siempre en luces y sombras tras un telón transparente, se mete en la piel de cuatro personajes además de cantar en vivo los secretos del joven y del autor de Yerma sobre los acordes de la guitarra de José Luis Montón: ambos crean una constante atmósfera mágica por la que se cruzan los hechos narrados como estampas poéticas de fascinante lirismo.
Alejandro Valenciano en fugaces apariciones como Lorca, y Ángeles Cuerda, que encarna a la secretaria del ‘Rubio de Albacete’, completan el elenco de un montaje que aúna trabajo actoral, música que rubrica la historia, poesía y belleza visual. La escenografía y la iluminación diseñados por Felipe de Lyma y las proyecciones de Pepe Catalán y Víctor Tomé redondean una pieza de orfebrería teatral llena de belleza y delicadeza que se ha desarrollado durante cinco años de intenso trabajo. Se trata de un montaje ambicioso, una rareza en estos tiempos de espectáculos minimalistas.
El universo musical de Lorca  con las canciones populares que grabó con La Argentinita más varios poemas del granadino musicados por la cantaora y un par de temas de sus anteriores discos, componen una suerte de “banda sonora” de Los amores oscuros que Universal Music acaba de publicar. La música subraya la relación de los dos amantes protagonistas a través de la poesía lorquiana en la voz de Clara Montes.


 

Además de la carga sentimental, la novela de Manuel Francisco Reina también hace una defensa política de las ideas republicanas, ahondando en lo complicado que resultaba vivir entre trincheras ideológicas. A Lorca se le mató tres veces: “La física; la civil, cuando se trató de restar importancia a su categoría como escritor —“si hasta Aldous Huxley pidió explicaciones al Gobierno de la República y al bando franquista para que se aclarara su muerte, en plena contienda”— tildándole de mariconcete y afeminado; y la muerte silenciosa, de la que también fue víctima Ramírez de Lucas, obligado a callar su dolor ante el terror que imponía el régimen sobre la afectividad y la sensualidad, representada en la Ley de Vagos y Maleantes”.
Su novela, dice, se debe leer como un homenaje a todos los amores oscuros. Reconoce que, casi tres cuartos de siglo después de la muerte de Lorca, las cosas han cambiado bastante. “Antes todos eran conservadores. Los padres de Ramírez de Lucas porque eran muy católicos, pero los propios padres de Lorca también eran conservadores aunque votaran socialista; su madre apenas le hablaba y su padre mantenía con él una relación muy protectora. Eso ha ido cambiando pero todavía nos encontramos cada día con destellos homófobos”. Como homosexual que ha ejercido su derecho al matrimonio, asegura que detesta los clichés y que no se siente para nada un abanderado de la causa gai. “No quiero que me toleren, quiero que me respeten. Se han creado unos estereotipos que tienen mucho que ver con los bufones, como esos mariquitas que acompañan a las señoras, que resultan muy cómodos para el poder. Lo que hay que pedir es la normalidad. Lorca fue un defensor de la libertad”. [Amelia Castilla-Manuel Francisco Reina, El País, Cultura]

 
Autor de la novela homónima y adaptador: Manuel Francisco Reina
Dirección y dramaturgia: Juanma Cifuentes
Reparto
Juan Ramírez de Lucas: Antonio Campos
Luna: Clara Montes
Guitarra española: José Luis Montón
Secretaria: Ángeles Cuerda
Lorca: Alejandro Valenciano
Diseño de escenografía, vestuario e iluminación: Felype de Lima
Edición en CD banda sonora. Intérpretes Clara Montes y José Luis Montón
Una coproducción de ALBACITY CORPORATION, S.L. y TEATRO CERVANTES DE MÁLAGA.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *