Nos puede parecer fácil, pero resulta un ejercicio más complejo de lo que parece. Un relato puede llevar menos tiempo, pero exige un gran ejercicio de condensación de acciones y una gran maestría para crear el impacto deseado. ¿Cómo podemos sacar el máximo partido a este género?
En primer lugar debemos conocer las características de un relato

  • Extensión: suele ser más corto que una novela
  • Personajes: tiene muchos menos, normalmente de uno a tres protagonistas. No da tiempo a presentar a una multitud.
  • Pocas ambientaciones. Por la misma razón que la anterior.
  • Una trama única: el relato se centra más en la acción (la novela se fija más en los personajes).
  • Un giro final: porque no da tiempo a tanto. En las novelas la presentación de giros es más libre y variada.

Es, pues, importante pensar que en el relato tendremos que tener en cuenta que con pocas palabras tenemos que causar un efecto intenso, impactante.
¿Cómo podemos escribir un buen relato? ¿Qué pasos debemos seguir?
Cómo escribir relatos
Nos puede parecer fácil, pero resulta un ejercicio más complejo de lo que parece.
En primer lugar debemos conocer las características de un relato

  • Extensión
  • Personajes (menos)
  • Pocas ambientaciones
  • Una trama única
  • Un giro final

Una novela se parece más a una película y un relato a una fotografía.
Es, pues, importante pensar que en el relato tendremos que tener en cuenta que con pocas palabras tenemos que causar un efecto intenso, impactante.
¿Cómo podemos escribir un buen relato? ¿Qué pasos debemos seguir?

  1. Lee muchos relatos

Como no te puedo recomendar todos los del mundo, te doy una pequeña selección que te puede interesar: La noche bocarriba de Cortázar, El gigante egoísta de Wilde, El lobo de Herman Hesse, De encontrarse a la chica 100 % perfecta una mañana de abril, de Murakami, Los ojos verdes, de Bécquer o El gato negro, de Poe.
2. Céntrate en los hechos que vas a narrar
Ten en cuenta que vas a narrar de forma más condensada que si escribieras una. También, que todo debe estar al servicio de la historia. Perfila bien la trama central y fíjate más en ella que en las tramas secundarias.

  1. Selecciona bien a tus escasos personajes

Crea una historia con pocos personajes principales (lo ideal es un protagonista o como mucho dos). Perfila, por lo menos, sus rasgos principales. Intenta, en principio, hacerlos bastante diferentes para que resulten fáciles de distinguir y supongan también un contraste sobre el que el lector pueda reflexionar.

  1. Plantea una narración bien estructurada

Introducción/nudo/desenlace. Que sea más corto no te exime de seguir esta estructura. Sin ella, el lector tendrá problemas para seguir la historia.
Si no tienes mucha experiencia, empieza por plantear tu primer relato para narrarlo en orden cronológico.

  1. Selecciona la información que vas a dejar para el final

Lo ideal es que incluyas un único giro al final. Para esto, planifica tu narración pensando en qué es lo que vas a dejar para el final y organiza dentro de la estructura de la historia qué es lo que vas a mostrar  en cada momento.

  1. Elige el narrador adecuado

Considerando la extensión de tu texto, lo más recomendable es que la historia solo tenga un narrador. Normalmente funciona muy bien el narrador omnisciente o el narrador en primera persona. Además, te recomendamos que, para poder crear una sorpresa al final, utilices la técnica del narrador no fidedigno.
Consiste en…
Puedes emplearla de manera diferente según el  narrador que escojas, lo importante es que juegues con el lenguaje.

  1. Comienza a lo grande

Como el relato es un género de menos extensión, es mejor que comiences a narrar en el punto álgido; de esta forma podrás captar fácilmente la atención del lector

  1. Trabaja con detalles concretos

Una buena frase con unos detalles bien escogidos dice mucho con muy pocas palabras.
Aunque no sea un ejemplo de relato: « Lo mismo ocurriría hoy y la madre de Grenouille, que aún era una mujer joven, de unos veinticinco años, muy bonita y que todavía conservaba casi todos los dientes y algo de cabello en la cabeza y, aparte de la gota y la sífilis y una tisis incipiente, no padecía ninguna enfermedad grave, que aún esperaba vivir mucho tiempo, quizá cinco o diez años más y tal vez incluso casarse y tener hijos de verdad como la esposa respetable de una artesano viudo, por ejemplo… la madre de Grenouille deseaba que todo pasara cuanto antes. Y cuando empezaron los dolores del parto, se acurrucó bajo el mostrador y parió allí, como hiciera ya cinco veces, y cortó con el cuchillo el cordón umbilical del recién nacido. »

  1. Prepara bien el final

Planifica bien el giro final, asegúrate de que has desvelado la información que deseabas.
Trabaja bien en la última frase. Elige un detalle sencillo que permita reflexionar acerca de la conclusión de la historia y que también deje claro que la vida  sigue.

  1. Pon el título al final

Lo ideal: «que sugiera, intrigue y arroje una nueva luz sobre el texto una vez se haya terminado su lectura».
 
¿Quieres saber más?
Puedes escuchar nuestro podcast dedicado a este tema aquí: Relatos y antologías

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Covadonga González-Pola
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