Seres Extraordinarios
Durante siglos, la crueldad humana no ha tenido límites, y es durante el siglo XIX e inicios del XX, que se crearon circos humanos, en los que se exhibían a personas con deformidad física.
Estos lugares albergaron los más profundos sentimientos de tristeza y morbo, por parte de la sociedad.
Lamentablemente estos sitios, se convirtieron en verdaderas atracciones, que iban de pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad, mostrando la tristeza de estos seres extraordinarios.
Es quizá, este tipo de deformidades humanas, lo que inspiró a crear los distintos seres míticos, de los que hablan libros fantásticos como la biblia, la Iliada o la odisea.
Durante la edad media, se crearon lo que se denominó “Bestiarios medievales”, en ellos se describía toda una serie de seres, con características muy especiales: hombres sin cabeza, con un solo ojo, con un solo pie, sirenas, personas con dos cabezas o dos cuerpos, etc.
Son muchos los seres, que a lo largo de la historia, fueron abusados, por tener características diferentes. Lamentablemente para ellos, era su único recurso de trabajo, en el cual recibían un poco de comida y alojamiento, pues habían sido abandonados por sus familias y la sociedad los rechazaba.
Los circos los exhibían como verdaderos fenómenos y la sociedad los agredía y los discriminaba, orillándolos, cuando no tenían a nadie a buscar trabajo para que la gente los mirara como verdaderos monstruos.
Lucía Zárate, conocida como la mujer adulta más pequeña del mundo. Nació en Sierra Nevada, México el 28 de enero de 1864. Su enfermedad fue catalogada como “enanismo microcefálico tipo II”. A la edad de 17 años, pesaba, tan solo 2 kilos cien gramos y media solo 60 centímetros. Su cintura tenía el grosor de un dedo pulgar.
Este fue un caso donde los padres llegaron a utilizar a sus hijos con fines económicos. Y así fue el caso de Lucía Zárate. Nació como una niña normal, junto con su hermano. Se desconoce si fueron gemelos, lo cierto es que ella y su
hermano, alcanzaron al año de edad, su altura máxima.
La madre los guardaba en el delantal cuando realizaba sus quehaceres. Sin duda, fue un caso insólito que sorprendió a los científicos de la época, quienes se dedicaron a estudiar el caso, creándole al padre tanta fama, que empresarios de circos lo contrataron para realizar una gira mundial.
Conocieron no solo al presidente de México Porfirio Díaz, sino también a la reina Victoria de Inglaterra. Su padre gano tanto dinero, que adquirió por 12 mil pesos de la época más de 5 mil hectáreas de terreno.
Lamentablemente su hermano Manuel Zárate murió en una de las giras y 2 años después, el 27 de febrero de 1890, Lucía Zárate, al quedar descarrilado el tren del circo en el que viajaba, murió de frío.
Julia Pastrana
El caso de Julia Pastrana, es uno de los pocos casos que está marcado por el sufrimiento. Fue llamada como la mujer mono o también, la mujer más fea del mundo. Nació el 25 de marzo de 1834, en la Sierra de Sinaloa, México, su enfermedad ha sido catalogada como “hipertricosis” o síndrome del hombre lobo o exceso de bello.
Nació en uno de los grupos originarios de américa. Los análisis científicos los realizó el naturalista Charles Darwin, quien realizó una de las primeras descripciones de su fisonomía. El padre de la evolución, dice lo siguiente:
Julia Pastrana era una mujer extraordinariemente fina. Tenía una gruesa barba y frente velluda. Tenía en ambas quijadas, superior e inferior, una irregular dible hilera de dientes.
Una hilera colocada dentro de la otra, de lo cual el doctor Purland tomo una muestra. Debido al exceso de sus dientes, su boca se proyectaba y su cara tenía la apariencia de un gorila.
Charles Darwin
Los panfletos la anunciaban como la mujer indefinible, otros como una supuesta raza desconocida. Fue una mujer muy talentosa, hablaba 2 idiomas y era una gran bailarina. Lo que podríamos entender como representante artístico, que más bien fue su abusador, Theodoro Lent, la explotó a más no poder, incluso embarazándola.
Lamentablemente falleció en Rusia en 1860. Su cuerpo y el de su hijo, el cual traía las mismas características que ella, fueron vendidos a un doctor ruso para exponerlos públicamente. En 2003 Laura Anderson, se encargó de los trámites para repatriar de Oslo Noruega a México y hoy descansa en un cementerio de Sinaloa descansando en paz.
Josep Merrick
Apodado por la gente como “el hombre elefante” Nació en Leicester el 5 de agosto de 1862, y lo que vivió este ser humano, es, sin duda una de las muestras más aberrantes de lo que puede hacer la crueldad humana. En propias palabras de él, comenta que hasta la edad de los 5 años su cuerpo estaba bien, posteriormente comenzó a sufrir diversos padecimientos que transformaron su cráneo y cuerpo.
Hasta la fecha, no se ha podido definir completamente que tipo de enfermedad sufrió. Es un caso abierto y los expertos continúan estudiando sus restos, pues dejó huellas en prácticamente todo el esqueleto.
Josep Merrick al parecer padecía filariasis o elefantiasis, pero comentan los especialistas que dicha enfermedad, no produce las graves deformaciones óseas que tenía Merrick. Posteriormente se decidió que tenía el síndrome de Proteus, que es una enfermedad congénita y tiene la característica de estar mutando, causando de manera excesiva el crecimiento de piel y desarrollo anormal de los huesos, acompañándolos de tumores en la mitad del cuerpo.
Su vida desde pequeño, fue dolorosa, pues a los 10 años pierde a su madre, quien lo quería mucho y su padre lo abandona por su aspecto físico. Se mantiene vendiendo en la calle, pero el gremio de vendedores lo corre, porque da mal aspecto.
Decide salir de la casa de su tío e internarse en una casa de trabajo, en la que las condiciones de vida son sumamente duras y crueles. Estuvo ahí por 4 años, hasta que decide salirse de ahí para buscar trabajo. Es ahí donde la gente lo apoda el hombre elefante, por uno de sus tumores que le cubre la cara en forma de trompa.
No tuvo otra opción que meterse a trabajar a un circo, es ahí donde conoce a Sam Torr un promotor, quien al verlo, supo que haría un gran negocio con él.
Lo azotaba y también lo explotaba, dejándolo a su suerte en Bruselas, sin dinero. Viajó de noche, oculto en vagones vacíos para no provocar tumultos, hasta llegar a Londres, a pesar de que casi no podía caminar.
Fue después de todo esto que la princesa de Gales Alexandra y el Duque de Cambrige, se interesan por Josep, protegiéndolo y cuidándolo. Por poco tiempo se dedicó a cumplir sus pasiones, la lectura de novelas románticas, la escritura y la poesía.
Mostró siempre una gran educación, su mentor el doctor Frederick Trevees, lo persuadió para que permitiera recibir gente que quería platicar con él. Visitó el teatro y fue a conciertos de música clásica, vestido elegantemente, y sin su capuchón que cubría su rostro.
Lamentablemente el 11 de abril de 1890 a los 27 años, y en la etapa más feliz de su vida, falleció. Tras un examen se concluyó que murió de asfixia.
Una de las cosas que más hay que destacar, es que este joven siempre se distinguió por imponerse a la adversidad, tuvo una gran fuerza de voluntad. Dejó unas palabras que dicen:
Es cierto que mi forma es muy extraña,
pero culparme por ello es culpar a Dios;
si yo pudiese crearme a mí mismo de nuevo
procuraría agradarte a ti.
Si yo pudiese alcanzar de polo a polo
o abarcar el océano con mis brazos,
pediría que se me midiese por mi alma,
la mente es la medida del hombre.
La monstruosidad no está en quien aparenta tenerla, sino en quien la admira.
Josep Merrick
La finalidad de este artículo, es hacer conciencia de lo que padeció esta gente y hacer un pequeño reconocimiento a su trabajo y vida, que sin duda estuvo llena de dolor y sufrimiento. Debemos de darnos cuenta de que fueron extraordinarios, en el sentido de que su alma fue demasiado fuerte para afrontar la crueldad humana. Un tributo a todos ellos.
Por @daniesans