Ann Radcliffe: la reina de lo gótico
Por Silvia Pato (@SilviaP3)
Si normalmente se considera a Horace Walpole como creador del género gótico, Ann Radcliffe (1764-1823) fue la reina indiscutible. No en vano, su obra era admirada por autores como Walter Scott, Jane Austen y Charles Dickens.
Ann, cuyo apellido de soltera era Ward, nació en Holborn (Londres) en la segunda mitad del siglo XVIII, aunque pocos datos han llegado hasta nosotros sobre su vida. Con veinticuatro años se casó con el editor del English Chronicle, William Radcliffe. Ella comenzó a escribir entonces sus historias, contando en todo momento con el apoyo incondicional de su marido.
Al año siguiente de haber contraído matrimonio, vio la luz The Castles of Athlin and Dunbayne (1789), donde ya se podían distinguir los detalles que caracterizarían sus escritos: jóvenes heroicas, lúgubres castillos y caballeros misteriosos. A esta historia sucedieron Un romance siciliano (A Sicilian Romance, 1790), The Romance of the Forest (1791), Los misterios de Udolfo (The Mysteries of Udolpho, 1794) y El italiano (The Italian, 1797). Sin embargo, después de esta última, Ann dejó de escribir.
Su éxito, no obstante, fue arrollador. Las ediciones de sus obras se multiplicaban, mientras que la aparición de copias piratas de sus mayores éxitos era habitual. Jane Austen, que era admiradora suya, escribió La abadía de Northanger parodiando Los misterios de Udolfo. Sir Walter Scott, por su parte, llegó a decir que era la primera poetisa de la prosa romántica.
Ann no solo se encargó de esas novelas tan exitosas entre los lectores. También escribió poesía y se ocupó de la literatura de viajes, publicando A journey made in the summer of 1794, through Holland and the western frontier of Germany, with a return down the Rhine; to which are added, observations during a tour to the lakes of Lancashire, Westmoreland, and Cumberland (1795).
La escritora falleció el 7 de febrero de 1823 a causa de una insuficiencia respiratoria. Póstumamente, se publicaron On the Supernatural in Poetry, by the late Mrs. Ann Radcliffe, y la novela Gaston de Blondeville.
FUENTES: El Mundo, British Library
MÁS INFORMACIÓN: The Guardian