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Vernon Lee y el retrato de Henry James

Por Silvia Pato (@SilviaP3)

Sus obras no eran leídas por el gran público. Su forma de vida escandalizaba a propios y extraños en la segunda mitad del siglo XIX. Pero sus relatos se han convertido en clásicos del género gótico por derecho propio y el retrato que esboza en uno de ellos del afamado Henry James provocó que este, incluso admirando su inteligencia, nunca la perdonara. Así recordamos a Violet Paget (1856-1935), más conocida por su seudónimo: Vernon Lee.

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Violet Paget, 1856-1935 By Peter Gunn (1975) Ayer Publishing. FUENTE: Wikimedia

Paget nació en Boulogne-sur-Mer, Francia. Curiosamente, aunque su nacionalidad fuera inglesa, no pisó las calles de Londres hasta 1881, aunque después lo visitaría con asiduidad. Había estado viajando varios años con sus padres por Europa, una pareja decididamente nómada, hasta que se instalaron cerca de Florencia, en una casa señorial donde se guardaba una fabulosa colección de música del siglo XVIII. Allí, la joven pasaba mucho tiempo con su madre y su hermanastro, Eugene Lee-Hamilton.

Con solo veinticuatro años, la escritora irrumpió en los círculos literarios con la obra Studies of the Eighteenth Century in Italy (1887), un ensayo sobre la música italiana dieciochesca. Fue el inicio de una fructífera carrera literaria, en la que publicó novelas, libros de viajes, como The Sentimental Traveller (1908),  y relatos breves, entre los que destacan sus cuentos de fantasmas, recopilados en obras como Hauntings. Fantastic Stories (1890).

La escritora, que vestía con trajes sastre, corbata, sombreros de fieltro y una actitud que no pasaba desapercibida en una mujer de la época, era amiga de Anatole France, George Eliot, Robert Browning, Aldous Huxley y Edith Wharton, entre otros, aunque las palabras que la recuerdan proceden del siempre presente Henry James cuando hablamos de las escritoras del siglo XIX.

James se mostró interesado en los escritos de Vernon Lee. Tal fue su admiración por su obra que utilizaría algunas de las técnicas de sus relatos de fantasmas para su mítico libro Otra vuelta de tuerca (The Turn of the Screw, 1898). Sin embargo, cuando la escritora lo retrató en su relato «Lady Tal» (1892), como un literato solterón de mediana edad, el escritor norteamericano no quedó nada satisfecho. El día en el que el hermano de James, William, iba a conocerla, no pudo por menos que advertirle:

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Henry James by William M. Vander Weyde (American 1871–1929) Date: ca. 1900 Medium: negative, gelatin on glass. FUENTE: Wikimedia

Es tan peligrosa y extraña como inteligente, lo cual equivale a decir muchísimo. Su vigor y la envergadura de su intelecto son de lo más infrecuente, y su conversación absolutamente superior. Pero sé moderado en materia de amistad. ¡Es una gata montés!

No fue lo único que dijo de ella. También admitió que era una de las mentes más brillantes que conocía, asegurando:

La única persona inteligente del lugar es Vernon Lee. Lo hace a uno avergonzarse menos de la estúpida raza inglesa.

Fue Vernon Lee, junto a Kit Anstruther-Thomson, quien introdujo en Inglaterra el término alemán de Einfühlung (empatía), que usó para explicar la vertiente psicológica en nuestras relaciones con las obras de arte, empatizando con ellas al despertar nuestros recuerdos e infundir en nuestras mentes todo tipo de asociaciones e ideas.

En 1888, viajó por el sur de España y ambientó uno de sus cuentos en el país: For Maurice: Five Unlikely Stories (1927).

Décadas más tarde, escribió un ensayo sobre la escritura y la lectura, al que tituló The Handling of Words and Other Studies in Literary Psychology (1923). En la actualidad, es más sencillo localizar sus relatos que su obra ensayística, que ha quedado relegada a un segundo plano, aun contando con una calidad indiscutible.

FUENTES: La República Cultural, Revista Clarín,

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