DocumentaMadrid 2016: balance general y palmarés
Por Jaime Fa de Lucas.
La XIII edición del Festival Internacional de Documentales de Madrid dejó buenas sensaciones, tanto por la organización del evento como por la calidad de las proyecciones. Desgraciadamente, fue imposible abarcar todos los documentales y apenas pude ver un par de la sección española –cortometrajes no vi ninguno–, pero se hizo lo que se pudo. Aquí os dejo mi valoración personal:
Si hay un largometraje que sobresalió por encima de los demás ese fue When Two Worlds Collide, dirigido por Heidi Brandenburg y Mathew Orzel, y que ganó merecidamente el Primer Premio del Jurado. Relata el conflicto que se desarrolló en Perú cuando el presidente, Alan García, firmó un acuerdo que permitía a Estados Unidos buscar petróleo en tierras en las que habitan los indígenas. Este acuerdo se saltaba leyes constitucionales según las cuales los indígenas debían dar el visto bueno a cualquier tratado u operación que afectara a sus tierras. El documental presenta el desarrollo del conflicto entre esos dos mundos, el urbano y el natural, el del Gobierno y el del pueblo, el de los ricos y el de los pobres, incluyendo entrevistas con los involucrados y siguiendo los pasos del líder de los indígenas, Alberto Pizango. Cabe destacar la objetividad del documental, pues en ningún momento se aprecia la intervención de los directores o un intento deliberado de manipular al espectador, así como la emotividad de lo mostrado gracias a la calidad del material captado y a la precisión en la edición del mismo. Otro de sus puntos fuertes es el tema, pues no se limita a algo concreto sino que adopta una perspectiva universal: la eterna lucha por el poder y el dinero de los que están arriba y la posterior opresión y violencia que ejercen sobre el pueblo si éste decide oponerse; o desde un punto de vista ecológico, cómo empresarios y gobernantes no tienen escrúpulos a la hora de destruir la naturaleza con el fin de enriquecerse.
Un escalón por debajo, aunque igualmente notable, aparece el documental The Babushkas of Chernobyl, de Holly Morris y Anne Bogart. Muestra la vida de un grupo de abuelas en un pueblo situado en las inmediaciones de Chernobyl, una de las zonas más peligrosas del mundo por su alta radiación. Destacar el humor del metraje, especialmente gracias al carácter de las abuelas. Las carcajadas están aseguradas. Es un documental muy entrañable, que acerca al espectador un territorio inaccesible para la mayoría y que es capaz de hacer hincapié en cómo la felicidad personal, independientemente de la hostilidad del entorno, tiene repercusiones en la calidad de vida, o incluso en la longevidad. El único problema del documental es que a veces no mide bien los cambios de tono y salta de una escena graciosa a una triste sin dejar suficiente distancia en medio, lo que reduce su efectividad.
Notable es también Credit for Murder, de Vadim Antonevicz. Éste parte de un vídeo de Youtube en el que se ve cómo unos neonazis rusos decapitan a dos chavales inocentes. El director, junto a un amigo, emprende la investigación del crimen y graba el proceso. No obstante, Antonevicz no se limita a capturar lo que sucede, pues se incluye a él mismo y a su compañero en la grabación, como si se tratara de dos detectives que investigan un crimen, acercando así el documental a la ficción –algo que ambos insinúan en el propio documental–. La conclusión a la que llegan es bastante potente. Si este documental no llega a la excelencia es porque algunos tramos son algo confusos y necesitan mayor síntesis de información.
También me pareció destacable The Land of the Enlightened, dirigido por Pieter-Jan de Pue, especialmente por su belleza estética. Se llevó el Premio Especial del Jurado. Se centra en cómo viven unos niños en Afganistán. La calidad de la fotografía es tal que hay momentos en los que da la impresión de que está todo preparado y no es verdaderamente un documental sino una obra de ficción –algo a lo que tampoco ayudan ciertas decisiones de los niños, que parecen sacadas de un guión–. Así, su mayor virtud se convierte en algo contraproducente, pues el excesivo esteticismo parece esquivar la confrontación directa con los hechos tal y como son, aparta toda crudeza y todo acercamiento neutral. Otro problemilla es la falta de información sobre lo que sucede, sobre ciertos paisajes, sobre el origen de esos niños… se echan de menos algunos datos.
Destacable también Sonita, de Rokhsareh Ghaem Maghami, ganador del Premio del Público. Sonita es una chica de Afganistán que vive en Irán sin papeles y cuyo sueño es ser cantante de rap. El documental muestra sus problemas con la familia, con las tradiciones de su país y con la sociedad iraní, todo debido a su conducta y su mentalidad, que resultan ser más abiertas. Es un documental directo y emotivo, que muestra el conflicto entre los jóvenes y las tradiciones férreas que les impiden volar. Uno de sus defectos es el ritmo, pues el inicio se hace algo monótono y hasta bien entrada la mitad no empieza a despegar. Además, el final genera dudas, ya que gracias a una intervención del propio equipo del documental la niña sale airosa, lo que da la sensación de que el tramo final está ligeramente preparado –cabe mencionar, qué coincidencia, que justo cuando aparece el micro en la parte superior de la pantalla, como un error, inmediatamente después sale el encargado de sonido hablando–. Por si esto fuera poco, la resolución de los conflictos desemboca en un final feliz que acaba teniendo aroma a Hollywood y que, en mi opinión, resta fuerza a todo lo visionado anteriormente.
Interesantes sin ser nada espectacular: A Good American, dirigido por Friedrich Moser, y Les sauteurs, de Moritz Siebert, Estephan Wagner y Abou Bakar Sidibé, que se hizo con el Segundo Premio del Jurado. El primero desarrolla de forma algo torpe, con demasiada información, los progresos de un agente de la NSA y su posterior enfrentamiento con el Gobierno de Estados Unidos tras lo ocurrido en Nueva York el 11 de septiembre de 2001. El segundo está grabado por un inmigrante africano que vive, junto a muchos otros, en un monte marroquí a la espera de saltar la valla de Melilla para entrar en Europa. Sidibé graba cómo viven estos inmigrantes y cuáles son sus deseos e ilusiones. Para más información de este último, reseña aquí.
Palmarés completo:
Sección Oficial Largometrajes
Primer premio del jurado: When Two Worlds Collide
Segundo premio del jurado: Les sauteurs (Those Who Jump)
Premio especial del jurado: The Land of the Enlightened
Mención especial del jurado: Tempestad
Premio del público: Sonita
Sección Oficial Cortometrajes
Primer premio del jurado: My Aleppo
Segundo premio del jurado: Then Then Then
Premio especial del jurado: Pele de pássaro
Mención especial del jurado: Der bittere Apfel vom Stamm
Premio del público: Yo no soy de aquí
Panorama del Documental Español
Premio al Mejor Documental Español: La mayor locura
Premio Movistar+: The Other Kids