La noche de Magüi Mira: la aventura permanente
Por Horacio Otheguy Riveira
Estreno mundial de César y Cleopatra dirigido por la responsable de la puesta en escena de El perro del hortelano, Madame Bovary, Kathy y el hipopótamo, En el estanque dorado, El discurso del rey, entre muchas otras en las que participó también como actriz. La noche de Magüi Mira es oscura y diáfana, mejora navegando en los contrastes; un misterio que se va desvelando, poco a poco, función a función, teatro a teatro…
Un encuentro entre recuerdos, sombras vagas, luces fascinantes, voces y rostros difuminados por el tiempo: el misterio del teatro es sólo memoria. Si tienes un video de la representación no será más que una sombra chinesca. Y entre bambalinas, aparece ella, la chica que arribó a Madrid desde Valencia, impactando con su audacia y su talento en el primer monólogo tomado del Ulises de James Joyce, obra para muchos inaprensible, tremendamente absurda o alocada o desesperante, y para otros una maravillosa diversión cargada de mensajes secretos. Pues llegó Magüi al sacrosanto teatro María Guerrero con adaptación y dirección de Sanchis Sinisterra y muchos descubrieron que desde un escenario, una mujer y una cama podían hacer circular la sangre de otra manera, antiguas y viejas pasiones, literatura y teatro, nace una actriz que desde entonces, entre sábanas revueltas y muchas capacidades después… reavivó la escena nacional y fue midiendo fuerzas tomando posesión del teatro como una aventura permanente, audaz, compleja, fascinante, divertida y trágica: ella sabe muy bien cómo aunar esas fuerzas opuestas y dejar que la noche se ilumine para expresar su propia voz, su estilo, su pasión de máscaras y ensueños, de realidades infinitas, de ensueños tragicómicos y verdaderas conquistas amorosas de las de para siempre…
Estuvo en Mérida hace 19 años como protagonista de Antonio y Cleopatra, de Shakespeare, la pasada temporada dirigió Pluto. Así que ahora la noche vuelve a envolverla con un proyecto atípico, rompedor como pocos: Ángela Molina y Emilio Gutiérrez Caba son los ya vencidos líderes de tiempos muy lejanos, mientras Lucía Jiménez y Marcial Álvarez asumen los mismos personajes en el fragor de sus batallas amorosas, sexuales y políticas.
Cuatro hermosas fieras entregadas a las manos, la voluntad y el talento de una directora que no es domadora, pero sí reconstructora de intérpretes hasta convertirlos en personajes. Hay que verla deambular en las soledades donde se quiebra ese porte altivo que acostumbra; hay que verla a cierta distancia para degustar a la mujer que trabaja muy duro con sus ideas y sus emociones y un respeto enorme por los actores que dirige, pero a su vez una exigencia que sabe indispensable, como la que tiene con ella misma cuando interpreta (por ejemplo, su último glorioso trabajo junto a la formidable Ana Wagener: La anarquista, de David Mamet).
En esta ocasión se trata de una completa invención de Emilio Hernández, habitual escritor de las puestas en escena de Magüi Mira, una noche luminosa en la que la actriz que fue Cleopatra hace tiempo es ahora la directora de este César y Cleopatra en el que se intenta indagar en muchos factores humanos que unen el pasado histórico con el legendario y las ambiciones del presente.
Esta vez no podré asistir al estreno en Mérida (del 22 al 26 de julio), de manera que tendré que esperar a la reposición en Madrid, primavera de 2016. Pero bien sé que el arriesgado concepto que ha trabajado Magüi se traducirá en muchos juegos de luces y espacios donde la palabra cobre un significado doble o triple envuelta en melodías importantes: humanas criaturas que deambulan por una cornisa, una cuerda tensa de la que pueden caerse para volver a levantarse, vivos o muertos, la tragedia de la existencia (el ser humano es el único ser vivo que sabe que morirá) con elementos de comedia sin los cuales no se puede llegar al final, cualquiera que este sea.
La trayectoria de Magüi Mira está llena de detalles enriquecedores sobre esta visión teatral con una carga profunda de filosofía y de ganas enormes de seguir aprendiendo. Ahora el gran espacio del Festival de Mérida la acoge con un proyecto muy original, y ella pondrá toda su sabiduría, sus miedos, inseguridades y pasiones sobre el asador: la cocción será lenta y productiva, y su mirada se poblará de nuevas luces que sabrán iluminar los siguientes montajes…
En el limbo de la eternidad, César y Cleopatra se reencuentran en 2015. Dos amantes, dos cómplices, dos aliados, dos formas de ejercer el poder se enfrentan o se suman… Una propuesta divertida y dramática. La música, la danza y la luz sirven de armas y de artes a cuatro grandes actores que van a hacer gozar y pensar al espectador con el más puro teatro…
César y Cleopatra
Dramaturgia de Emilio Hernández
Dirección y espacio escénico: Magüi Mira
Música original: David San José
Iluminación: José Manuel Guerra
Vestuario: Juan Sebastián
Coreografía: Nuria Castejón
Teatro Romano de Mérida del 22 al 26 de julio 2015
JULIO 2015
22 al 26 Festival de Mérida
31 Festival de Olite, Navarra
AGOSTO 2015
2 Cartagena
OCTUBRE 2015
3 San Sebastián de los Reyes
4 Getafe
11 Alcalá de Henares
16 y 17 Palma de Mallorca
NOVIEMBRE 2015
5 Ávila
11 Logroño
18 a 20 Zaragoza
ENERO 2016
23 Murcia
MARZO 2016
10 al 13 Sevilla
ABRIL 2016
2 Móstoles
8 Paterna
9 Villena
10 Castellón
ABRIL-MAYO 2016
13 abril al 1 de mayo Barcelona (Teatro Romea)
MAYO 2016
6 Lorca
7 Roquetas de mar
MAYO-JUNIO 2016
11 de mayo al 5 de junio Madrid (Teatro Bellas Artes).