El nadador en el mar secreto, de William Kotzwinkle
Por Silvia Pato. @SilviaP3
- Año edición: Octubre de 2014
- Editorial: Navona
- Autor: William Kotzwinkle
- Traducción: Enrique de Hériz
- ISBN: 978-84-16259-00-7
- Número de páginas: 96
Serenidad. Esa es la sensación que deja en el ánimo El nadador en el mar secreto.
Esta novela, concisa en sus formas, perfecta en sus preámbulos y con una prosa que, aun cuando pueda creerse aparentemente sencilla, lo cierto es que se encuentra repleta de símiles y metáforas en cada uno de sus capítulos, nos conduce a través de la historia del nacimiento de un niño relatada por su padre.
Su autor, el estadounidense William Kotzwinkle, ha escrito libros infantiles y novelas de género fantástico, recibiendo premios como el World Fantasy Award y el Prix Littéraire des Bouquinistes des Quais de Paris. No obstante, El nadador en el mar secreto supone un hecho aislado en medio de su producción bibliográfica.
A través de la emoción contenida de cada una de sus páginas, sin excesos y sin sentimentalismos, uno acaba teniendo la sensación de que Kotzwinkle escribió esas líneas, narrando un suceso autobiográfico, como una especie de catarsis. Probablemente, este hecho sea el que la dota de una estremecedora belleza.
Lo que cautiva de la novela, breve en su extensión y parca en sus personajes, es la forma poética en la que se narra uno de tantos nacimientos que no se desarrolla con la facilidad que se desea. En este punto, cabe destacar la traducción realizada por Enrique de Hériz, ya que difícilmente hubiera podido respetarse la esencia de esta historia, así como el estilo fascinante de su autor original, sin el buen hacer de su traductor.
Si hay algo que sorprende gratamente en El nadador en el mar secreto es la desmitificación que hace Kotzwinkle del momento del parto. En este mundo en el que todo se nos vende edulcorado, hermosísimo y con imágenes limpias y asépticas, protagonizadas por mujeres perfectas, siempre hermosas y a las que no se les electriza el cabello, el narrador se acerca al instante del nacimiento con los ojos del observador atento, libre de prejuicios y de complejos, rendido, sin embargo, a la pureza del amor más desinteresado.
Podría decirse que la obra tiene diversas lecturas, tal y como poseen todas aquellas historias que resultan una alegoría de la vida, resumiendo en sus páginas todas las tristezas y las alegrías por las que esta se caracteriza.
Cualquier lector es capaz de enumerar un sinfín de motivos por los que lee, y entre todos ellos, sin duda, mencionará el sentirse vivo, el emocionarse, el experimentar otras existencias. Y esta es una novela para sentir. Que se abstengan aquellos que difícilmente empatizan con sus semejantes, y aquellos otros que esperan algaradas y sucesos escabrosos o golpes de efecto de un narrador tramposo cuando leen, porque, si bien es cierto que Kotzwinkle optó por la prosa, bien podría haberla escrito en verso.
En resumen, El nadador en el mar secreto es una exquisitez para paladear en un par de horas, que consigue ubicarnos en la imprevisibilidad de nuestra propia existencia y en la fragilidad de nuestras vidas; un libro de esos que, cuando lo acabas, todavía permaneces en sus páginas.