Las flores no sangran, de Alexis Ravelo
Por Marisa Arias.
Páginas:336
Editorial: Alrevés
Precio:18 euros
Portada rústica con solapas
Año de publicación: 2015
Hablar de ‘Las flores no sangran’ es hablar de una novela negra, muy negra. Pero, cuidado, no estemos serios. Estoy hablando de algo fácil de leer, pero nada fácil de construir. Engancha tanto que te enamora con sus personajes y sus vidas, sus penas y alegrías, sus momentos de suerte o sus momentos de desdichas. Por lo tanto, se hace muy especial y única para tenerla en la biblioteca de casa como joya de la literatura ‘noir’ actual española. Y no lo digo yo, lo dicen los expertos en esto de la escritura.
Hay varios elementos a destacar, acorde a mis impresiones, que, mezclados, forman la esencia de esta gran historia: el tiempo en el que discurre la trama (un día, lo cual la hace rápida); el toque de humor, que hace que los personajes, puros, poco contaminados y con un lenguaje tan callejero, nos sitúen de lleno en ese marco especial de los secuestradores, y por último, elegir esta sociedad que nos rodea incluyéndola con algunas de sus enfermedades (mafia rusa, blanqueo de dinero, movimientos urbanísticos extraños, ladrones , timos o interrogatorios policiales que la completan). Al final de su lectura te queda el sabor de que los malos no son tan malos. Es más dañino el podrido escenario que tienen alrededor, en el cual viven y el cual nos hace plantearnos las mismas dudas, que las pobres mentes de estos cuatro o cinco golfos de poca monta.
Pero veamos su argumento en pocas líneas. Una banda de poca monta situada en Gran Canaria tiene una idea para obtener dinero de un millonario canario. Una idea sin mucha dificultad, claro, para desarrollarla en la misma bella isla del mojo picón donde viven. Como plan parecía perfecto, pero obviamente todo se puede venir abajo en cuestión de horas, como inoportuna tormenta de esas que azotan la isla. Sus personajes principales algo idiotas (o no, quién sabe): Lola, El Marqués, El Flipao , El Salvaje… En el otro lado del ring, Isidro Padrón, un ‘empresario’ y una secuestrada, Diana, hija de este oscuro millonario. El final hay que leerlo y no digo más. Los personajes piden atención y en eso el autor, Alexis Ravelo, no se ha quedado atrás. Hace música con sus vidas. Eso está claro.
Si hay algo que no pasa inadvertido es desde luego el juego extraño de maldad y humanidad. La novela es pura cura. La narración se hace muy rápida. El concepto de esperanza, sublime en esta novela, se mezcla con el puro instinto de supervivencia. Eso mismo, junto a su trama, atrapa al elector desde su arranque.
Tan solo me queda decirle a Alexis Ravelo que me haré con ‘La estrategia del pequinés’, porque esta novela… ¡me ha sabido a poco!