Pepón Nieto y Anabel Alonso en un «Eunuco» divertido y musical
Por Horacio Otheguy Riveira
¿El humor ágil y flexible, con su farsa clásica y sus pasos de comedia contemporánea? ¿Una comedia extravagante que tiene por decorado un cubo que se mueve con luces interiores? ¿Canciones estupendas que aparecen cuando menos se las espera? ¿Una revista musical con números muy dosificados y, oh, sorpresa, el raro cubo del principio se despliega como un esqueleto lleno de posibilidades? Esto y mucho más en «El eunuco», un auténtico show donde todos los actores son estrellas.
Lo primero es lo primero, bien nutrido de ingenio por una actriz con muchas tablas y un encantador gancho con el público: Anabel Alonso presenta a su personaje de ramera en la cincuentena con dos clientes óptimos, uno mayorcete e impotente con dinero, y otro más joven, pobretón y tontorrón como él solo, aunque guapo y cumplidor, pero es que la señora necesita más dinero, mayores aventuras, desenvolverse de otro modo atrapando quizás el último chollo, entre una esclava por aquí y un eunuco por allá.
Anabel se presenta, cuenta su historia, convence, divierte y seduce a los espectadores y va dando paso a una aventura tan divertida como hábil en el manejo de personajes y situaciones, con la dinámica sabia de dos autores con amplia experiencia como Jordi Sánchez y Pep Anton Gómez (en esta misma sala, formidable Mitad y mitad con sólo dos personajes a cargo de Pepón y Tejero).
Sánchez y Antón Gómez se fueron muy lejos para pillar El eunuco de Terencio (nada menos que a Roma, donde el autor murió en el año 159 antes de Cristo), y pillaron bien: un crack de la farsa que parodia las debilidades humanas de todos los tiempos: dinero, sexo y amor, en cualquier orden, según vayan cayendo las oportunidades.
Con este material, el dúo de autores —el segundo es el director, con muchos y nobles recursos—, aprovecharon también los elementos propios de la comedia de enredos del siglo de oro y del vaudeville del XIX, todo bien conjugado, sin alharaca de nuevo rico, ni pedantería de cultismos que no vienen al caso: todo fluye en un tono revisteril de alta calidad, de alta escuela que les permite, por ejemplo, contar con dos estrellas indiscutibles del humor como Anabel Alonso y Pepón Nieto, y a la vez desplegar un reparto donde todos brillan con luz propia y mucho talento, encadenando felices sorpresas a lo largo de más de dos horas.
Todo el mecanismo funciona a la perfección. Cuando el enredo se va complicando cada vez más, la comedia ya está expuesta y necesita desplegar escenografía y alas de teatro, así que ya por la mitad de la función, con el público expectante, hace su aparición el género musical cuando no estaba en absoluto y muchos ni lo esperaban: y es el gran Jorge Calvo (inolvidable Rubén Darío en Luces de Bohemia; el burócrata bobalicón de Así es, si así os parece; el pobre iluso de La Chunga…) quien da el primer paso marcándose canción y baile en el punto justo en que la función se renueva: «Ya no hay marcha atrás».
A partir de aquí todo se agiliza y enriquece provocando un ascendente interés, en gran medida de la mano de Asier Etxeandia y Tao Gutiérrez creadores de una composición musical que juega con personajes y actores desarrollando una fiesta de géneros donde hay de todo un poco, como por ejemplo un tango, un bolerazo, un tema de jazz potente y un número de salsa… Y por todas partes voces adecuadas, con algunas interpretaciones sobresalientes por parte de María Ordóñez, Jordi Vidal y Antonio Pagudo, los tres provocando merecidas ovaciones.
Los tradicionales efectos cómicos (donde Pepón se lleva la palma) se unen a otros de diverso estilo para que las humanas ambiciones y los ardientes deseos carnales vayan detrás de un guapo y falso eunuco. Detrás de todo el estupendo entramado (que arrancó con gran éxito en el Festival de Mérida 2014, y no para de llenar teatros) hay un trabajo minucioso en todos los aspectos: desde la filigrana del texto hasta el mínimo elemento de puesta en escena, pasando por un casting ideal, al servicio de un juego tan brillante como encantador.
El eunuco
Autores: Jordi Sánchez y Pep Anton Gómez
Versión libre de la obra homónima de Terencio
Dirección: Pep Anton Gómez
Intérpretes (por orden de intervención): Anabel Alonso, Marta Fernández Muro, Jorge Calvo, Antonio Pagudo, Pepón Nieto, Jordi Vidal, María Ordóñez, Alejo Sauras, Eduardo Mayo
Composición musical: Asier Etxeandia y Tao Gutiérrez
Dirección musical: Tao Gutiérrez
Diseño escenografía: Eduardo Moreno
Diseño vestuario: Sandra Espinosa
Diseño iluminación: Miguel Ángel Camacho
Coreografía: Chevi Muraday
Fotos: Kike Rincón
Lugar: Teatro La Latina
Fechas: Hasta el 22 de marzo de 2015
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