Estremecedora versión de «Rinoceronte» con Pepe Viyuela y Fernanda Orazi
Por Horacio Otheguy Riveira
Teatro de vanguardia en 1959. Teatro de vanguardia en 2014. La vertiginosa carrera de la gente convertida en una masa indiscriminada para disolver el miedo de la propia existencia y la capacidad de ser uno mismo. El genial lenguaje dramático de Eugène Ionesco planteado por la dirección de Ernesto Caballero con una envolvente puesta en escena que potencia las calidades de la obra y el siempre esperanzado mensaje final.
La libertad de la fantasía no es ninguna huida a la irrealidad;
es creación y osadía.
Una obra maestra puesta en pie con todo lujo de detalles espléndidos: excelentes actores para los papeles más breves como para los principales, un diseño de luces cinematográfico de fabulosa precisión en un juego de cine negro muy bien integrado en la escenografía y el vestuario, componiendo figuras con una austeridad urbana bellamente descarnada, seguidos de cerca por una creación musical de matices también envolventes.
Toda esta versión del Rinoceronte de Ionesco (que no se veía en Madrid desde 1961) es un hermoso trabajo en equipo que llega al alma, con una carga ideológica más fuerte aún que la de la época original en plena guerra fría, escrita por un exiliado del comunismo rumano en el París de la gran libertad cultural del continente.
Hoy, el grito de «No me entregaré» tiene el vigoroso empeño de bloquear el mensaje cínico de las democracias bipartidistas del pensamiento único. Ya no es el terror rojo de los totalitarismos imperantes el que atenaza conciencias, sino el falso sistema de un mundo de «rinocerontes» bien establecidos para limitar constantemente nuestras libertades a través del acoso económico de un sistema al servicio de grandes intereses: obedecer, masificarse, acatar sin rebeldía.
Se trata, sin embargo, de un gran teatro —aquí y ahora, mal llamado del absurdo— que no necesita del discurso mitinero para lanzar un poderoso discurso político a través de la vida cotidiana de personajes que creen vivir una vida propia, con su alta dosis de estupidez, cinismo y sencillas costumbres amistosas… hasta que se revuelve la necesidad de un estallido emocional de cambio. La mayoría se adapta a la corriente del río que nos lleva, pero algunos resisten al máximo y sólo uno es capaz de resistir a tope con sus débiles fuerzas.
Un teatro con un gran sentido del humor tragicómico, que necesita mucha inventiva de puesta en escena para acercarlo al mundo audiovisual del espectador de este tiempo. Así resplandece la perspectiva de todo este equipo del Centro Dramático Nacional con un director que viene de ofrecernos la mejor versión del Montenegro de Valle Inclán, aquí con gran parte de aquel equipo técnico.
Rinoceronte
Autor: Eugene Ionesco
Versión y dirección: Ernesto Caballero
Intérpretes (por orden alfabético): José Luis Alcobendas, Ester Bellver, Fernando Cayo, Bruno Ciordia, Paco Déniz, Chupi Llorente, Mona Martínez, Paco Ochoa, Fernanda Orazi, Juan Antonio Quintana, Juan Carlos Talavera, Janfri Topera, Pepe Viyuela, Pepa Zaragoza
Escenografía: Paco Azorín
Vestuario: Ana López Cobos
Iluminación: Valentín Álvarez
Música y espacio sonoro: Luis Miguel Cobo
Movimiento escénico: Marta Gómez
Fotos: Valentín Álvarez
Lugar: Teatro María Guerrero. Centro Dramático Nacional
Fechas: Del 17 de diciembre de 2014 al 8 de febrero de 2015
Encuentro con el público: 17 de enero, al finalizar la representación. Entrada libre hasta completar aforo
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