Goethe, el nombre clave en el romanticismo alemán

Por Pilar Martínez.

La novela, la ciencia e incluso la ciencia fueron algunos pilares fundamentales en los que  se sostuvieron su vida. Fue uno de los escritores que más influyó al Romanticismo, movimiento que de hecho ayudó a fundar. Algunos de sus compañeros de profesión como George Elliot lo calificaron y definieron como «el más grande hombre de letras alemán». A pesar de la importancia que tuvo la escritura en su vida, nunca terminó de abandonar el sueño de dedicarse a una carrera científica.

La obra de Goethe comprende esos pilares fundamentales. Así encontramos en ella géneros como la novela, la poesía lírica, el drama y por supuesto varios controvertidos tratados científicos. De esta manera Goethe influyó de manera clara no solo en el denominado Romanticismo, sino también en muchos autores contemporáneos suyos así como posteriores. Además la huella dejada en demás compositores, pensadores y en la filosofía alemana posterior, alcanzó magnitudes insospechadas.

La Revolución francesa supuso un gran cambio en la mentalidad  de Goethe el cual definió el desarrollo y la violencia provocada por la misma como una auténtica atrocidad. Aquello fue plasmado en alguna de sus obras del momento como La hija natural o Germán y Dorotea. La obra del escritor se calificó como una de las más bastas, ya que en muchas ocasiones reescribía algunas obras o volvía sobre otras acabadas o inacabadas las cuales corregía o ampliaba.

Sin lugar a dudas dentro de la extensión de su obra, encontramos una novela que sobresalió sobre todas las demás de manera amplia. Fausto se convirtió en el escrito clave y más famoso del autor. En ella encontramos como principal a Fausto, un erudito de gran éxito, pero también insatisfecho con su vida, por lo que finalmente decide hacer un trato con el diablo , intercambiando su alma por el conocimiento ilimitado y los placeres mundanos. Debido al éxito que consiguió y mantuvo, Fausto se erigió como base obligada y necesaria para muchas obres literarias posteriores así como artísticas, cinematográficas e incluso musicales. Su inspiración se basó como muchas leyendas en hechos ciertos, y encontramos como moraleja principal que a veces el deseo de conocimiento que todos tenemos, puede llevar a una auténtica miseria moral.

Para Goethe la escritura se transformó en una forma de autoindagación. A diferencia de muchos escritores conocidos, nuestro autor no refleja en sus escritos su filosofía, y psicología, sino que a través de la escritura el se creaba, se reflejaba y se esculpía a sí mismo. De la misma manera encontramos un auténtico modelo moral a través del cual intenta  buscar lo mejor de si mismo, y en consecuencia de su literatura, dando muestra así en sus obras de sus logros y hallazgos.

Lo que si podemos decir es que Goethe no creó un estilo propio ni se sirvió de él para la publicación de sus diversas obras. Tampoco fue un renovador de las obras de su tiempo, por lo que utilizó formas ya establecidas para llevar a cabo todas sus indagaciones personales. Por ello muchos historiadores y críticos concluyeron que nunca le interesó la literatura como un fin en sí mismo, de hecho dedicó parte de su vida a la escritura de baladas populares utilizando la forma estrófica tradicional. Esto hizo que algunos autores como T.S Elliot pronunciaran algunas palabras sobre Goethe que no fueron muy favorecedoras «Goethe coqueteó con la filosofía y la poesía sin hacer nada especial con las dos». A pesar de ello la figura que de Goethe se impuso fue la de piedra fundamental en la fundación del romanticismo y de uno de los grandes genios de la literatura universal. La oposición al clasicismo y a la racionalidad brillaron en la obra de Goethe así como  el arte basado en la libertad, sentimiento y la espontaneidad.

Hoy en día su apellido da nombre al Goethe_institut, organismo que se encarga de difundir la cultura alemana a todo el mundo, y un claro ejemplo del hombre que Goethe fue y de como a través de su obra y personalidad el pueblo germánico volvió a recuperar su espíritu y literatura.