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Jeff VanderMeer a propósito de «Aniquilación», su último trabajo

 

«Toda esta parte del territorio llevaba décadas abandonada, por motivos que cuesta referir. Nuestra expedición era la primera que se adentraba en el Área X desde hacía más de dos años; buena parte del equipo de nuestros predecesores se había oxidado y sus tiendas y refugios eran poco más que caparazones. No creo que nadie viera la amenaza contemplando aquel paisaje inalterado

Aniquilación, de Jeff VanderMeer.
Aniquilación, de Jeff VanderMeer.

La obra de ficción del novelista y editor Jeff VanderMeer se ha traducido a veinte idiomas y ha aparecido en la Library of American Fantastic Tales y en muchas antologías. También escribe para The Washington Post, The New York Times Book Review, Los Angeles Times y The Guardian, entre otros. Aniquilación es el primer volumen de la Trilogía Southern Reach, una serie que crea un mundo como nunca has imaginado y que nos enfrenta al extraño que se esconde dentro de nosotros mismos. Esta trilogía llega precedida de la gran acogida que está teniendo en EEUU, donde los críticos la señalan como la nueva serie de culto. Paramount Pictures ya ha adquirido los derechos para la adaptación cinematográfica. La segunda parte, Autoridad, se pondrá a la venta en España en septiembre, y la última entrega, Aceptación, verá la luz en noviembre.

 

Aniquilación.  Jeff VanderMeer.  Editorial Destino, 2014.  256 páginas.  17,50 €

En un futuro no determinado, el Área X es un lugar remoto y escondido declarado zona de desastre ambiental desde hace décadas. La naturaleza salvaje ha conquistado el lugar y su acceso está prohibido. La agencia estatal Southern Reach ha enviado diversas expediciones pero casi siempre han fracasado: todos los miembros de una expedición se suicidaron; otros enloquecieron y acabaron matándose entre sí, y los integrantes de la última expedición regresaron convertidos en sombras de lo que un día fueron. Ésta es la expedición número doce. El grupo está compuesto por cuatro mujeres: una antropóloga, una topógrafa, una psicóloga y la narradora, una bióloga. Su misión es cartografiar el terreno y recolectar muestras, anotar todas sus observaciones tanto de su entorno como de sus compañeras. Pronto descubren una gran anomalía geográfica y formas de vida más allá de todo entendimiento. Mientras se enfrentan a una naturaleza tan bella como claustrofóbica, el pasado y los secretos con los que cruzaron la frontera se vuelven cada vez más amenazantes.

 

P.- ¿Cómo te planteaste escribir este libro y por qué en forma de trilogía?

La historia me llegó como un sueño. Yo estaba caminando por un túnel y me di cuenta de que había palabras en la pared que cobraban vida, frescas, como si estuviesen escritas por la propia naturaleza. Quería saber quien era el artífice de esas palabras, y notaba que estaba cerca, pero me pareció que si seguía adelante ya no tendría aliciente para escribir la historia, así que me levanté y me puse a anotar aquel sueño para no olvidarlo. Por la mañana, ya tenía los personajes y la trama en mi cabeza. Era el momento de empezar a escribirlo.

En cuanto a la trilogía, en realidad es un cuarteto colapsado. Al principio me planteé que fuesen cuatro libros, pero cuando llegué a la mitad del segundo descubrí que se quedarían en tres. Era una forma de liberarme, de no sentirme obligado a desvelar todos los misterios de manera apresurada.

 

P.- ¿Por qué todos los personajes son mujeres? ¿No te hubiera sido más cómodo ponerte en la piel de un protagonista masculino?

Mis personajes siempre son femeninos. No creo que escribir sobre hombres me resultara ni más ni menos cómodo. La dificultad está básicamente en el contexto en que insertas a los personajes, no en su sexo. Pero en esta novelano me paré a pensar mucho en ello. Se trata de una expedición de chicas que se tienen que enfrentar a situaciones muy duras en un contexto totalmente aislado. Ellas están dentro del Área X, alejadas de la sociedad, ninguna tiene nombre, ni descripción. Buscaba que el lector no las juzgase basándose en lo que parecen físicamente, sino en lo que hacen y dicen, en sus interacciones con el entorno y en su esencia. De ahí que no importara mucho su sexo, si acaso el hecho de que sean todo mujeres puede hacer más extraño el caso.

 

P.- En el libro te vales de una amenaza extraña para jugar con el miedo de los personajes y por tanto, del lector. ¿Es necesario saber mucho sobre la mente humana para llegar a ese punto?

Confío en gran medida en mi subconsciente. No considero que sea necesario ser psicólogo para poder jugar con el miedo. En este caso me sirve para trazar el arco de transformación de los personajes, para dibujar aquellos elementos que producen inquietud; pero siempre guiado por mi instinto. En el fondo me hago una composición como los surrealistas hacían en sus pinturas.

 

Jeff VanderMeer.
Jeff VanderMeer.

P.- ¿Hay algún temor tuyo que especialmente te interesase volcar en la novela?

A menudo voy de excursión a unos parques del norte de Florida, San Mark, y aunque hay muchas cosas que no tienen por qué ser especialmente aterradoras, la inquietud y el temor surgen precisamente de estar en un lugar aislado: cada persona responderá de forma diferente a una situación así. Si me pongo a pensar, sin duda, uno de mis miedos sería entrar en una torre o un túnel oscuro sin saber lo que me espera.

 

P.- ¿Se documentó mucho sobre lo que hace realmente un biólogo?

Lo hice y en profundidad. Me gustó esa fase de la creación porque hubo una época en la que quise ser biólogo marino. De hecho, la protagonista no es una bióloga muy ortodoxa, ni profesional; ha sido despedida varias veces de otros tantos empleos. Esa parte fue divertida. Aunque es verdad que la mayoría de las memorias de la bióloga son tomadas de mi propias vivencias por el norte de Florida y los espacios del Refugio de San Mark, recuerdos de largas caminatas y otras experiencias.

 

P.- En este primer libro los personajes no utilizan la tecnología moderna para abordar el medio ambiente, la naturaleza salvaje.

Sí, hay una razón para ello: lo que está sucediendo en el área X bloquea cualquier tecnología usada con demasiada facilidad. Aprendieron de las malas experiencias en el pasado, y saben que si lo hacen, pueden ocurrir cosas ciertamente terribles. En cierto modo, pero en una escala menor, es como cuando dos culturas que se conocen pero chocan, empiezan a comunicarse pero todavía no han encontrado el punto adecuado para esa conexión. Uno de los mensajes importantes es que el lenguaje no quiere decir lo mismo en el área X que para los visitantes de dicho espacio.

 

P.- ¿Cómo cree que una hipotética zona X podría afectarnos, si no pudiésemos controlarla ni parar su crecimiento o expansión?

Ese punto está más tratado en el segundo y tercer libro, pero creo que una de las claves podría ser que allí se está volviendo a un estado original, una especie de estado pre-humano, que es probable y que supone una amenaza. Es el dilema que enfrenta a los científicos en el segundo libro: cómo investigar sobre algo que no quiere comunicarse con nosotros, y que además lo único que está haciendo es borrar cualquier evidencia de la presencia humana.

 

P.- ¿Cree que un desastre medioambiental como el ocurrido en la zona X podría darse realmente hoy día?

La falta de cualquier huella de humanidad en ese lugar supone un algo que podría antojarse terrible para nosotros, pero no necesariamente es un hecho negativo para el medio ambiente. De hecho la amenaza de que ocurra algo similar no queda tan lejos de la ciencia ficción como podría parecer. El calentamiento global y las grandes catástrofes que provocamos, son signos de que esa hipotética área podría quedar cercana en el tiempo. El libro no pretendo que sea un manifiesto pero sí un reflejo de esas situaciones extremas y terroríficas que ha llegado a provocar el hombre. No hay que irse muy lejos para recordar los desastres ocasionados por vertidos de petróleo en el mar.

 

P.- ¿Puede avanzarnos algo de los próximos libros de la serie?

El segundo libro es como una expedición dentro de Southern Reach, la agencia que organiza y dirige las expediciones. El punto de vista es desde el nuevo director que llega a la agencia y descubre todo lo que allí se está organizando y los secretos que oculta. Potencialmente podría leerse al margen de Aniquilación y aún así, sería una buena experiencia de lectura. La historia y la trama avanzan pero con un enfoque distinto. Me baso mucho en mis propias experiencias de trabajo con los organismos gubernamentales y lo absurdo y extraño que pueden llegar a conseguir. Imagina un organismo que ha estado fallando durante 30 años en la resolución de un misterio y lo que ello puede provocar en las personas que trabajan para él… imagina la atmósfera generada. En esta ocasión se aclararán muchas de las cuestiones que ya te has planteado en el primer tomo.

 

Por Benito Garrido.

 

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