Los mejores sketches de Monty Python… Made in Spain
Por Horacio Otheguy Riveira
Un show irreverente, que empieza metiéndose con el Ministro de Justicia y continúa con el Papa, un par de jueces, y un buen caudal de sorpresas.
L´Om Imprebís —una compañía que trabaja textos clásicos y contemporáneos— y los cinco grandes del buen humor que conforman Yllana —adictos al humorismo gestual con efectos sonoros— son brillantes burladores que vuelven diez años después de su debut y en muy buena forma, unidos para festejar la insolente carcajada que despiertan los británicos que integran Monty Python, logrando un renovado triunfo en su adaptación española. Una versión donde no falta de nada y que el público festeja con evidente deseo de repetir.
No hay sector social que no sea burlado: desde el Ministro de Justicia anunciado por un presentador que tiene muchas dificultades para hablar con claridad hasta la familia tradicional, reconvertida en un pater familias que se queja de su alto nivel social con un hijo que prefiere ser minero antes que disfrutar del confort burgués, y —de impecable traje y corbata— le espeta: ¡Padre, en la vida no todo es cultura!
No falta la concursante de televisión que aspira a recibir un martillazo en la cabeza o,
“si no es mucho pedir, preferiría una patada en el coño”; y a la que le responden: “Lo siento, señora, es mucho pedir, eso se nos sale del presupuesto”.
De pronto bailan, hacen el clown, lo mismo que se echan una canción típica de musical, o se mezclan con el público logrando hilarantes situaciones o dan el pego con un grupo de millonarios que se ufanan de sus comienzos en la pobreza misérrima: una verborrea delirante en la que compiten a ver quién fue más pobre-pobre-pobre de la muerte, que termina con el orgullo de aquel que asegura sufrir tanto que “se levantaba para ir a trabajar media hora antes de acostarse”.
El delirio se expande en un mosaico de situaciones disparatadas que sirven para generalizar la rabia de pertenecer a una época infame en la que de pronto reciben una notificación alarmante:
“Nos envían una carta en la que nos piden que no nos desahoguemos con los políticos, que no hagamos sketches sobre políticos poniéndolos como seres desalmados, desconsiderados, auténticos balandras que sólo piensan en su comodidad y en absoluto en el servicio a los ciudadanos… Algo que jamás nos atreveríamos a decir en este escenario”.
Este homenaje a los Monty Python tiene mucha actualidad, más aún si recordamos que estuvieron prohibidos en la España franquista y que sorprendieron en plena transición con sus series de televisión y películas como La vida de Brian y El sentido de la vida, maestros del humor absurdo, surrealista, ingenioso y eminentemente social, políticamente revoltoso en el que no dejan títere con cabeza.
Este espectáculo tuvo una primera versión en 2004 y estuvo en cartel durante tres años superando las 1000 representaciones. Ahora regresa con algunas escenas renovadas, aunque el cambio más importante se ha realizado en la parte musical, más roquera…
En 1994. L´Om Imprebís introdujo en España el teatro de improvisación y desde entonces ha llegado a más de medio millón de espectadores en diez países, donde se les brindaron los premios más destacados.
Producciones Yllana ha producido funciones espléndidas, siempre destacadas en estas páginas, estrenadas en su propio teatro Alfil donde se consagran a sí mismos en complejas puestas en escena extraordinariamente críticas con el mundo que nos rodea a la par que divertidas, para toda la familia o para adultos y que también han dado la vuelta al mundo.
Cabe destacar que esta reposición coincide con la vuelta a los escenarios de los cómicos británicos en el pasado mes de julio en Londres, donde vendieron veinte mil entradas en tan solo 43 segundos.
Los mejores sketches de Monty Python
Autores: Monty Python
Traducción y adaptación: L´Om Imprebís e Yllana
Directores: Santiago Sánchez (L´Om Imprebís) y Joe O´Curneen (Yllana)
Intérpretes: Carles Castillo, Sandro Cordero, Balbino Lacosta, Ramón Merlo, Carlos Heredia
Lugares:
Teatro Caser Calderón. Desde el 8 de enero de 2014 hasta el 20 de abril.
Teatro Alfil, del 30 de abril al 25 de mayo.