EscenaViajen al fondo

Asier Etxeandia, el actor, el cantante… ‘El intérprete’

 

Por Horacio Otheguy Riveira

Un show con el ritmo y el esplendor de alguien que aprendió a hablar cantando, repitiendo las canciones que sonaban en la radio de su infancia, y que en su boca se transformaban para ser él mismo el divo absoluto.

Un niño solitario que se ponía de cara a la pared para escucharlo todo mucho mejor, como si estuviera en escenarios íntimos y a la vez fantásticos: su propia voz como si llevara micrófono, y el aplauso incondicional de sus amigos invisibles.

En 2003 superó la audición para cubrir el papel de presentador de Cabaret con dirección del inglés Sam Mendes, más conocido como director de cine (American Beauty). El carácter provocador, sexualmente ambiguo del personaje que se había hecho popular en el cine muchos años antes, ya era muy conocido por Asier Etxeandia quien se lo sabía de memoria a temprana edad.

La familia reunida escuchando la grabación de la película y él representando en inglés la comedia-dramática del cálido, morboso, encantador… cabaret alemán de entreguerras donde los sueños explotaban entre nubes de tabaco, altas dosis de alcohol y mujeres deliciosas:

“Bienvenidos al Cabaret. Dejen sus problemas en la puerta, que la vida es complicada, ¡olvídenlo! Aquí dentro la vida es hermosa”.

En aquel gran éxito comenzó un viaje de notables ensueños hechos realidad donde el hijo único, con un punto autista, que cantaba por los rincones de la casa para sus amigos invisibles empezaba a dominar el arte teatral a sala llena y con aplausos si no más verdaderos, sí más reales, con dinero contante y sonante y ovaciones de anónimos que empiezan a adorarle.

 

Asier Etxeandia.

 

El viaje de Asier por el teatro tiene momentos apoteósicos. Después de Cabaret sobrevivió a los temibles delirios de Tomaz Pandur en nada menos que cuatro representaciones: Medea, Barroco, Hamlet e Inferno, y brilló con voz propia en un contexto de enorme caudal de talento en La avería, de Friedrich Dürrenmatt-Fernando Sansegundo con dirección de Blanca Portillo, en la piel de un fiscal jubilado que reaparece en una ficción cargada de realismo, componiendo un singular despliegue de humor y terror teñidos de refinada elegancia.

La última perla: el proxeneta miserable desesperado por ser rico como los burgueses de un pueblo de Perú en La chunga de Mario Vargas Llosa, donde hacia el final de la función viola a Aitana Sánchez Gijón, y se retira de escena, altivo y triunfador con el escupitajo de su propio semen en la cara.

Un actorazo que también se ha lucido en el cine y la televisión, pero que en este espectáculo de música, teatro y canciones alcanza el sueño de infancia, despojado de presiones y tensiones extra-sensoriales, fugado de textos y guiones ajenos, él y sus músicos formidables en un despliegue de talento desvergonzado, eufórico, siempre apasionado entre formidables canciones elegidas personalmente.

Imagínense lo mejor: un niño de 9 años que domina el ámbito tan soñado logrando un espectáculo redondo con 37 años, una representación que empezó de a poco, de sala en sala, de comunidad en comunidad, pero que sólo en Madrid triunfó en el Teatro La Latina, y que luego tuvo su noche de gloria en el Teatro-Circo Price, la pista más grandiosa, con mejor equipo de luces y sonido, y en la que bailó con una embarazadísima Penélope Cruz en uno de los muchos momentos inolvidables a sala llena.

 

Asier Etxeandia.

 

Ahora en el Apolo, se lanza cada noche a una función muy bien estructurada, que se permite licencias y no pocas improvisaciones:

“Un espectáculo con y para el público, con un planteamiento claro: desinhibición y desenfado. Una noche al servicio del espectador donde todo es posible: bailar, reír, llorar, tal vez soñar…”.

Crea personajes que dicen y cantan con camaleónico vigor, ternura, lamento y gallardía, a través de canciones e intérpretes dramáticos y solitarios como Kurt Weill, el fantástico alemán que diseñó la música que Bertolt Brecht necesitaba en sus obras del distanciamiento marxista; el rey del bolero Lucho Gatica, Chavela Vargas, La Lupe, Carlos Gardel y su tantas veces versionado Volver, aquí en una interpretación especialmente conmovedora por el acento rioplatense que impone y a la vez profundamente rompedora de fronteras; luego Talking Heads, David Bowie, Rolling Stones…

El actor, cantante, autor y director Miguel del Arco ha dicho: “Su voz te acompaña, te engancha, te somete, te rompe, te acaricia y te penetra. Asier pasa con la ligereza que solo los grandes pueden conseguir del tango al más furioso rock, del alemán Weill a una ranchera cantada como si fuera el desgarrado nieto de Chavela Vargas. Asier es lo que la gente de teatro llamamos una bestia escénica”.

Y el propio Etxeandia recuerda lo esencial. Y lo hace visiblemente emocionado: “El intérprete es muy autobiográfico en muchos sentidos. No hablo de momentos concretos de mi vida, sino de sensaciones, de cómo me sentía. En el fondo es un homenaje a mi madre. Se me fue hace 6 años, pero a medida que nos hacemos mayores comenzamos a guardar mayor honor a los padres. Sentía una necesidad de homenajear y lo hago a través de canciones, y en cuanto la música da vida al escenario y las luces nos visten de teatro, fluye el amor que buscaba de niño en lo invisible y todo se hace presente con mayor fuerza de la que yo mismo imaginaba”.

 

El intérprete

Dirección de escena: Álvaro Tato, Lautaro Perotti y Santiago Marín.

Dirección musical: Tao Gutiérrez.

Dramaturgia: Álvaro Tato.

Diseño de iluminación: Juan Gómez Cornejo y Carmen Martínez.

Reparto: Asier Etxeandia con Tao Gutiérrez, percusión y electrónica; Guillermo González, piano; Enrico Barbaro, contrabajo.

Lugar: Teatro Nuevo Apolo.

Fechas: 25 y 31 de octubre; 1, 8, 15, 22 y 29 de noviembre, a las 23.30h.

2 thoughts on “Asier Etxeandia, el actor, el cantante… ‘El intérprete’

  • Es una pena què polítice el espectáculo de la manera q lo hace. Yo habia ido a verle cantar y bailar,q me parece q lo hace espectacularmente bien! No habia ido a un Meeting! No volveré a verle xq no respeta al público.

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  • es un gran agitador, y yo como público estoy harto de ser respetado, viva la vida, viva el cabaret, viva el placer, muchos artistas y también grupos de música deberían aprender, qué subidón, esto es espectáculo, qué maravilla, gracias Asier, gracias

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