Drácula: un monstruo sin reflejo
Cien años después de la muerte de Bram Stoker (1847-1912), su conde vampiro Drácula, pese a haber crecido entre las tinieblas del sepulcro, goza de estupenda salud. El cine, el cómic y la literatura se han encargado de convertirlo en un mito pop, constantemente releído por creadores de todos los géneros artísticos.
En la exposición Drácula: un monstruo sin reflejo, se rinde homenaje a Stoker un siglo después de su muerte, recogiendo parte de la tradición vampírica en la que se inspiró, pero sobre todo repasando su biografía: su amistad con Walt Whitman o Mark Twain y su relación con otros contemporáneos victorianos como Oscar Wilde, Arthur Conan Doyle, H. G. Wells, o Rudyard Kipling.
Se aportan documentos que arrojan luz sobre las fuentes que originaron el proceso creativo de Drácula hasta la primera edición de la novela, así como su posterior y aplastante influencia en diferentes ámbitos culturales, desde los más eruditos hasta las expresiones más conocidas de la cultura popular. Drácula: un monstruo sin reflejo analiza de manera exhaustiva el nacimiento y recorrido de un mito moderno a través de una extensísima bibliografía, carteles, cómics, obras de arte, películas… La muestra comienza estudiando los orígenes de la superstición de los vampiros, presente en casi todas las culturas desde la Antigüedad, así como su influencia en el arte, para centrarse posteriormente en la figura de Bram Stoker y el proceso de creación de su novela gracias a una abundante bibliografía, entre la que destaca la presencia de una primera edición de Drácula, editada en Londres en 1897
Además, la exposición muestra la presencia de Drácula en ámbitos como el cine, a través de las diferentes adaptaciones de las que la novela fue objeto por parte de productoras como la Universal o la Hammer. Se ofrece una antología gráfica de los cineastas e ilustradores que se han acercado al conde vampiro desde que en 1922 Murnau pusiera cara al monstruo en su película Nosferatu hasta nuestros días, con las últimas aproximaciones al mito de ilustradores como, Ana Juan, Fernando Vicente, Miguel Ángel Martín o Toño Benavides. Las ediciones españolas de la novela, los ensayos sobre el autor y su obra, así como documentación diversa como cartas, fotografías, etc.
Abraham Stoker nació en Dublín en 1847. Fue un niño enfermizo y desempeñó en su juventud un puesto de funcionario, hasta que a los 31 años decidió abandonar su empleo para convertirse en agente y secretario particular del actor inglés Henry Irving, propietario del teatro Lyceum de Londres. En el tiempo libre que le dejaba el trabajo, Stoker no sólo escribió Drácula (1897), la obra que lo hizo inmortal, sino otras novelas fantásticas, como La joya de las siete estrellas (1903), La dama del sudario (1909), o La madriguera del gusano blanco (1911). Como decía el profesor Van Helsing: «Los seres que llamamos vampiros existen. Algunos de nosotros tenemos pruebas irrefutables de ello».
Dónde: Casa del Lector, Matadero de Madrid (Paseo de la Chopera, 10)
Hasta el 8 de septiembre.
Horario: M a V de 16:00 a 21:00. S de 11:00 a 15:00 y de 16:00 a 21:00. D de 11:00 a 15:00. Lunes cerrado.