Eterna cadencia: Rammstedt, Onetti y Meruane
Actualidad editorial: Pronto hará dos años que los libros de Eterna Cadencia, una de las mejores editoriales y librerías argentinas, también pueden encontrarse entre las estanterías de muchas librerías españolas. Y aunque son diversas las posibilidades literarias que su catálogo ofrece estos días, aquí vamos a destacar tres que dan muestra de la calidad y pluralidad de su oferta editorial.
Nos quedamos cerca. Tilman Rammstedt. Editorial Eterna Cadencia. 224 páginas.
Esta es una road movie sobre la amistad, la juventud y la madurez de una de las plumas más destacadas de la nueva narrativa alemana. Una novela divertida y reflexiva a la vez, donde los personajes avanzan hacia la madurez sin defraudar los deseos que formaron al individuo que son. Un relato sobre cómo crecer juntos.
Katharina, Konrad y Félix formaban un trío amistoso que devino en amoroso, hasta que Katharina decidió que eso no podía seguir así y se fue a Hamburgo a estudiar. Años después, Katharina anuncia que se casa, y ahora son Konrad y Félix quienes deciden que eso no puede terminar así. También ellos van a Hamburgo, pero con el fin de secuestrarla.
Con tono coloquial y gran sentido del humor, esta primera novela del multipremiado Tilman Rammstedt traza el arco que va desde los orígenes de una amistad juvenil hasta su desintegración en la edad adulta. Una cautivante e intrépida búsqueda del más complicado de los sentimientos, que al igual que la juventud también pasa, pero nunca se pierde.
Novelas breves. Juan Carlos Onetti. Editorial Eterna Cadencia. 352 páginas.
Juan Carlos Onetti es uno de los narradores uruguayos más destacados de la literatura del siglo XX. Su obra aborda las desgracias de la vida humana desde una perspectiva que combina la pregunta existencial con la puesta en escena de la ficción y su poder de salvar a los hombres. Eterna Cadencia Editora ha reunido en un solo volumen sus novelas breves (El pozo, Los adioses, Para una tumba sin nombre, La cara de la desgracia, Jacob y el otro, Tan triste como ella y La muerte y la niña), incluyendo además un prólogo de Juan José Saer sobre ellas. Un volumen fundamental para los amantes de la literatura latinoamericana.
En los sesenta, señala Juan José Saer en el prólogo, la novela breve se constituyó en la máxima aspiración estética de los narradores jóvenes. Por un lado, su extensión tenía la ventaja de permitir muchas opciones constructivas. Por otro, los atributos propiamente poéticos y retóricos, como el ritmo, el cuidado verbal, el laconismo, o la sugestión estimulaban especialmente la imaginación.
Onetti, considerado uno de los escritores modernos más originales, utilizó aquí todos los elementos del relato de manera novedosa y compleja. Pero estas novelas ofrecen también una muestra de los temas predilectos del autor: la desgracia y la crueldad, la resignación y el fracaso, la rabia y la autodestrucción, pero también el amor, la culpa, la nostalgia, a veces la esperanza y, sobre todo, la compasión.
Las infantas. Lina Meruane. Editorial Eterna Cadencia. 160 páginas.
En un tono que recuerda a los clásicos cuentos infantiles de Perrault, Lina Meruane narra las peripecias y desventuras de dos infantas que abandonan el palacio antes de que su padre las entregue como prenda en un juego de naipes. Una historia en diez episodios que se va entrecruzando con otros once relatos, para develar la crueldad y la ambivalencia de ese mundo donde todo está por construir: el de la infancia.
Una niña se encuentra en el bosque con otra y desde entonces no puede dejar de buscarla y esperarla, de sentir su olor a musgo en el aire; una mujer batalla con el recuerdo amargo de su padre mientras las manos de su masajista recorren su cuerpo. Mientras, las infantas recorren el camino que las volverá a unir, en el que no faltan los enanos, los lobos feroces y las viejas brujas, pero donde las acciones tienen consecuencias y la inocencia y la ingenuidad son solo una ironía.
Como señaló Roberto Bolaño, la prosa de Lina Meruane posee una fuerte potencia literaria: “surge de los martillazos de la conciencia, pero también de lo inasible y del dolor”. Fantasías, carencias, deseos y juegos, atravesados de principio a fin por una tensión erótica que se resuelve en contra de todas las convenciones.