Folía Lalá: locura de amor al teatro y a la literatura

Por Beatriz Cobo

Siglo de Oro, siglo de Ahora, el nuevo divertimento de la compañía Ron Lalá (nota al pie: Juan Cañas, Iñigo Echevarría, Miguel Magdalena “Perilla de la Villa”, Daniel Rovhaler “Boli”, Álvaro Tato, y Yayo Cáceres), que acogen los Teatros del Canal hasta el 4 de noviembre, es un acto de puro amor al teatro y la literatura, para deleite y regocijo de todos los públicos.

La compañía madrileña, que cumple ahora sus mil funciones, tras doce años de imparable progresión, refina su gamberrismo y firma su espectáculo más culto y más redondo, tanto a nivel conceptual como de puesta en escena, recuperando con todo afán el origen festivo y carnavalesco del teatro con un inicio pirata y chirigotero (¡cuántas comedias áureas  comienzan con un naufragio…!), en un inmenso homenaje al siglo XVII para hablar de la crisis actual.

El punto de partida, según Álvaro Tato, poeta responsable de mudar la idea en versos fue: “¿Qué pasaría si Lope, Calderón, Cervantes…, todos los grandes de nuestro siglo de Oro vivieran aquí, escribieran en la España del siglo XXI?”. Y es que si hoy en día es necesario o tiene algún sentido hacer teatro, es éste. Pocas veces vemos en los escenarios propuestas que sean realmente originales, que aporten perspectivas y matices nuevos, colmadas de tal alarde creativo, sembradas de crítica tan valiente y donosa. Con un marcado tono didáctico (ilustraciones terminológicas, citas barrocas y contemporáneas, uso extremo y desternillante de los apartes, notas a pie de página puestas en pie de escenario…), los ronlaleros lanzan guiños, surten risas y remueven ideas. Y traen poesía. Pretenden despertar el amor a la palabra; que a la gente le apetezca acercarse a los clásicos, leerlos, volver a escuchar verso.

Así, se dan gustazos exquisitos, permitiéndose enfrentar a Shakespeare y Cervantes en un duelo creativo en el que Don Quijote y Hamlet acaban eligiendo a su autor favorito, recitan el famoso monólogo de Segismundo por bulerías, inventan un trovador que pretende a su dama cual Romeo sirviéndole los versos más conocidos y hermosos de nuestra tradición literaria, demuestran que el Conde Duque de Olivares y un político actual tienen el mismo discurso, dejan caer libros como bombas…

Rompen la frialdad de la sala verde del Canal enredando al público del patio de butacas en la fiesta, con más recursos teatrales que nunca, con un trabajo plástico sobre el texto, y no hay reparo (nihil obstat) en mezclarlo todo cuando se hace con  tino y salero. Qué bien sienta lo que se ofrece con alegría y buen humor.

En múltiples ocasiones se ha comparado a este grupo con los geniales Les Luthiers, y es que provocan un efecto similar: uno sale de la obra con ganas de revisar el guión para volver a reír, escudriñar el alud de juegos de palabras, o entender aquel otro chiste que pasó demasiado rápido.

El tradicional número flamenco ronlalero se convierte aquí en un bis, con lo que asistimos a dos finales –emotivas ovaciones con el teatro puesto en pie–, y esa sensación de fugacidad de otras ocasiones se mitiga con lo que parece un regalo. Destaca especialmente en esta función el equilibrio entre los hiperactivos intérpretes, cinco quijotes que se van dando la vez para cantar, tocar, bailar, volar… en las aspas de su molino.

Quien se pierda este espectáculo es que no sabe lo que es bueno, porque Siglo de Oro, Siglo de Ahora, es de lo mejorcito que puede verse ahora mismo en la cartelera madrileña. Este sí que es el “arte nuevo de hacer comedias”.

Siglo de Oro, Siglo de Ahora (folia)

Compañía: Ron Lalá

Fecha: Hasta el 4 de noviembre

Lugar: Teatros del Canal

Reparto: Juan Cañas, Iñigo Echevarría, Miguel Magdalena “Perilla de la Villa”, Daniel Rovhaler “Boli”, Álvaro Tato

Dirección: Yayo Cáceres

Texto originales, composición musical y arreglos: Ron Lalá

Versificación: Álvaro Tato