Texas hold ‘em en Getafe Negro: hagan juego
Texto y fotografías: Laura Muñoz
Hoy se despide la V edición de Getafe Negro, el festival de novela policiaca de Madrid. Durante ocho días de crímenes y castigos, se han paseado por la ciudad numerosos autores del género. Otras lenguas, diferentes puntuaciones y diversos tonos de escritura comparten mesa en el Instituto Cervantes, Fnac, la Fundación Mapfre o la Universidad Carlos III.
Lorenzo Silva, comisario del festival, arropado por el coordinador literario David Barba, hizo coincidir por quinto año consecutivo la hornada novedosa de autores emergentes junto a los ya consagrados. Abogando por un festival multidisciplinar, se han incluido en su programa presentaciones literarias, un festival de jazz, teatro, ciclo de cine negro checo, una exposición sobre Kafka, ruta de cócteles urbana, talleres de novela negra y dos yincanas para experimentar la adrenalina de buscar y encontrar tras la investigación callejera.
Ojos azules con voz checa y sus dueños: Pavel Kohout, Petr Král, Markéta Pilátová y Martin Reiner, invitados de honor en esta edición dedicada a Chequia. Todos compartieron en diversos encuentros su conocimiento y visión político-social para dar una reseña de la literatura del país que vio nacer, crecer y crear a Kafka.
Clara Sánchez, Javier Calvo y Cristina Fallarás disertaron entorno a la actualidad de la novela negra en nuestro país y analizaron la existencia de “experimentos literarios atrevidos”. Se rindió homenaje a Félix Romeo y su póstuma “Noche de los enamorados” que, según el comisario del festival “es una ejemplar, original y conmovedora novela negra”. Lorenzo Silva acompañó a Ray Loriga, Ignacio Martínez de Pisón y Malcolm Otero Barral, que recordaron al autor en el primer aniversario de su muerte.
Javier Cercas presentó “Las leyes de la frontera”, donde pretende un acercamiento entre los quinquis de los años 70-80 y el lector. Paco Gómez Escribano llevó a sus seguidores “Al otro lado”, mientras Eduardo Mendoza tenía un encuentro con estudiantes de Getafe y mostraba el humor existente, y necesario, en la novela de género. Fueron Carlos Zanón, Marta Sanz y Marcelo Luján quienes dieron una buena vuelta a lo social, también político, respecto a sus creaciones y defendieron, al unísono, la no necesidad de los cánones “de libro” para esta vertiente literaria tan en auge en la actualidad. Huyeron de la moda al uso y declararon no tener una idea preconcebida respecto al género que escriben. “Intentamos crear relojes que den la hora”, sentenció Carlos Zanón. Nos dejaron entrar en sus cocinas y sentir los vapores que mueven sus letras. Tres escritores con tantas cosas en común y a los que se les podría separar como al día y la noche. Distinción que se repite en sus novelas: la imperfección de la violencia del sistema en “Black, black, black” de Marta Sanz, la resaca emocional y el mazazo a la culpa en “Moravia” de Marcelo Luján y la sórdida e intensa historia de amor etílico y drogado en “No llames a casa” de Carlos Zanón.
Sitio para el debate entre fin del mundo y futuro seguro respecto a la literatura en la nube. Armando Rodera, Magüi Cabral y Javier López Tazón expusieron no sólo sus teorías en la Carlos III sino su experiencia como autores 2.0. También hueco para buscar la otra cara a la moneda de la guerra en una charla en la que Mayte Carrasco, David Yagüe e Ignacio del Valle discutieron respecto a la relación que ésta pudiera tener con la delincuencia y el hecho de proximidad casi de sangre entre una y otra, si es que no es lo mismo.
Como no, la entrega del XVI Premio de Novela Negra Ciudad de Getafe a Óscar Sipán y Mario de los Santos. También el III Premio José Luis Sampedro al autor cántabro Joaquín Leguina.
Por el centro de la ciudad pasearon autores y sus nuevas novelas, presentadas en la Carpa de la Feria del Libro: “La torre del gallo” de Javier Oliva, “El balaje del Rey Salomón” de Lázaro Rodríguez, “Burbuja de amor” de Cristina Jarque, “Mazapán amargo” de Joaquín García, “Illescas 21” de Wilfredo Mariñas, “El enigma Ortiz” de Maximiliano Bernabé, “Réquiem por la bailarina de una caja de música” de José Ramón Gómez, “La Promesa de Jirí Kratochvil” de Martin Reiner, “Los hombres de han hecho mal” de Ernesto Mallo, “Letal como un solo de Charlie Parker” de Javier Márquez, “Sesión privada” de Javier Rovira, etc.
La crisis, tan rabiosa, fue epicentro de las conversaciones y una de las características que los autores indicaron como precursora de sus textos. Ya no se habla, exclusivamente, de policías con gabardina, una mujer, rubia y fatal, calzando tacón de aguja ni de los humos densos de una pipa para presentar la novela negra. Ni siquiera es necesaria la muerte, basta con leer la prensa o echar un vistazo a la actualidad social y económica para hacer surgir la trama más negra. Como declaró Lorenzo Silva, “esta crisis es una gran baza para el género”.
Ante todo, la novela negra como estandarte de un Getafe Negro que (sobre)vive y emana salud. Por la tenacidad, la intención y predisposición, tanto de coordinadores como de participantes, es que este festival policiaco continua en la partida. Sigan apostando, yo voy con tres reyes.
Gracias por la mención. Un abrazo.