Lo imposible (2012) de J.A. Bayona
Por Alberto Quintanilla
Tras su exitoso debut como realizador con El Orfanato (2007), J.A. Bayona se lanzaba a su gran reto profesional: confirmarse como cineasta y dirigir realmente a lo grande, apoyado por la siempre todopoderosa Warner. Había mucho interés y expectación por lo que sería capaz de perpetrar en su segundo largometraje, con un presupuesto multimillonario (30 millones de euros) y un reparto con selectas estrellas de Hollywood con Naomi Watts y Ewan McGregor a la cabeza. Los cameos de Marta Etura y Geraldine Chaplin son testimoniales.
Pues bien, la espera ha llegado a su fin. Lo imposible (estrenada el 11 de octubre en España y rodada en los estudios de Ciudad de la Luz y algunas localizaciones en Tailandia) viene a atestiguar que Bayona no defrauda, al menos en cuanto al aspecto formal de la propuesta se refiere.
Habría que empezar diciendo que en su haber Lo imposible bebe de la perfección de genios como Steven Spielberg, fortaleciendo su registro y cuidando los planos y su movimiento. Probablemente muchos quedarán especialmente impactados ante la escena más esplendorosa, donde se aprecia el desborde del fortísimo tsunami que tuvo lugar en Tailandia en 2004, donde murieron centenares de miles de personas. El tsunami es espectacularmente tratado. Yo diría que igual de bien o mejor a como lo hiciera Clint Eastwood en Hereafter (Más allá de la vida, 2010).
Como digo, en el aspecto formal o técnico es difícil ver errores o cosas frustrantes. Lamentablemente, en su debe, Lo imposible carece de suficientes giros en la trama, bastante lineal, al basarse en un hecho real (el intento de supervivencia de una familia catalana en el citado tsunami asiático. Los miembros se separan con el fatal accidente natural y deben intentar encontrarse en medio de un caos absoluto). No busquen más giros o subtramas porque no las hay. Además, se percibe un interés remarcado en Bayona por buscar transmitir continuas emociones, en pos de la lágrima (fácil) del espectador. En mi opinión esto le resta eficacia y maestría a toda la cinta. No reposa las emociones. Busca sacarlas como fogonazos.
La gran selección de actores (muy bien Watts y el niño Tom Holland y bien McGregor) ayuda a no sentirnos defraudados con una ficción forzada o rocambolesca. Su arranque es tan brutal y la dirección y las interpretaciones tan meritorias, que merece como mínimo ser reconocida como una cinta memorable, siendo como es actualmente la mayor producción española de los últimos tiempos.
Lo imposible cumple con su cometido y emocionará a más de uno que tenga la sensibilidad a flor de piel.
Lo imposible (2012) se estrenó en España el 11 de octubre de 2012