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Cortázar y Pound: una alianza misteriosa

                                                                             

Por Lara Mantoanelli Silva   

 

 

 

“Lo que hay es una alianza misteriosa y compleja entre cierto escritor y cierto tema en un momento dado, así como la misma alianza podrá darse luego entre cierto cuento  y ciertos lectores”.

J. Cortázar


        

 

         La relación entre un escritor, un texto y un lector es, como dice Julio Cortázar, “una alianza misteriosa y compleja”. Desde que Edgar Allan Poe revelase el avieso de la escritura en su Filosofía de la Composición, escritores, críticos y lectores no han podido dejar de replantearse la cuestión: ¿Se puede controlar completamente el efecto de un texto sobre su lector? ¿Existen reglas universales para conseguir determinada sensación? ¿Todos los lectores reaccionan de igual manera ante un mismo texto? Las preguntas son innumerables y las respuestas más aún. Cortázar, el virtuoso escritor, el crítico audaz y el lector, pasea, en el texto Algunos aspectos de cuento, por entre las estructuras de este género “tan secreto y replegado en sí mismo, caracol del lenguaje, hermano místico de la poesía en otra dimensión del tiempo literario”, revelando lo que para él es elemental, lo que es necesario tanto a la hora de crear como a la de leer un cuento.

            Debo admitir que mi percepción del texto de Cortázar está bajo influencia de mis lecturas recientes, especialmente de una: la del ABC de la lectura de Ezra Pound, revisitada hace poco. Al releer inmediatamente después Algunos aspectos de cuento de Cortázar, mis ideas se entremezclaron y me pareció que estaban diciendo lo mismo, Pound y Cortázar, cada uno con su lenguaje – la poesía y el cuento –, y que las bases de ambos planteamientos coincidían en diversos puntos. Cierto escritor, cierto tema, en un determinado momento: ésta es la clave.

            El primer punto común entre Ezra Pound y Julio Cortázar es la importancia de la experiencia personal como lectores, o mejor dicho, el escritor como gran lector y el lector como la otra mitad del escritor, “el eslabón final del proceso creador, el cumplimiento o fracaso del ciclo”, teniendo al texto como puente entre ellos. Para ambos, la literatura es, ante todo, una cuestión de experiencia – “ciertos cuentos y ciertos lectores”- y por lo tanto, las lecturas personales determinan cánones individuales, a lo que Pound llamaba paideuma, ya que “cada escritor carga en sí su tradición”. Cortázar nos revela su propia selección de cuentos:

¿No es verdad que cada uno tiene su colección de cuentos?

Yo tengo la mía, y podría dar algunos nombres. Tengo

 William Wilson de Edgar A. Poe; tengo Bola de sebo de Guy

 de Maupassant. (…) y así podría seguir y seguir.

           

            Edgar A. Poe, Guy Maupassant, Truman Capote, Jorge Luis Borges, Juan Carlos Onetti, entre otros, figuran el paideuma cortaziano, que comparten el hecho de ser “aglutinadores de una realidad infinitamente más vasta que la de su mera anécdota”. Y he aquí dónde se sitúa otro gran punto de encuentro entre Pound y Cortázar: la economía verbal. Quizá porque en los dos géneros –poesía y cuento – ésta sea una condición esencial, pero ambos escritores la defienden como potencia de sentido, como si al eliminar la suciedad del texto y quedarse sólo con lo más elemental, se pudiese llegar al grado máximo de sentido. Por ello, Cortázar compara el cuento con la fotografía:

…la de recortar un fragmento de la realidad, fijándolo

 determinados límites, pero de manera tal que ese recorte

actúe como una explosión que abre de par en par una

 realidad mucho más amplia, como una visión dinámica que

trasciende espiritualmente el campo abarcado por la cámara.

 

            Decir lo mínimo para contar lo máximo. Lo mismo ocurre con la idea de poesía de Pound: fanopoeia, melopoeia y logopoeia, o sea, la poesía condensada en imágenes, en musicalidad y en la danza del intelecto por entre las palabras. Condensación verbal para explosión de significado.

            Ezra Pound y Julio Cortázar, una alianza misteriosa entre poesía y cuento, entre dos escritores, críticos y lectores. Porque como dijo Cortázar “el autor, apelando a todos los recursos de su arte y de su técnica, habrá de transmitir al lector como se transmiten las cosas fundamentales: de sangre a sangre, de mano a mano, de hombre a hombre”. Escritura de uno, lectura del otro. Escritura de ambos, lectura mía. Escritura mía y, ahora, lectura vuestra. 

11 thoughts on “Cortázar y Pound: una alianza misteriosa

  • Como la arquitectura se puede hacer poesía,cuando lees a Cortázar como imaginas un lugar,que el describe,lo puedes crear hacer sin dificultad.

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    • Lola,
      Ésta es el gran desafío del escritor: crear sólo con palabras paredes, texturas y belleza.
      Un saludo,
      Lara

      Respuesta
  • escritora – vamos a llamarla así – tu ha fallado en crear la belleza. sorry. falta conexión entre las partes de su texto; ademas, es muy elemental y no más que un comentario – poco original.

    nada más aburrido que la estética de la recepción y la teoría relacional simplista.

    Respuesta
  • Estoy de acuerdo con tunder, este artículo parece un apunte robado de una clase. Un mero comentario de escasa calidad.

    Respuesta
  • Tunder y Sancho,
    Simplemente he intentado adaptar mis ideas al formato y al público.
    Comentar mi texto ya es echar mano de la tan aburrida estética de la recepción, pues les recuerdo que ustedes se están expresando como lectores.
    Como dice Cortázar «lo que hay es una alianza misteriosa y compleja entre cierto escritor y cierto tema en un momento dado…».
    Un saludo,
    Lara Mantoanelli Silva

    Respuesta
  • escritora, entonces significa que, desde este tu punto de vista, cualquier cosa puede ser literatura – y buena literatura, tan pronto que «yo» crea. un poco infantil esto de «mí», ¿no? la estética de la recepción nace muerta por esto, porque es un intento de abrazar el relativismo,que es relativo por sí mismo. pensar un lector é pensar una ficción.

    si es sólo una cuestión de pensar en «yo creo que», o «me gusta eso», podemos detener con las clasificaciones, podemos poner fin a los críticos, a las universidades… y montar pequenos clubs, como en el siglo XIX. qué te parece?

    Respuesta
  • También estoy de acuerdo con Tunder, ya que Cortázar renuncia a cualquier comprensión de la relación escritor / lector ao hacer uso de la palabra «misterio», una vez que se da cuenta de la ficción en que se convierte la imaginación de un lector – como observó Tunder.

    Usted, Lara, dice, en la introducción de su comentario, que quería adaptar sus ideas al público, entonces yo pregunto: usted se preguntó ¿cuál es ese público? Y, dado que se trata, esa pregunta tiene sentido?

    No es que la relación entre el escritor / lector sea un misterio para Cortázar: toda la literatura es. Desde el punto de vista cortaziano – nada más que lo relato de un artista – su texto no tiene sentido. El grand escritor no hablas solo de su escritura, pero de toda escritura. No se define casi nada en la literatura, especialmente lo desconocido.

    Es posible que algunas de las teorías literarias que se utiliza en el texto, un tanto superficiales (debo decir que también estoy de acuerdo com Sancho), tienen sentido ao se considerar otras teorías, otros enfoques. Pero hablamos de Cortázar!

    También estoy de acuerdo que la teoría de lo »yo» es muy infantil, ya que elimina cualquier posibilidad de debate, del argumento con lo otro… lo más que se puede con » Yo me relaciono con eso, usted con lo otro y se acabó», es la formación de clubes.

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  • Lara, usted no soube expresarse bien en cinco puntos! Si tenemos en cuenta que sólo los nombramientos de tres personas fueron considerados, ¿se puede considerar que hay más cosas que usted no ha sabido expresar bien?

    El mínimo que se espera de un escritor es que dejará clara su posición, no importa si el otro está de acuerdo o no. Y eso es diferente de escribir un texto sólo porque en su cabeza sus ideais tienem sentido.

    Creo que ninguno de nosotros esperaba una tesis (bueno, hablo al menos por mí), pero los elementos mínimos para un debate, sí. Yo esperaba sólo un material de calidad sobre uno de mis escritores favoritos, y que permitiría, no sólo un enriquecimiento personal en un tema, como una discusión de adultos a partir de un texto escrito de manera consciente (soy muy interesado en la teoría del cuento) – y no un texto en que la propia autora toma por lo menos cinco errores. No es de extrañar que el texto parecía un apunte robado de una classe.

    Y no es por ser un texto breve para el Internet, que deba ser superficial. Después de todo, si usted dice que tentó llevar sus ideas al formato y al público, y yo soy parte de esto público, algo está muy mal, porque he leído el texto y me sentí ofendido intelectualmente.

    Es lógico que usted puede enviarme en busca de un lugar más apropiado para mí, pero realmente no creo en el »segregación cultural» del tipo «tesis para los filósofos, los apuntes para el público en general.»

    Y en ningún momento se le dijo que los críticos tienen la última palabra, o que usted crea de hecho en esto, mas por la lógica de su argumento, la crítica – y los otros profesionales de la escritura – no tenía ninguna razón de existir.

    Curioso, sin embargo, es que usted dijo que no estaba de acuerdo con nosotros en el primer comentario, pero fue sólo mantenermos nuestra posición, que tu has cambiado su propria posición! Excepto por el punto cinco de sus excalerecimentos, los demás decimos Tunder, Sancho y yo desde el princípio.

    Una cosita más: si usted piensa que »NO TODO vale y que la gran dificultad de la crítica es encontrar el punto entre lo que sí y lo que no» vamos a usar algo de lógica: si lo que cuenta como SÍ, es literatura, y lo que cuenta como NO, no es literatura, «el punto entre lo que SÍ y lo que NO» no es ni lo que es literatura ni lo que no es literatura, por lo tanto, «el punto entre lo que sí e lo que no» no existe. Ahora sí, necesitamos una tesis: sobre el Nada.

    Un saludo.

    Respuesta
  • Lara, tu ha borrado tu comentário, que feo! Pero yo di printscream en el y lo tengo jajajajajaja

    Yo sabía que usted ibas a borrar tu comentário! – de vergüenza. No hay nada mas feo que la falta de honestidad literaria; después de todo, ¿dónde está su consideracíon por lo público que te he leído?

    ¿Usted que tiene un blog, escribe poemas, que se graduó en Letras, que se dice escritora, no quier admitir que tres lectores de mierda piensam mejor que usted?

    Voy a transcribilo:

    » Visto lo visto, queria aclarar algunos puntos, pues creo que no he sabido expressarme y es como si yo pensara algo que no pienso, en absoluto:

    1. La estética de la recepción no es más qe una posibilidad, una
    corriente crítica, lo que no significa que sea la única, ni tampoco que yo esté totalmente
    de acuerdo con ella, ya que pienso que NO TODO vale y que la gran dificultad de la crítica es encontrar el punto entre lo que sí y lo que no. Tal estética revoluicionó la manera de pensar de entonces, pero está claro que sus limitaciones son más que palpables.

    2. También creo que este »yo» es muy infantil, cosa que, a lo mejor, no he sabido dejar claro.

    3. Aparte de esto, tampoco pienso que la Universidad y los críticos tengan que tener siempre la última y decisiva palabra.

    4. En ningún momento he dicho que el lector fuera el único misterio para Cortázar, ya que toda la literatura lo es.

    5. No me había propuesto hacer una tesis sobre el tema.

    Un saludo,
    Lara

    Lara Mantoanelli Silva escribió eso en 26 Mayo 2012 at 13:19pm»

    Diga que es mentira, »Condesa»; tengo el gran placer de mostrar el original.

    Culturamas, me llamen para escribir aquí – será mejor que eso.

    Un saludo.

    Respuesta
  • Hola «Antonio»,
    Como eres tan inteligente, sabrás quién soy.
    Creo que tus comentarios ya se salen de lo estrictamente literario y van a un terreno personal que no me hace ninguna gracia, por eso me gustaría aclarar contigo algunas cosas.
    Aunque sé quién eres, sería bueno que te quitaras la máscara de una vez y pudiéramos hablar como hombres.
    Espero que me escribas.
    Un saludo,
    José Antonio Soto Cruz

    Respuesta
  • Hola, »Conde» – mira qué inteligente realmente soy, porque advinhei quién es usted, ya que para escribir un comentario así, usted sólo puede ser el poseedor del culo de la Condesa, aunque escriba como el bufón, prefiero creer que los títulos de nobleza todavía valen algo.

    Bien, Conde, mi nombre es, realmente, Antonio; te creas o no – de hecho, si usted sabes quién soy, debería haber me enviado un correo electrónico ti mismo, en lugar de tratar de hacerme confesar algo que no soy en público. Y no, no voy a escribirlo, porque quien llevó las cosas hasta a un «terreno personal», en primer lugar, fue su mujercita, ao eliminar el comentario haciendo que parezca que yo sólo estaba siendo molesto por placer.

    Usted, Conde, es un viejito que sueña con ser escritor reconocido o tener una banda de rock, ¿no? La Condesa debe ser una ama de casa que sueña con tener sus poemas publicados, ¿no? Debido a que, por sus comentarios, ustedes se parecen dos idealistas de mierda, de los cuales uno no puede estar en desacuerdo – amar algo no significa hacerlo bien.

    Sólo señalar un error de forma adulta – y repito: sólo por esa razón no voy a escribirlo un correo electrónico porque yo seguí hasta el momento como un adulto (y yo soy mucho más joven que ustedes: tengo 19 años) – que ustedes se quedán como dos hermanitos: el más joven llora y el más viejo trata de hacer amenazas.

    Su comentario sí, Conde, está dentro de lo que podría llamarse «terreno personal» . Yo no he amenazado a nadie, sólo, repito tantas veces sea necesario, yo SÓLO NO ESTABA DE ACUERDO, en absoluto, con lo que se presenta aquí – tengo todo el derecho de no estar de acuerdo, ¿verdad?; y sólo guardei el comentario porque escritores como ustedes tienen tantos, que acechan al mundo – y son todos iguales: como los niños que ponemos de castigo tratam de sabotear lo que tenía un poco más de razón.

    Hasta la Condesa eliminar el comentario, yo fue un caballero. Y digo más: Si fuera por la pura persecución o para entrar en un terreno personal, yo podría tener acabado con todos los demás textos de la «nueva nobleza española», no sólo porque soy muy inteligente, sino porque los textos son muy mal escritos – y no me hagas probar lo que digo (sus textos, com tantos adjetivos, parecen polvorientos tocadores).

    Un poco de rigor se necesita para escribir. Y mucho, pero mucho, inteligencia – aún más que erudición, que, ademas, no parecem tener mucho.

    Espero que entiendas mis motivos, Conde; cómo me gusta la gente que mantiene el espíritu jóven, voy a revelar. Cuanto al «vino», saiba que acepto – y que yo soy muy romántico.

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