Damián Serrano: los colores del Segura
Escribía Oscar Wilde en el “Prefacio” de El retrato de Dorian Gray que «el artista es el creador de cosas bellas. Revelar el arte y ocultar al artista es la finalidad del arte. […] La diversidad de opiniones sobre una obra de arte indica que la obra es nueva, compleja y vital. Cuando los críticos difieren, el artista está de acuerdo consigo mismo. Podemos perdonar a un hombre el haber hecho una cosa útil en tanto que no la admire. La única disculpa de haber hecho una cosa inútil es admirarla intensamente. Todo arte es completamente inútil».
Abrirse paso en las artes plásticas en la actualidad no es tarea fácil. Parece que hemos entrado en una etapa de letargo en la que solo vale lo que cuesta dinero. Los museos y galerías de arte contemporáneos albergan obras que hacen al espectador quedarse la mayor parte de las veces “en ascuas”, como esperando el salto de la contemplación a la admiración.
Uno de los rasgos más relevantes del arte es su carácter facilitador, en virtud del cual al espectador le es posible un cambio de estado: el mundo real evoca, de repente, un universo en el que solo las ideas hablan. Lo cierto es que el arte, al igual que algunas obras de la literatura universal, nos ofrece una ayuda radical a la hora de acometer el problema de la existencia. Precisamente por eso, al observar un cuadro, por ejemplo, no solo precisamos de los sentidos, sino también de una predisposición de espíritu, que nace, indudablemente, de la fantasía del contemplador.
Damián Serrano Espinosa nació en Murcia (La Raya) en 1957. En 1992 obtiene el Primer Premio de Pintura del VII (Certamen Estatal de Artes Plásticas de la Seguridad Social), celebrado en el Palacio de la Merced de Córdoba (obra: Strongman), y ese mismo año su obra es seleccionada para el XX Certamen Nacional de Pintura CajaMadrid, galería de arte Casarrubelos (Madrid).
En 1993 obtiene el Primer Premio de Dibujo en el VIII Concurso Nacional de Artes Plásticas de la Seguridad Social (Sala Carmelitas de Cuenca, con la obra La Mona Lisa o La mujer de Bartolomeo). En 1997 su obra es seleccionada para el I Premio Regional de Pintura José María Párraga. Además, ha publicitado su obra en diversos certámenes y galerías de arte.
En la actualidad Damián Serrano sigue desarrollando su carrera artística, tanto en pintura como en poesía, preparando nuevas exposiciones. El pasado año los murcianos pudieron disfrutar de su obra en el Centro Comercial Nueva Condomina (aquí tenéis la nota de prensa que La opinión publicó sobre tal evento).