Memorias del dolor soviético

Por Valentín Vañó



‘Cuadernos Ucranianos. Memorias de los tiempos de la URSS’. Igort. Sins Entido, 2011

Es un libro que pesa: está cargado de historia. De esa historia grandilocuente de los datos relevantes y terribles –millones de muertos–, muy bien explicada a través de la sucesión de microhistorias de seres habituados a un sufrimiento interminable. Cuadernos Ucranianos es otro gran libro que ennoblece la tradición del cómic de no-ficción contemporáneo.

 

Lo publica en España la editorial Sins Entido, como otras obras de su autor. Igort Tuveri ha sido, durante treinta años, un referente del cómic artístico en Italia, tanto en su faceta de creador, como por su actividad como editor de la exquisita Coconino Press. Para esta novela gráfica, Igort ha invertido dos años de viajes a través de Ucrania, manteniendo entrevistas con supervivientes de la era soviética. El resultado es un documental extraño, poco periodístico, notablemente lírico.

 

Son especialmente escalofriantes los pasajes donde se recrean los años del Holodomor, el gran plan diseñado por Stalin para someter a la rebelde Ucrania, que establecía un control sobre las producciones agrícolas y las comunicaciones, y que provocó una hambruna bestial en los años de entreguerras. Según los datos, entre 1928 y 1934 la población ucraniana quedó monstruosamente diezmada: sus 5 millones y medio de habitantes se redujeron por debajo de los 150.000.

 

La habilidad de Igort, la sutileza con que ha resuelto el libro, se manifiesta en su forma de acercarse a los relatos íntimos de personajes anónimos. La anciana Serafina, el sufridor Nicolái o los jóvenes Seriozha y Sasha. En la belleza de las planchas de Cuadernos Ucranianos cabe el dolor de un país que ha vivido profundamente los excesos genocidas del siglo XX.

 

 

Comprendí que no podía usar el realismo”, reflexiona Igort, sobre sus dudas al poner sobre el papel los relatos reales de Cuadernos Ucranianos. “Mi problema al dibujar estas páginas era ser honesto y no mostrarme efectista”, asegura un autor que prepara en la actualidad una nueva novela gráfica sobre el horror reciente en Chechenia.

 
 

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