Almacenados
Por Rocío Pastor Eugenio.
La Comedia, Almacenados de David Desola, dirigida por Juan José Alfonso, estará en el Teatro Arenal, con Cesáreo Estébanez y Francesc Tormos, hasta Julio.
En el escenario de un viejo almacén tiene lugar un encuentro cotidiano que durará cinco días: un encargado a punto de jubilarse, conocerá y adiestrará al joven destinado a sustituirle.
Sobre las tablas se presentan las dos Españas, la de nuestros abuelos y la de los jóvenes de hoy en día. Opuestas y diferentes. Con valores que han ido evolucionando o involucionando en el tiempo.
Cuestiones como “trabajo digno”, “puesto de trabajo”, “realización profesional”, “vejez y jubilación” o “contrato indefinido” pasean a lo largo de la obra, sembrando difíciles cuestiones en la mente de espectador.
¿Hasta dónde hemos llegado? ¿De dónde veníamos?
“¿Qué recuerdo quedará con el paso de los años de mi paso por esta empresa?”, se pregunta uno de los personajes.
El respeto y la fidelidad, sin quejas ni sugerencias, a la empresa -representada por el Señor Lino, Cesáreo Estébanez-, estremece y extraña a los asistentes que apenas recuerdan ese pasado en el que pertenecer a una compañía era como formar parte de una familia, y en la que conocer al dueño constituía el sumo honor.
Todo ello en contraposición con la realidad actual en la que no hay nombres, ni matrimonios, donde lo único que importa es poder conseguir un trabajo, un salario y en la que un contrato fijo supone una utopía.
Así, van pasando los días bajo la pesada aguja del tiempo que inexorable va pasando acometiendo su destino.
Al terminar la función el público de pie, aplaude el espectacular trabajo de Cesáreo Estébanez, quien logra cautivar y estremecer, conduciéndolos de la risa más sincera a la sensible lágrima conmovida.
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Nota aparte
El teatro es ese mágico lugar en el que personas de carne y hueso ponen sobre las tablas un trabajo de interpretación en el que se meten en la piel de personajes distintos a ellos mismos llegando a conformar, en vivo y en directo, una realidad paralela.
Para todos aquellos que decidan asistir a este espectáculo sin igual, ruego y exijo encarecidamente: RESPETO. Nada de teléfonos móviles, no se habla en la sala, ni se comenta. Delante de ustedes hay personas trabajando que necesitan silencio para poder conservar ese halo de magia que crea mundos de los que podemos formar parte.
Todo aquel cuya educación no esté preparada para mantenerse en silencio y sin teléfono móvil durante el tiempo que dure la representación, es mejor que se quede en su casa viendo la televisión y no moleste ni a los profesionales ni al resto de espectadores.
Muchas gracias.
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