REDACCIÓN.
A los 28 años, los planes de Stephanie Land de escapar de su ciudad natal para ir a la universidad y convertirse en escritora se vieron truncados al quedarse embarazada inesperadamente de una aventura de verano. Para sacar adelante a su hija se dedicó a la limpieza de hogares, trabajando durante el día y estudiando online durante la noche para obtener un título universitario. Mientras, escribía sin descanso.

Escribía sobre historias reales que no se estaban contando: sobre estadounidenses mal pagados y con exceso de trabajo; de vivir con cupones para comer; de los programas del gobierno que proporcionan vivienda, pero que acaban siendo casas de transición; de los distantes funcionarios que la llamaban afortunada por recibir ayudas públicas. Escribió para recordar su lucha y para acabar con los estigmas profundamente arraigados a los trabajadores pobres.

En Criada, Land explora la realidad que hay detrás de estar al servicio de la clase media alta de los Estados Unidos: «Me convertía en un fantasma sin nombre». Sin embargo, a medida que comienza a descubrir la vida de sus clientes, sus debilidades, su tristeza, su amor, comienza a encontrar esperanza en su propia situación.

Su escritura compasiva e inquebrantable como periodista da voz al trabajador sirviente y a aquellos que persiguen el ueño Americano desde el umbral de la pobreza. Criada es un testimonio inspirador de la fuerza, la determinación y el triunfo definitivo del espíritu humano.