Atem Books: "Lo que buscamos es libertad, salvajismo, una voz…"
Por Rocío Álvarez Albizuri.
Culturamas entrevista a María Cerezo y a Emma Llensa, las dos jóvenes creadoras de Carpaccio Magazine y Atem Books. No sólo han inventado un hogar para fotógrafos transgresores si no que lo hacen rompiendo moldes.
Siempre buscan artistas emergentes que digan algo más, que tengan «gancho». Han ido creciendo poco a poco, casi sin darse cuenta, y finalmente su trabajo es el resultado del buen gusto y de las ganas de trabajar y ofrecer arte de forma auténtica y sin limitaciones. Impulsos irracionales, cafés por la noche y conversaciones a deshoras, eso es Atem Books (www.atembooks.com).
-¿Cómo surgió desarrollar este proyecto? ¿Con qué obstáculos os habéis encontrado?
La idea surgió al darnos cuenta de que el mundo del arte suele ser muy cerrado y pone muchas trabas para entrar.
Inicialmente quisimos crear una revista (Carpaccio Magazine) que se publicara mes a mes, en ella podrían colaborar todo tipo de artistas emergentes.
Debía ser mensual para asegurar un espacio real suficiente para las colaboraciones y planteamos que fuera gratuita y onlines para no limitar de ningún modo la difusión. Por otro lado pensamos hacer una versión impresa de la revista cada tres meses (como resumen de tres números). Hemos encontrado varios obstáculos en el camino, a veces nos ha faltado tiempo para manejar todo el trabajo que conlleva publicar, otro de los grandes obstáculos por supuesto es el dinero.
A veces nosotras mismas hemos sido el problema, ideas equivocadas o errores que hemos cometido que en alguna ocasión han llegado a sentenciarnos durante unos meses a no poder publicar más. Otro obstáculo: intentar concurrir a subvenciones. Suponemos que eso fue intentar ser quienes no somos. Nos gusta que los proyectos se levanten por su propia fuerza, por su propia inercia, por su propia adrenalina.
-¿Qué buscáis en la fotografía qué editáis?
Lo que buscamos es libertad, salvajismo, una voz…
Diríamos que el criterio es siempre la emoción, la expresión. Hay fotos que no expresan ni dicen nada, algo que suele pasar porque el fotógrafo ha hecho la foto porque sí o imitando a otros fotógrafos, siguiendo una moda, o la ha hecho intentando ser «cool» o algo así.
Después de recibir más de 100 e-mails a la semana durante 2 años, creo que podemos notar cuándo una foto tiene naturalidad o y cuando no.
-¿Cuál es el objetivo final de todo este proyecto? ¿objetivos intermedios?
El objetivo final es tan grande que de momento sólo podemos pensar en ir poco a poco. Dicen que «qui dia passa, any empeny» (Después de un día viene otro). Este mensaje para nosotras es fundamental. Vivir el día a día del proyecto sin perdernos en los mares de lo que podría o no llegar a ser. Al final el propio camino espontáneo nos ha dado la respuesta.
Objetivos intermedios: publicar libros en tiradas más grandes, organizar exposiciones de nuestras publicaciones…
-¿Cuál es el perfil de los fotógrafos que exponen en vuestras publicaciones?
Suelen ser fotógrafos jóvenes… a quienes les gusta fotografiar su día a día. Diríamos que son «amantes» de la fotografía. Pocos de ellos no se toman en serio el «acto» de fotografiar.
-Sé que os habéis movido fuera de nuestras fronteras con vuestro trabajo, ¿cuál creéis que es la posición de España en lo referente a innovación y calidad en fotografía, y en lo referente a formación para preparar a los futuros creadores del sector?
España no está muy bien situada en cuanto a este tema. Al menos por ahora. Seguramente las cosas cambiarán en muy poco tiempo, pero de momento lo que hemos visto es una presencia casi nula de editoriales españolas en ferias de libros de artista.
En cuanto a fotografía en sí (sin hablar del tema editorial), creemos que en España hay excelentes fotógrafos. Geniales, diríamos. Así que en ese sentido España está muy bien. Lo que haría falta sería una mayor exposición internacional de estos fotógrafos para que el resto de Europa y del mundo supiera de su existencia.
-¿Es sano para la calidad y la autenticidad de la fotografía seguir las tendencias?
Seguir las tendencias si eso es lo que realmente sientes, sí, aunque es bastante peligroso seguirlas por varios motivos. Por un lado, el fotógrafo que lo hace pierde su voz en el intento de continuar con un estilo o unas formas y por tanto echa a perder una oportunidad muy buena de expresarse y de trabajar su «discurso». Por otro lado, la creación exponencial de fotografías hechas por seguir las tendencias provoca una especie de contaminación del ambiente visual que puede ser perjudicial para el espectador.
-A lo largo de vuestro proyecto habréis ido sacando conclusiones de cuál es el panorama de la creación fotográfica en nuestro tiempo-sociedad, ¿qué claves destacarías?
Encontramos mucha libertad, tranquilidad, paz, des-estrés. Quizá la fotografía es una terapia. Si la fotografía expresa lo que el fotógrafo lleva dentro, entonces encontramos que la gente vive en su interior (aunque ellos ni lo sepan) relajadamente, salvajemente… viven muy diferentemente de cómo viven sus vidas reales como trabajadores, estudiantes, etc.