La Banda della Magliana: la mafia romana también existe
Por JOSÉ A. CARTÁN
La mafia ha tenido siempre un lugar especial en los recovecos argumentales del cine, desde las excepcionales películas de Hawks o Fuller hasta las más contemporáneas de Coppola, Scorsese o los hermanos Coen. No me gustaría olvidar a las mafias orientales citando algunos directores como Fukasaku, Kitano o Johnny To, los cuales nos han acercado a la violencia y a la problemática social de la yakuza y de las triadas, respectivamente. Como es lógico, y ya que estamos viviendo una época dorada en cuanto a series se refiere, la televisión también se ha nutrido de este interés por estos agrupaciones en las que las traiciones y la muerte están a la orden del día. Un buen número de producciones televisivas han conseguido lo que nunca se hubiera esperado; equiparar el nivel de series al de algunos largometrajes. HBO logró con The Soprano crear una de las mejores obras que se han podido ver en la caja tonta, así como continuar la senda del topic mafioso con la actual e incontestable Boardwalk Empire.
Sin embargo, no solo en EEUU se han interesado por este tipo de historias, sino que en España encontramos Crematorio, una serie que aunque no hable precisamente de la mafia, sí nos sumerge en un universo de bajos fondos en los que el dinero, las drogas y el sexo son sus principales señas de identidad. Y, por fin, Romanzo Criminale. Una producción italiana que consta de 2 temporadas y en la que se nos acerca a la cruda realidad romana. La violencia no se encuentra en Nápoles ni en Sicilia, lugares donde surgieron las famosas organizaciones criminales que todos conocemos, sino en la misma capital italiana. Esta producción italiana nos narra la historia dela Banda della Magliana, el grupo criminal romano más famoso que ha habido hasta la fecha, surgido en la década de los 70 y activo hasta principios de los años 90. A lo largo de los 22 episodios que componen la serie se hace partícipe al espectador de los primeros pasos de la creación de la Magliana, los posteriores golpes que da la banda a lo largo de toda Roma (ya sean secuestros a personajes relevantes de la política, robos, asaltos predeterminados o las disputas con algunos de sus rivales para adueñarse de zonas importantes de la geografía romana) y de su caída, en la última década del siglo XX.
Tal vez, uno de los puntos fuertes de Romanzo Criminale sea la atmósfera sucia e impúdica que nos muestra la cámara de Sollima, el director de la serie. La cámara se mueve a lo largo de toda la escena con ligeros atisbos de documental que potencian la verosimilitud y la cercanía de aquella cruda realidad; la cámara al hombro consigue incrementar el tono periodístico y gráfico del documento. No obstante, esta fuerte inclinación hacia el aspecto más sociohistórico de la obra consigue que diversas situaciones (el candente malestar de la población que desembocará en continuas manifestaciones civiles) se nos revelen como incongruentes y un tanto sobreactuadas por parte de los protagonistas. Salvaguardando estos pequeños fallos que conlleva todo documento basado en cualquier hecho real, Romanzo Criminale se articula como una serie necesaria para conocer no solo uno de los grupos criminales más olvidados de Italia, sino para adentrarse en la incierta nebulosa de la que todos somos partícipes; la de aquella sociedad que protege a sus monstruos más despiadados para reemplazarlos por los más descarriados. ●
te mando este articulo para que leas y reflexiones,por favor tenes que tenerlo en cuenta , no cometas el error de estas personas.
Bs,cuidate en bs. as
lisandro te extraña