Contracorriente

Por Alejandro Contreras.

Los que no han visto aún Contracorriente (2009) se preguntarán cómo una película peruana de bajo presupuesto, dirigida por un director novel y con una historia que se parece mucho a Brokeback Mountain (2005) ha conseguido ser aclamada con el premio del público en el Festival de Sundance 2010, y también en el de Miami del mismo año. Los que la han visto ya conocen la respuesta.

En Contracorriente (2009) se nos cuenta la historia de Miguel, un joven pescador de un pueblo del norte de Perú. Mientras su esposa está a punto de hacerle padre, él mantiene una relación clandestina con un hombre. Lo que podría haber sido una trama corriente de cualquier telenovela, gracias a un brillantísimo giro en el guión consigue dejar de serlo y destaparse como una historia totalmente nueva e inesperada.

Javier Fuentes-León, director y guionista de éste su primer largometraje, lleva en el mundo del cine desde 1994 cuando tras graduarse en medicina decide no proseguir en ese camino. Desde entonces sólo ha realizado un par de cortometrajes antes de lanzarse en este proyecto. Las carencias técnicas en la realización, a ratos amateur, se suplen con una historia que atrapa, un relato vibrante tan real y tan honesto que duele.

El recorrido de esta película debe mucho a los festivales de cine, no sólo por la repercusión que está teniendo sino además porque fue definitivo para conseguir la financiación para poder rodarla. Gracias al Festival de cine de Berlín consiguió las primeras ayudas para su financiación, y a partir de ahí fue sumando ayudas de Francia, Colombia y Perú hasta poder dar luz verde al proyecto. Además, gracias a su premio en el Festival de San Sebastián del año pasado, otros festivales se interesaron la película y arrancó un exitoso camino donde Javier Fuentes-León no ha dejado de recoger premios. Incluso ha sido seleccionada para representar a Perú en los próximos Oscars.

El trío protagonista (Cristian Mercado, Manolo Cardona y Tatiana Astengo) están espléndidos en sus interpretaciones, dotando de naturalidad, credibilidad y frescura a sus personajes. Esta película será para ellos una lanzadera internacional como en su día fue Y tu mamá también (2001) para Diego Luna y Gael Garcia Bernal. Si bien también es de justicia mencionar que el pueblo de Cabo Blanco dota a la película de unas localizaciones espléndidas que realzan el resultado final.

En definitiva una película de realismo mágico que sin duda se está convirtiendo en una de las revelaciones de este 2010. No dejes que otros estrenos con mayor cobertura mediática eclipsen esta pequeña gran película y te la pierdas.