Una semana madrileña en Buenos Aires

Por Luciana Carlopio.

Estamos en un año par y para el que no sabe lo que significa le cuento que cuando sucede recibimos en Buenos Aires el cine de Madrid. Durante los años impares pasa al revés. Es que desde el 2005 el INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales de Argentina) y la Consejería de Cultura y Deportes de la Comunidad de Madrid llevan a cabo este proyecto de intercambio cultural entre dos regiones cinéfilas.

Por esta razón, del 22 al 28 de julio, en la ciudad de Buenos Aires, disfrutamos a lo grande, pese al frío polar que estamos teniendo.

En el corazón porteño

El festival tuvo lugar en el cine Gaumont, ubicado frente a la Plaza del Congreso Nacional, sobre Rivadavia (como nos gusta presumir a los porteños), la avenida más larga del mundo.

Este cine es uno de los cines destinados a la exhibición de películas nacionales e iberoamericanas y, por su localización, recibe también el nombre de Km. 0, debido a que se halla en el punto de partida de espacios entrelazados bajo una misma propuesta. Cuenta con tres salas: la principal de 800 localidades y las otras de 400 y 300 respectivamente, ubicadas en el primer piso. Es en la de mayor capacidad donde se realizó el festival MadridCine, llenando en varias ocasiones la sala.

Dos espectadores de lujo

Sin demasiada diversidad; la fotografía mostraría cabezas blancas, calvas y algún que otro estudiante y ya no tanto, rejuvenecido por el contexto. Se puede argumentar que los jubilados tienen tiempo de sobra, que los medios más “importantes” dieron poco sitio para su difusión, pero lo seguro es que a más de uno les veía cara conocida –es que varios vimos más de diez películas.

También sucede que llega un momento en que una se marea y se cree que está viendo a las estrellas de cine, como si a veces fueran lo que son: espectadores normales. Me pasó dos veces y tuve razón: dije y era Maribel Verdú, dije y era Alberto Ammann (Premio Goya al mejor Actor Revelación  por Celda 211).

De la ostia

Quince películas exhibidas, entre cortos y largometrajes.  En cuatro horarios, arrancando después del mediodía y finalizando a la medianoche, el festival MadridCine estuvo siempre concurrido. En ocasiones con la sala repleta, como pasó con Retorno a Hansala (Chus Gutiérrez, 2008), El juego del ahorcado (Manuel Gómez Pereira, 2008), Celda 211 (Daniel Monzón, 2009), Pagafantas (Borja Cobeaga, 2009), Gordos (Daniel Sánchez Arévalo, 2009) y Los girasoles ciegos (José Luis Cuerda, 2008).

También es necesario destacar películas como Espérame en el cielo (Antonio Mercero, 1987), que, para los que no la habíamos visto, disfrutamos enormemente de la actuación de Pepe Soriano y de una historia disparatada y genial. O la coproducción argentina-española en El niño de barro (Jorge Algora, 2007), donde Maribel Verdú hace de una inmigrante española en los primeros años del siglo XX que sufre las consecuencias en una Buenos Aires puerto y convulsionada. Tampoco se puede dejar de mencionar El último guión: Buñuel en la memoria (Javier Espada, 2008) ni Madrid en Corto, que son los cortometrajes producidos en los últimos tres años.

Muchas buenas historias durante la semana para una ciudad que, como la gran mayoría, sufre del monopolio hollywoodense del cine pop corn. Lamentablemente, o quizá por suerte, parece que la única alternativa que les queda es un rincón, al menos en Buenos Aires, en el Gaumont u otro cine que todavía se dan el lujo de proyectar algo diferente. Y este maravilloso festival, que es para todos[1].

Ole, pues, –ya estoy españolizada– a este MadridCine. Que el próximo año la posta con ArgenCine se la cedemos a nuestros queridos “gallegos”.


[1] El precio, sin pedir abono por estudiante o jubilado, es muy económico: $6 pesos argentinos, lo que serían, aproximadamente, un euro y monedas (Téngase en cuenta que la entrada general del cine en Argentina cuesta alrededor de $30. Y que este cine, por ser un espacio de difusión nacional e hispanoamericano, está subvencionado por el estado).

One thought on “Una semana madrileña en Buenos Aires

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *