¿Para qué (y a quién) sirve internet?

¿Para qué (y a quién) sirve internet?

José Luis Trullo.- Resulta moneda común, entre los que se consideran a sí mismos intelectuales (o intentan ejercer como tales) abominar de la red de redes, endosándole la responsabilidad de todos los males que padece la sociedad actual: envilecimiento del gusto...
La clara herramienta de la palabra justa

La clara herramienta de la palabra justa

  Elena Marqués.- Afirma Javier Recas, compilador de El río de la perplejidad, que elaborar una antología no es fácil. Supongo que en algunas ocasiones menos que en otras. Pero lo que sí me parece innegable es que espigar de la obra del escritor isleño las...

Del amor y del odio

  Nuestro mundo, el mundo real, se muestra como un mundo poblado de unidades bioquímicas que –asombrosamente– tienen consciencia. De estructuras químicas que –aún más asombrosamente– tienen la capacidad de amar… Si el mundo no es un sueño, tiene al menos...
El paraíso era el infierno

El paraíso era el infierno

  José Luis Trullo.- Desde la publicación en Francia, en 1997, de El libro negro del comunismo, ya no es posible seguir apelando a dicha ideología sin tener que asumir el reguero de oprobios, atropellos y abusos que se cometieron en su nombre. En dicho libro,...
Una feliz aceptación de lo que hay

Una feliz aceptación de lo que hay

  Elena Marqués.- Al tomar un libro entre las manos, lo primero que nos golpea es, evidentemente, su título, y el de Javier Salvago resulta, en su sencillez, de lo más elocuente: Nada como la nada. Esa comparación, que es como un espejo que refleja un vacío,...