«El leopardo», último asesino en serie de Jo Nesbø

«Sí, eso era, un juego, un jugo cruel. Porque a ella no le quedaba otra salida. El dolor era insoportable, se le inflamaba la garganta, no tardaría en asfixiarse. Una vez más, intentó gritar, y el grito quedó en un sollozo, y parpadeó, parpadeaba sin parar, pero ya no...