Encuentro con Nuria Barrios

 

Por Benito Garrido.

 

Tras el reciente éxito de su novela El alfabeto de los pájaros (Seix Barral, 2011), se nos presenta, algo nerviosa pero profundamente emocionada, la escritora Nuria Barrios.  Trae bajo el brazo, para que todos la conozcamos, a su última criatura, Nostalgia de Odiseo, que  publica en la Colección Vandalia de la Fundación José Manuel Lara. Se trata de un poemario en el que recupera y hace cercana la figura de Penélope, la eterna esposa que teje y desteje su vida en torno a la paciente espera de Odiseo. Recrea la historia que no llegó a contar el poeta griego Homero. “Prisionera en su propio palacio y asediada por jóvenes pretendientes, Penélope vive entre recuerdos, incertidumbres y anhelos secretos. Abandonada en plena juventud, lucha por mantener vivo su amor, pues sabe que si se extingue, con él morirá Odiseo. Pero en la espera ella olvida ese amor, y lo inventa. Ese proceso de invención, que es la esencia de todo amor y de la propia identidad, vertebra los poemas de este libro”.

 

¿Por qué en este caso recurre a la poesía como vehículo narrativo? La escritora considera que, “aquello sobre lo que se quiere escribir impone la forma de ser narrado”. Aunque también matiza que no siente especial predilección por ningún género porque en el fondo, todos le gustan y con todos sufre a la hora de acometerlos. En este caso la poesía era lo obvio porque la protagonista realiza un viaje interior, diferente en sus aventuras a las de Odiseo, pero igualmente épico, donde levanta una historia de amor con todos sus elementos: paciencia, fidelidad, deseo, añoranza, recuerdo, olvido y reinvención… Elementos que son los hilos en torno a los que se configura este poemario.

 

¿Contra qué lucha Penélope?Es una lucha contra sí misma por mantener vivo a Odiseo; su decisión de no casarse, es lo que hace que la historia de Odiseo siga en pie. Solo dos años con él y veinte sola, es como ser viuda sin serlo, tratando cada día de no caer en la locura. Porque la lucha contra los propios fantasmas (dentro de uno mismo) es mucho más difícil que la lucha cuerpo a cuerpo”. Y es entonces cuando a la autora le gusta ponerse en la piel de su heroína, “que requiere de ese continuo tejer para vivir y para trabajar, convirtiendo la existencia del telar en la ventana por donde escapa, que le permite salir de la opresión diaria, huir de la locura. La tela que teje es vela, mortaja, traje de novia, rostro del amante… Es todo y es nada”.

 

Foto N.Barrios. © Carlos Serrano

¿Por qué este personaje?, ¿qué representa? Barrios considera que la Odisea es libro fundacional de la narrativa occidental, pero siempre pensó que en ella el personaje de Penélope no cuenta hasta el mismo final: cuando con su posible boda, ya daría por hecho que Odiseo había muerto. “No entiendo cómo hasta ahora nadie se ha encargado de ella, cómo no se ha recuperado antes este fascinante personaje”. “Han tenido que pasar 2.700 años para que Penélope se presente”, comentaba entre risas la escritora, argumentando que “forma parte de esas historias no contadas que uno puede llegar a encontrar en los márgenes de los clásicos”. Ella representa a todas las mujeres, la voz de todas las mujeres. Es un personaje muy carnal, algo que la hace tremendamente real.  Y en su historia de soledades y luchas internas, se entrelazan como muestra de ambigüedad: realidad y fantasía, memoria y sueño, locura y cordura.

 
¿Podrían buscarse paralelismos con la mujer actual?Dentro del perfil de mujer abandonada actual no existe paralelismo alguno”. Los veinte años de larga espera del marido convierten a su protagonista en una mujer realmente fuerte y de gran riqueza interior. “Yo no la veo como una mujer abandonada o con miedo. Tiene esa fortaleza tan asombrosa que tienen los débiles. Es una creadora, una artista que se muestra a través del telar que teje y desteje”.

 

La autora estuvo respaldada por el escritor y periodista Fernando G. Delgado, que destacó la voluntad narrativa de una poesía en la se conjugan diálogo y narración. “Es como un poema teatral cargado de énfasis y contrastes”. Destacó la sencillez, el ritmo acertado y la falta de solemnidad con la que acomete el perfil de un personaje clásico. “Nuria escribe desde un culturalismo llevado con enorme sencillez. El libro está exento de cualquier atisbo de pedantería. Las reflexiones están cargadas de honestidad, y por hondas que sean, no encuentras un hermetismo gratuito. Hay claridad, y riqueza, pero nunca obviedad”.

 

Nuria Barrios (Madrid, 1962) es autora de la novela Amores patológicos (1998) y del libro de relatos El zoo sentimental (2000), ambos merecedores de una excelente acogida, y del poemario El hilo de agua (2004), que fue ganador del Premio Ateneo de Poesía. Asimismo ha publicado el libro de viajes Balearia (2000) y está presente en diversas antologías de cuentos: Páginas amarillas (1998), Vidas de mujer (1998), Cuentos de mujeres solas (2002), Pequeñas resistencias (2002), Tu nombre flotando en el adiós (2003), Comedias de Shakespeare (2007) y Cuentos breves para ir y venir (2009). Su obra ha sido traducida al holandés, italiano, portugués, croata y esperanto.

 

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