“Ven a verme bailar”
El primer programa para la CND del director José Carlos Martínez en la noche del estreno
Por Ana Martos
Fotos de Pablo Gómez
Difícil no toparse con ellos; desde las marquesinas nos observan un torero, una bailarina con bombín, “el espectro de una rosa” ataviado con una gabardina… todos ellos en diferentes poses y actitudes para un cartel que anuncia ‘Work in Progress’, o lo que lo mismo; el nuevo programa de la CND. Entre los bailarines, un José Carlos Martínez sin atrezzo, mirando al frente, mirándonos. En esta relación que acaba de establecer con el espectador, ha presentado 4 piezas muy diferentes, escogidas como un puente de unión con un público expectante ante la identidad que puede asumir la compañía.
La noche se abre con las notas de Phillip Glass y Dustin O’ Halloran al piano. Una atmósfera intimista y conceptual con cubos dinámicos y un suelo regado de plumas. Es el universo de ‘Extremely Close’, la pieza que Alejandro Cerrudo creara para la Hubbard Street Dance Co. de Chicago. A medio camino entre el neoclásico y el contemporáneo, la coreografía resulta estéticamente elegante, accesible y muy visual. Cerrudo, actual coreógrafo residente de la Hubbard, propone una serie de dúos, tríos y cuartetos que acaban de manera pausada, cuando los bailarines Isaac Montllor y Maria Luisa Arias asumen otro nuevo espacio que también abandonan, no ya tras los dispositivos cambiantes, sino en un camino hacia otra parte, simplificando movimientos y llevándose con ellos el escenario que los acompaña.
Tras el primer descanso llega ‘El Espectro de la Rosa’, tal vez la pieza más complicada para el espectador por el código que emplea. Basado en el solo que Nijinsky bailó a principios de siglo XX, en esta versión moderna de Angelin Preljocaj coexisten dos planos; el de otra época en el que damas y toreros interpretan una danza de corte más tradicional y el dúo contemporáneo formado por la bailarina que sueña (Allie Papazian) y el espectro de una rosa que se le aparece (Joel Toledo); una rosa personificada en la figura de un hombre. Ambos planos, aunque simultáneos, están alejados estética y temporalmente, y comparten a priori la unión entre las dos sensibilidades… En la opinión del corógrafo Angelin Preljocaj la pieza es como una cuarta dimensión,“una puerta que comunica con otro período en el tiempo…”
Si introducir el clásico era una de las premisas del Inaem, los que esperaban ver este tipo de montajes, tendrán por lo pronto que tener paciencia. Entre tanto, pueden ver en ‘Artifact II’ uno de los trabajos más redondos de la noche, el de líneas más clásicas, en el que se introducen las zapatillas de punta. En la pieza de William Forsythe con música de Bach, la calidez del amarillo y la delicadeza de movimientos contrasta con las caídas repetitivas e inesperadas del telón, que dejan al espectador con “la miel en los labios” en los momentos en los que quiere seguir mirando. Con este dispositivo se genera una imagen incompleta del movimiento, que sin embargo, vuelve en un instante, desde otra posición de igual o mayor belleza.
En los pasos a dos hay constantes elevaciones, tanto Marina Jiménez como Kayoko Everhart realizan un trabajo magnífico sobre las puntas, además, la coreografía brinda una excelente ocasión para ver a casi toda la troupe sobre el escenario.
Antes de la última coreografía, nos sorprende la proyección de un vídeo homenaje que repasa los orígenes de la compañía (desde que se fundara en el 79 como Ballet Nacional de España Clásico) hasta la actualidad. Por él desfilan brevemente algunas de las figuras que desde la dirección o la interpretación han hecho parte de la CND; desde Víctor Ullate, María de Ávila, Ray Barra, Nacho Duato, Arantxa Argüelles, África Guzmán… hasta los bailarines que a día de hoy forman parte de la plantilla. Un guiño a la historia y al patrimonio anterior que da pie a la última coreografía de la noche.
‘Walking Mad’ comienza de manera inesperada y nos introduce en una historia que ya no quieres que se acabe. Con la pieza del sueco John Inger llegan la teatralidad, el juego, la parte cómica y la más trágica interpretadas por unos bailarines que se lo pasan bien sobre el escenario. Inger sabe manejar las coreografías de grupo, y en ésta hay un constante ir y venir de estados emocionales. En este “deambular loco” también existe un muro, una barrera entre la cordura y lo irreal, con momentos en los que las notas del Bolero de Ravel casi desaparecen, se vuelven introspectivas hasta que el “Für Alina” del compositor Arvo Pärt retoma la historia y la conduce al desenlace. Todo un trabajo perfectamente interpretado por Ana María López, Allan Farieli, Luisa María Arias,Tamako Akiyama y Clyde Archer, entre otros.
Entre las figuras asistentes al estreno se encontraban Tony Fabre (ex-director de la CND2), y el anterior director artístico Hervé Palito, (que asumió también durante 8 años la coordinación artística y dio a conocer en 2011 trabajos como ‘Noodles’, ‘Órbitas y derivas’, o la refrescante ‘Flockwork’ de Alexander Ekman).
La noche bajo el eslogan “ven a verme bailar” finalizó con unos bailarines entregados, dispuestos a eso mismo; a bailar y a afrontar nuevos retos. Un trabajo para la noche de un estreno consecuente con la trayectoria anterior y con lo que puede mostrarse a día de hoy. Y es que, con Work in Progress, además de darse a conocer, José Carlos Martínez refleja el momento actual y deja una puerta abierta al futuro, a todo lo que vendrá a enriquecer el repertorio de la CND.
El próximo estreno absoluto llegará a Santander los días 27 y 28 de Enero con ‘In Transit’, la pieza de Anabell López Ochoa, a la que se unirán ‘Scarlatti’ del propio José Carlos Martínez, ‘Walking Mad’ y ‘El Espectro de la Rosa’.