La espera más dulce
Por Cristina Consuegra.
Los seguidores de la banda francesa Exsonvaldes, están de enhorabuena; por un lado, se confirma que, en el próximo South Pop Isla Cristina, el grupo dará el que será su primer show eléctrico en nuestro país; y por otro que, tal como nos confirmó Simon Beaudoux, cantante del grupo, en estos momentos están preparando el que será su tercer trabajo de estudio (cuarto, si contamos el cambio de traje, especie de recopilatorio, que supuso There’s no place like homes), que esperan tener listo “para finales de 2011, como muy tarde principios del año que viene. Un álbum para el que nos hemos querido tomar nuestro tiempo, y que sea representativo de la evolución actual en la que prestamos especial atención a las armonías vocales y la fuerza directa de las melodías. Es a lo que queremos tender”.
Prueba de esa evolución, del horizonte que quieren alcanzar es “Suddenly the same”, una canción que ha estado sonando en los diversos directos que la banda ofreció el pasado mes de marzo durante su gira por nuestro país, conciertos en los que Exsonvaldes quiso respetar el formato semiacústico, soporte que la banda conoce bien y sabe manejar, en el que se encuentra especialmente a gusto, donde “nuestras canciones ganan gracias al despojo y el lado inmediato del acústico”; gira que les permitió cosechar críticas que no hacen más que incrementar el deseo de volver a verlos en directo y alimentar las ganas de escuchar el que será su próximo trabajo discográfico, álbum que se encuentran grabando en su ciudad, París, y sin la cual, la esencia del grupo no sería la misma; “vivimos todos en Paris y le tenemos mucho cariño a esta ciudad, incluso a veces somos demasiado parisinos. De hecho, en el videoclip de “Lali” se ve uno de los barrios de París que más nos gusta. No sé si se puede hablar de influencia de la ciudad sobre nuestra música pero está claro que es un sitio en el que nos sentimos bien y que sin duda el hecho de ensayar y escribir aquí redunda en nuestra música”.
Desde Time We Spent Together hasta Near the Edge of Something Beautiful
Exsonvaldes se hizo popular en nuestro país gracias a “Lali”, uno de los grandes temas de la banda, perteneciente a su segundo trabajo discográfico Near the Edge of Something Beautiful, un álbum elegante y delicado, en el que no sólo han sabido continuar, hacer evolucionar, la escena francesa con inteligencia y solvencia, sino que contextualizan una herencia, la década de los noventa, por la que reconocen estar marcados e influidos, “especialmente por el indie americano de los noventa que nos ha reunido en el momento de la creación del grupo y ha marcado nuestras primeras composiciones. En caso contrario, quizá estaríamos haciendo canción francesa hoy, ¿quién sabe?”.
Y es que gracias a esa década dorada, este grupo de amigos decidieron lanzarse a hacer aquello que sentían realmente importante y necesario: hacer música. Desde que publicaran su primer trabajo “muchas cosas han cambiado desde entonces. Primero, ahora nos dedicamos de forma exclusiva a la música, lo que no era el caso en 2004. Desde un punto de vista personal se nota este cambio porque estamos siempre pensando en nuestras canciones y la gente que nos rodea se ve implicada”. Esos cambios se dejan ver en el que se considera su último trabajo de estudio, y al mismo tiempo, impregnan la breve trayectoria de la banda; dos álbumes que representan dos estilos, dos momentos vitales distintos, “representan las épocas en las cuales los hemos escrito. Time we spent together es un disco muy homogéneo, casi lineal, que corresponde con lo que queríamos hacer en ese momento. Near the edge of Something Beautiful está marcado por evoluciones personales, pero también por encuentros musicales y el impacto del escenario; es un disco más variado, con más relieve, más experimentaciones pero también energía”, y que han llevado a Exsoinvaldes a ser una de las bandas más inquietantes de la escena francesa actual.