Gunstar Heroes: los tiempos del corre y dispara

Por Néstor García

Qué bueno resulta de cuando en cuando desempolvar la vieja Megadrive. Soplar la mierda de los cartuchos y pegarles golpes para hacerlos entrar en razón y que cuando demos al power el juego haga acto de presencia. Aunque bien pensado podemos arrancar un emulador.

La nostalgia y los ácaros nos llevan hoy a recordar Gunstar Heroes. Hace tiempo ya comentamos que Treasure volvería a esta revista. Hoy por tanto, revisitamos la segunda obra maestra de Tresaure después de Dynamite Headdy.

Gunstar Heroes es un Run and Gun (sí como suena,  correr y disparar) en 2d. Por si alguien no se hace a la idea es el tipo de juego de Metal Slug o Sunset Riders. Aunque a priori desconocido, la era de Internet lo ha catapultado a un estado de obra de culto que sale siempre entre los tres primeros de todas las listas de los mejores juegos de la génesis.

¡Hay que ver lo fácil que resultaba hacer un juego atractivo! Nosotros cogíamos a nuestro personaje, nos soltaban en una fase y nuestro objetivo era matar a los miles de millones de enemigos que aparecían en pantalla avanzando por el scroll lateral tranquilamente y de cuando en cuando pegando algún saltito.

Lo que probablemente hace especial a este Gunstar Heroes por encima de otros del género son sus opciones de personalización: de mano, podíamos elegir el tipo de arma base, su tipo de disparo (más rápido o que se pudiera mover en todas direcciones, etc.) Dependiendo de nuestros reflejos, forma de juego o habilidad,  esta decisión era sumamente trascendental. Dentro de las armas, y podíamos portar dos en la fase, se nos daba la posibilidad de utilizar una, otra, o las dos combinadas. Pero en este último supuesto el disparo cambiaba si le dábamos preferencia a una u otra arma. Por lo que al final, la victoria no solo consistía en correr y disparar.

Por otro lado, como ya comentamos al hablar de Headdy, Treasure tenía algo muy particular que hacía memorables en el cerebro del jugón sus obras: los final bosses. Un recurso maravilloso de los juegos clásicos que, actualmente, no se sabe muy bien porqué está bastante denostado. Gunstar Heroes tiene un montón de final bosses, más de uno por fase e incluso fases enteras que son solo un jefe final. Para los anales quedará el combate contra el tipejo que se metamorfoseaba (cual Power Ranger) en pistola, perro… y demás argucias que nos costaba más de un crédito.

Y en aquellos tiempos inolvidables que no existían los discos duros, las tarjetas de memoria y demás… aquellos tiempos en las que nos hacíamos la primera fase de todos los juegos sin mirar (se puede demostrar)… era de agradecer que Gunstar Heroes, cual Megaman, permitiera escoger la fase en la  que queríamos combatir.

Un juego inolvidable, por el que han pasado muy bien los años y que podremos completar con un amigo.

Ya saben, desempolven la Megadrive o pulvericen el teclado del ordenador.