Entrevista al escritor Román Piña
“El humor debe usarse para transmitir un mensaje crítico”.
Por Johari Gautier Carmona.
Con la publicación de la novela Stradivarius Rex, el escritor y editor Román Piña se ha confirmado en el panorama español como uno de los grandes defensores del humor crítico. En su última obra, descubrimos a través de situaciones llevadas al límite a políticos desconectados de la realidad y de la opinión pública, a grandes médicos exageradamente modestos o escritores sin escrúpulos capaces de plagiar una obra para presentarla al premio Planeta. En esta entrevista tratamos de analizar algunos de los elementos de la novela y acercarnos al pensamiento del autor.
Pregunta: Stradivarius Rex es una novela fácil de leer pero a la vez estructurada de un modo peculiar, muy sorpresivo, en el que un personaje se ve obligado a viajar en las vidas de otras personas. ¿Cómo nació la idea y cuál fue el proceso de elaboración?
Román Piña: La idea de que Marcos Badosa, el protagonista principal, viajara en la vida de los demás fue improvisada y nació de un encargo periodístico. Empecé con una historia y al día siguiente me apeteció probar con un entorno distinto. Cuando llevaba media docena de relatos escritos, me di cuenta de que esa era una vena enorme, que invitaba a una novela. Además el tema me daba vía a filosofar, ofrecer una serie de juegos y hacer una alegoría de la misma literatura.
Pregunta: De entrada presentas a Bill Clinton como un hombre que dedica sus días a la coquetería y a los encuentros con Mónica Lewinsky, y retratas también a Hillary Clinton como una mujer desconfiada que controla a su marido. ¿Así es como te imaginas la vida en la Casa Blanca?
Román Piña: Con esta pareja, me la imagino así. No lo descarto.
Pregunta: Hablas de un escenario político totalmente absurdo y de políticos desfasados, alejados del pueblo. Un ejemplo es la ley que quiere votar Bill Clinton para ilegalizar las fiestas de cumpleaños y así combatir el calentamiento global. ¿Hasta qué punto lo que describes en tu novela se acerca a la realidad?
Román Piña: Desde luego, mi opinión de los políticos no puede ser peor. Para mí, el hecho que los políticos se comporten de manera absurda es inevitable. Parto de la idea de que son monigotes. No pintan nada y si deciden hacer algo acaban haciendo lo que les pide el cuerpo. Locuras.
Pregunta: Mencionas en el libro la película Atrapado en el tiempo y he de decir que al leer tu novela enseguida pensé en esta película. ¿Ha sido una influencia importante para ti?
Román Piña: No tanto, aunque soy un fan de esta película. Es verdad que hay un punto de conexión y que, en ambas historias, se menciona la condena de un personaje a vivir situaciones absurdas.
Pregunta: El protagonista, Marcos Badosa, expresa en alguna de sus reflexiones que “Lo bueno de despertarse cada día en un pellejo diferente es que aprendes mucho”. ¿Esto puede considerarse uno de los grandes mensajes de la novela?
Román Piña: No. Es verdad que la novela contiene una moraleja pero creo que el mensaje principal es “confórmate con tu vida”.
Pregunta: En Stradivarius Rex, Marcos Badosa se encuentra en algún momento con otro escritor y se decepciona al enterarse de que la novela que ha escrito es una novela histórica. ¿Qué opinas tú de ese género?
Román Piña: Hay dos momentos en la novela en los que dejo claro lo que pienso sobre ese género. El primero, cuando el protagonista principal se encuentra con un librero y este le dice: “nadie escribe novelas históricas”. Hay que recalcar que la historia se ubica en el principio de los años 90, de modo que lo que dice no es broma. El segundo momento es cuando el personaje principal desvela la primera novela que escribe a algunos compañeros. Ahí describo la novela histórica que, yo, escribiría: es decir, llena de anacronismos. Con esto quiero decir que me parece muy difícil escribir o leer una novela histórica sin aburrirse.
Pregunta: Algunas de las frases más impactantes del libro aluden a la muerte. En algún momento, el protagonista principal reflexiona y dice: “Quien dice que no le teme a la muerte, miente”. ¿Por qué otorgas a la muerte un espacio tan importante en tu novela? ¿Hay algún motivo?
Román Piña: Es mi marca de la casa. En mi novela anterior, Gólgota, queda claro. Me gusta cambiar de tono, alternar entre varios estilos, con un envoltorio ameno. Durante el proceso de escritura, viví ciertas situaciones muy cerca de la muerte (con el caso del oncólogo, el padre, etc…).
Algunos capítulos de la novela son transcripciones de entrevistas periodísticas que recogen elementos tan duros como la muerte. En un capitulo he novelado una entrevista real que hice, por eso resulta diferente dentro del conjunto.
Pregunta: El personaje principal concluye en tu novela que “Sin haber sido más de 3000 tipos no habría escrito nada hoy”. ¿Crees que escribir consiste en viajar en la vida de otros?
Román Piña: Sí, es parte del placer de escribir. Escribir supone huir de uno mismo. Viajar con otra identidad.
Pregunta: ¿Has sufrido para escribir esta novela?
Román Piña: No. El hecho de que muchas historias sean cortas me ha permitido hacerlo de una forma más relajada. En este caso, la escritura no ha sido tan obsesiva como con otra novela convencional.
Pregunta: Un escritor experto llamado Carrasco da consejos al personaje principal para que mejore en el campo literario. Textualmente, le dice: “Te has de mover en ambientes literarios. Vete a Alicante o mejor a Valencia. Apúntate a un taller de escritura. Conoce gente. Habla con libreros, ve a actos públicos.[…]”. ¿Estos son los consejos que darías a un joven que quiere mejorar en la escritura y hacerse un hueco?
Román Piña: Puede que sí. Depende de mi estado de ánimo y depende de la persona. Pero me parece demasiado tópico lo que dice Carrasco. Son consejos que van por el buen camino, que sirven para disfrutar de la vida literaria, pero que no son suficientes para ser escritor.
Pregunta: Carrasco dice más tarde a Badosa: “La felicidad no te hará escritor”. ¿Crees que la esencia de un escritor está en el sufrimiento?
Román Piña: No lo creo. Lo dice Carrasco, pero yo no. Creo que es otro tópico. Hay mucha gente que lo cree.
Pregunta: Introduces a un personaje llamado Juvenal Nadal que tiene un cierto parecido contigo. ¿Es una casualidad?
Román Piña: Donde pone Juvenal Nadal puedes poner Román Piña. Al principio, pensé en incluir mi nombre claramente al estilo de Manuel Vilas pero, luego, consideré que era mejor usar un pseudónimo.
Pregunta: Este personaje que te representa en la obra tiene algunos roces con algunos políticos de Mallorca. ¿Te consideras un escritor que molesta o que ha podido molestar en un momento dado a la clase política?
Román Piña: Estoy convencido que sí. Para algunos políticos de la isla, de Mallorca, y para una política en concreto soy el diablo en persona. Pero eso es porque me mojo. Los políticos no paran de darnos carnaza.
Pregunta: En tu obra, el amigo de Badosa llega a ganar el premio Planeta con una obra plagiada y que otros compañeros del taller tacharon de horrible. ¿Cómo ves al Premio Planeta?
Román Piña: No he leído el último… pero el premio Planeta es lo que es. Un gran negocio que debe funcionar. No deja de ser una pena que 500 cándidos se presenten al concurso y manden sus obras con todo lo que supone de gastos de correo.
Pregunta: ¿Crees que el humor puede ser una forma de transmitir un mensaje serio y crítico?
Román Piña: Totalmente. El humor puede y debe usarse para transmitir un mensaje crítico. Un autor que no destila buen humor no es un autor.
Pregunta: ¿Tienes algún proyecto en camino?
Román Piña: Tengo una novela en camino que será la tercera parte de Stradivarius Rex (ya dije que no habrá segunda parte). Pero saldrá con tiempo.