Beatitud: Visiones de la Beat Generation
Beatitud: Visiones de la Beat Generation
Selección y prólogos: Vicente Muñóz e Ignacio Escuín
Ediciones Baladí, enero de 2011.
Por Roxana Popelka
No fueron estrellas musicales ni demiurgos, tampoco héroes.
No fueron los primeros americanos que se rebelaron contra lo absurdo de un “sueño americano” tramposo.
He visto los mejores cerebros de mi generación destruidos por la locura, famélicos, histéricos…
ni fueron los primeros en vincular arte+vida,
que encendían cigarrillos en furgones furgones furgones que traqueteaban a través de la nieve…
pero se atrevieron a transformar una realidad pacata, minúscula.
que estudiaban a Plotino Poe S. Juan de la Cruz telepatía y la kabala bop…
A buscar más allá de las fronteras, mentales y geográficas, el pulso a la vida.
que desaparecieron en los volcanes de Méjico dejando tras de ellos tan solo la sombra de sus vaqueros y la lava y la ceniza de la poesía esparcida en la chimenea…
Los Beat fueron malabaristas de lo cotidiano al apostar por la innovación en una escena literaria que pedía a gritos un lavado de cara. Mucho se ha escrito sobre la generación Beat, aun así, Vicente Muñóz e Ignacio Escuín, bajo el sello Baladí Ediciones, rinden homenaje a esta influyente generación, publicando la antología Beatitud: Visiones de la Beat Generation, y saldan una cuenta pendiente con Ginsberg, Burroughs, Kerouac, Cassady, Corso…
Una pandilla de escritores caminantes que después de 50 años vuelven a la carretera, en enero de 2011, de la mano de los 33 autores que participan en Beatitud.
que vagaban sin tino a media noche en el cercado de los ferrocarriles preguntándose dónde ir, y partían, sin dejar atrás corazones destrozados…*
¿Cuál es la motivación principal a la hora de crear una antología que rinde homenaje a la generación Beat?
Vicente Muñoz: Los Beat para mí son una obsesión, son todos esos escritores que tanto me influyeron… La razón de fondo: nos pareció muy interesante aunar dos generaciones de escritores distintas y percibir cómo han recibido ese influjo Beat. Por una parte, está representada mi generación, la nacida en los años 60, y por otra parte, la generación de Ignacio Escuín, nacida en los años 70.
¿Qué tiene que tener una antología para ser creíble?
Ignacio Escuín: Una antología tiene que tener sentido. Hoy asistimos a un abuso de antologías sin interés, y creo que detrás de Beatitud hay una propuesta interesante. Además, nos hemos decantado por autores que pueden aportar, más que por aquellos que son comerciales. ¡Había que hacer algo Beat!
¿Cuál es vuestro tributo como antólogos?
V. M.: Nuestra aspiración es apostar por la verdad. No queremos que Beatitud sea una antología más. Intentamos inyectar ilusión y, sobre todo, espíritu de equipo.
¿Cuál es el hilo conductor que une a los escritores Beat y a los de Beatitud?
I.E.: Hay una ideología compartida junto con una atmósfera.
¿Qué cambiaron en la literatura los Beat?
V. M.: Intentaron no encorsetarse, no caer en lo canónico. Se saltaron la puntuación, la temática. Reivindicaron el realismo, lo autobiográfico, la evasión… esa prosa espontánea y rica.
¿Ves cierto paralelismo entre los escritores Beat y los que aparecen en la antología?
I. E.: Hay dos generaciones en la antología muy claras una encabezada por Vicente Muñoz, nacida en los 60, y que tuvo una influencia muy directa de los Beat, que la leyó con auténtica pasión, y otra generación, la nacida en los 70 encabezada por mí, que hemos llegado a los Beat por herencia de la generación anterior.
¿Qué aporta el espíritu Beat a nuestra época?
V. M.: El mensaje básico es huir del encorsetamiento de la sociedad capitalista, y esa sigue siendo la filosofía que ha calado en nuestra sociedad 50 años después. Existe una relación entre los Beat y los escritores de la antología: la sociedad del llamado bienestar no nos convence y esa crítica se traslada a la literatura, de ahí a que sea una escritura nada complaciente y, sobre todo, no mediatizada por el canon.
¿Qué ha quedado del espíritu Beat?
I. E.: Desgraciadamente nos hemos quedado con la etiqueta difundida por los medios que los asocian con las drogas, pero creo que la esencia de los Beat, y que se recoge en la antología, es la libertad. Y eso se percibe: no hay dos textos iguales en la antología. Se trata de múltiples visiones.
¿Qué os llevó a elegir a la editorial Baladí como sello para publicar la antología?
V. M.: La editorial Baladí ha creído en la antología y se ha interesado en el proyecto desde el primer momento, así que la van a defender con seriedad y buena distribución.
* Frases extraídas de Howl, de Allen Ginsberg.