Redacción.- Si un soporte ha sido recurrente a lo largo de la llamada «década prodigiosa» del aforismo español es el del libro coral, colectivo, plural. A las antologías de autores de mayor o menor extensión coetáneos al antólogo (caso de Aforistas españoles vivos, Concisos, Espigas en la era, El cántaro a la fuente, Puntales de la brevedad, Pura maravilla), cabe añadir los que abren el foco hasta los del pasado más o menos inmediato (Pensar por lo breve, Fuegos de palabras).

Otros volúmenes han preferido reunir los aforismos preferidos de quien asumía la selección (Verdad y media), mientras que han cundido los que los espigaban en función de un criterio temático, tanto éditos (Las cosas que no son. Los aforistas y Dios, Fili mei. Los aforistas y la paternidad, Juega o muere. Los aforistas y lo lúdico) como inéditos (La sonrisa de Nefertiti. Los aforistas y la felicidad, Un instante en el paraíso. Los aforistas y la belleza).

A todos estos títulos cabría añadir la monumental Enciclopedia de Libros Españoles de Aforistas, en varios tomos y que ha sido vertida a varias lenguas, así como las revistas electrónicas (El Aforista, Aforistas) que han permitido congregar propuestas textuales de distinta naturaleza, siempre dentro de los márgenes de la brevedad.

Estas publicaciones han documentado el crecimiento del género en tiempo real, a modo de ‘crónica en marcha’ donde los autores podían, a la vez que dar a conocer los frutos de su quehacer creativo, recibir una evaluación casi inmediata del impacto de los mismos, incorporando -o no, según los casos- ese eco a su propia navegación literaria.

Una de las editoriales que mayor compromiso ha mantenido con la escritura lacónica hasta el momento, La Isla de Siltolá, acaba de dar a la luz 14 aforistas, 14, un volumen colectivo que opta por reunir aforismos inéditos de autores que han venido escribiéndolos de manera asidua (Miguel Agudo Orozco, Ricardo Álamo, Isabel Bono, Carmen Canet, Michel F., Daniel Mocher, León Molina, José Luis Morante, Benito Romero, Javier Sánchez Menéndez, Mario Pérez Antolín, Felix Trull, Ricardo Virtanen y Roger Swanzy). El resultado es un grueso tomo de 240 páginas en el cual podemos constatar la diversidad de métodos y tonos que caracterizan el aforismo actual, desde el lírico hasta el críptico, pasando por el lúdico y el conceptual.

Aunque no se puede considerar una antología con vocación documental, sino como un testimonio del estado actual del género, tiene la funcionalidad de permitir un acceso panorámico y variado al mismo a aquellos lectores que aún no se han adentrado en él.

Según hemos podido saber, está en marcha un segundo tomo con el mismo planteamiento, de manera que pronto podremos disfrutar de más argumentos en favor de la tesis que afirma que en los últimos años, el género más breve «se ha hecho mayor y mejor».