Mónica Picorel: “No siento que pueda decidir sobre lo que escribo”
Mónica Picorel es una poeta española nacida en Bilbao en 1970 y afincada en Barcelona desde el 2000. Ha publicado los libros de poemas Vida secreta de nuestros animales (Baile del sol, 2023) y Las otras geografías (Talón de Aquiles, 2020). Forma parte de diversas antologías entre las que destacan Aunque solo sea un verso (Talón de Aquiles, 2021), y los volúmenes de “Radical 3” en las ediciones de 2021 y 2024 (editorial Promarex). Publica asiduamente en diversas revistas y blogs literarios: Vallejo & Co, Mecanismos, revista La Isla, revista Mule, La libélula vaga, Poetripiados… Tiene en su haber diferentes premios y menciones. Junto con otros poetas su poesía ha sido seleccionada para formar parte de la exposición itinerante “Imagen y Palabra. Confluencias en París” del fotógrafo David Pujadó en colaboración con la gestora cultural Montse Ordoñez, actualmente expuesta en el instituto Cervantes de Belgrado. Algunos de sus poemas están recogidos en la Fonoteca española de poesía. Fue poeta invitada en la feria del libro de Caracas en 2022 y 2023. Hoy nos da su primera impresión acerca de Vida secreta de nuestros animales.
Javier Gilabert: ¿Por qué este libro y por qué ahora?
Mónica Picorel: Es una pregunta difícil de responder, hay una intuición sobre lo que estoy escribiendo en un momento determinado, pero solo eso. En el caso de “Vida secreta de nuestros animales” fue una sorpresa que solo descubrí con la lectura conjunta de los poemas y que solo podía darse en un momento vital en el que la introspección era especialmente posible y necesaria.
No siento que pueda decidir sobre lo que escribo
¿Cómo y cuándo surge la idea del libro?
No lo sé. No siento que pueda decidir sobre lo que escribo, ni es mi intención tener control sobre ello, en mi opinión no funciona así para la poesía, no cuando se está en el puro proceso de creación, otra cosa son las correcciones, el construir el “objeto poético”. Supongo que convergen una serie de circunstancias en las que el proceso creativo se desarrolla y en un determinado momento sientes que puede haber un libro. Cuando sentí que el libro estaba terminado, con las primeras correcciones, comprendí el tema que hilaba el libro. Fue una sorpresa, aunque a medida que pasa el tiempo y teniendo la distancia adecuada, entiendo que es un libro que solo podía darse en el momento en que se dio… ¿pero no es así como siempre sucede?
Me gusta pensar que el poema una vez escrito ya no me pertenece
¿Qué pistas o claves te gustaría dar a los posibles lectores?
Me gusta pensar que el poema una vez escrito ya no me pertenece (si es que alguna vez lo hizo realmente), que pasa a formar parte del universo del lector. Un poema tiene tantas lecturas diferentes como lectores, incluso para el autor es así, un mismo poema leído en momentos distintos aporta diferentes vías de comprensión, es algo que no deja de maravillarme…
¿Qué efecto esperas que tenga en ellos?
Un clic. Un efecto de conexión, de apropiación.
¿Qué importancia tiene la estructura o la disposición de los poemas en el volumen? ¿fue algo deliberado o más intuitivo durante el proceso de creación?
Es un poemario inusualmente extenso, así que estructurarlo fue algo complicado, sobre todo porque no hay estructura deliberada o a priori, sino trabajada a posteriori. La estructura final tal y como está concebida ayuda a la fluidez del libro.
¿En qué medida veremos en él -o no- a la Mónica Picorel de tu obra anterior?
Diría que en “Vida secreta de nuestros animales“ hay una Mónica Picorel que maneja con menos complejos las tramas interiores.
Cada poema tiene su momento
Te pongo en un aprieto: si tuvieras que quedarte solo con tres poemas de “ vida secreta de nuestros animales”, ¿cuáles serían?
Es difícil, me remito a lo que te decía antes, cada poema tiene su momento, pero si atiendo a los que pueden ser más significativos para la comprensión global del libro, quizá serían “La casa del padre”, “Inevitablemente, el frío” y “Educar un sueño”.
¿Cómo fue la experiencia en Caracas? ¿Ves diferencias notables en el modo en el que se cuida a la poesía y a los poetas allí?
Mi presencia como poeta invitada en la feria del libro de Caracas (2022 y 2023) fue virtual, la primera vez consistió en una lectura grabada y para la segunda se me permitió algo más creativo, me decanté por una confluencia entre imagen (fotografía propia) y palabra, así que no puedo aportar demasiados datos al respecto, mi impresión durante toda la experiencia es que se cuida mucho al poeta, que hay una idea de solemnidad respecto a este y su creación.
¿Qué otros proyectos tienes en marcha en este momento?
Este verano he dado por finalizado el que será mi próximo libro de poesía. También he vuelto a retomar la fotografía y espero que pronto vea la luz un proyecto nuevo concebido junto a otro fotógrafo y poeta.
Por último, como lectora, ¿de quién te gustaría conocer su ” primera impresión”?
¡De unos cuantos! me resulta imposible escoger un único autor, en este momento me decanto por dos poetas que aun siendo muy diferentes entre sí han enriquecido mis lecturas y mi concepción de lo poético: Raquel Ramírez de Arellano y Misael Ruiz.
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Tres poemas de Vida secreta de nuestros animales
La casa del padre
La casa del padre era gris
allí dejé los perros
pacificados en su hora de recreo
el disfraz de heroína que me quitabas
con manos de adormidera
y el azafrán que incineraba el mar.
Afuera la noche
se reunía y entraba.
Inevitablemente, el frío
Dejo que el cuerpo crea
que se oville y se observe crecer hacia dentro
detrás del miedo
una oración levanta la cabeza.
Este suelo alterado por mi sombra
contiene el temblor justo
el filo necesario
la raíz perfecta
observo el brazo extendido del frío
su palma ofrecida
su juego de líneas
sus dedos dispuestos a fecundarme
con esta melancolía ungiendo la piel
apenas resisto
observo mis vestidos quemados por el frío
mi casa sin mí
mi frente sin mí
mis manos de ordenar la esperanza
mis manos de abrir en canal el pez que boquea sobre el mármol
cómo
resistir
el frío
en esta cocina con niebla derramada
sobre las sartenes
los platos
sobre las copas del vino de la tregua
sobre el mantel de las fiestas
quizá decir amor hacia dentro
invocar su textura
su lenguaje errado
sus maneras violentas
la urgencia
llamar a gritos a otro fin.
Educar un sueño
Mi corazón cuenta tus blancos nudos
esta manía de vivir en la extrañeza
en la orilla canina de la calma
en este paisaje de piedra adulterado con vino
en la sinceridad de la cebolla con este plato sin raíces
en la certeza de saberse más real entre carneros
entre la piel abusada de sí misma.
Observo a tus potros de pupila lenta educar el sueño
tus brazos descreídos del defecto
la piedra en permanente fuga de ciertas estatuas que atesoras
la forma en que engañas al insecto
tu mano de llevar flores
prensil y turbia
tu Babilonia más vasta
el perro descolorido que siempre te acompaña.
ENTREVISTA REALIZADA POR JAVIER GILABERT
Granada, 1973. Maestro avemariano, es autor de PoeAmario (2017), En los Estantes (2019), Sonetos para el fin del mundo conocido (2021) junto con Diego Medina Poveda, Bajo el signo del Cazador (2021) junto con Fernando Jaén, Todavía el asombro (2023). Copromotor, antólogo, coeditor y periodista cultural.