No mires atrás, segunda novela negra de Karin Fossum

Horacio Otheguy Riveira.

Annie Holland, a sus 15 años, tiene un cuerpo forjado en el balonmano y las carreras solitarias por el pueblo. Un cuerpo que aparenta más edad.

Aparece desnuda junto a un lago. Alguien se apiadó y, a pesar del frío, la cubrió con su anorak. Este y muchos otros misterios se irán desvelando con noble intriga hasta un final impactante que evita los consabidos intereses sexuales de maltrato y violación, si bien las autoridades quieren dar por buenos al comienzo.

El inspector Sejer abandona un plan de vacaciones para abocarse a este caso que, en gran medida, se basa en averiguar quién fue, qué hizo, cómo era… la bella muchacha ciertamente introvertida, novia de un joven muy especial que trabaja y cuida de su anciana y enferma abuela. Una chica que ya no era virgen, según la autopsia, aunque poco y nada se sabe de su vida amorosa…

Karin Fossum transita por mucho del ya clásico estándar de la novela nórdica: vida pueblerina, prejuicios y silencios, pasiones encontradas, frío intenso por calles y montañas… pero, sin duda, tiene un estilo muy personal en el arte de explorar y exponer diversas personalidades femeninas, en torno a las cuales hay hombres complejos que marcarán sus destinos.

Alrededor de la inerte desnudez de Annie, se presentan preguntas inquietantes que permitirán descubrir, entre otras situaciones, una que tiene mucho que ver con su anterior y primera novela, El ojo de Eva (comentada en CULTURAMAS), porque la base del drama esencial de la joven se encuentra en el momento en que vio, por puro azar, una situación profundamente desestabilizadora, terrible…

 

 

Obra de Françoise Neilly que no aparece en la novela, pero que para este cronista ejemplifica la angustia y la rabia contenida del personaje de Annie Holland, un estado anímico que se revela al final de la historia.

 

«Todo el mundo habla maravillosamente bien de Annie, de los fuerte, independiente y maja que era, de la poca importancia que daba a su aspecto, y además, era casi inabordable, “no se dejaba sobar”. Y sin embargo se fue con un tipo al bosque, hasta la misma orilla de la laguna. Probablemente por propia voluntad. Y luego —añadió bajando la voz—, luego se dejó matar.

Halvor le miró aterrado, como si por fin se hubiera dado cuenta de lo terriblemente absurdo de la situación de quien había sido su novia.

—Alguien tuvo que haber tenido poder sobre ella.

—¿Pero había alguien que tuviera poder sobre Annie?

—No que yo sepa. Yo por lo menos no.

Sejer bebió Coca Cola.

—Qué faena que no dejara nada, por ejemplo un diario-

Halvor metió la nariz en el vaso y dio un largo sorbo.

—¿Pero puede ser que alguien ejerciera realmente algún poder sobre ella? ¿Alguien a quien no se atreviera a oponer resistencia? ¿Podía Annie estar involucrada en algo peligroso, algo que no debía saberse? ¿Alguien pudo haber estado, de alguna manera, chantajeándola?

—Annie era una buena chica. No creo que hiciera nada malo.

—Se pueden hacer cosas malas y ser una buena chica de todos modos —replicó Sejer pensativo—. Un solo acto no dice gran cosa sobre una persona.

Halvor reparó en esas justas palabras y las guardó en su interior.

—Annie era una chica tranquila y reservada a la que le gustaba dirigir su propia vida. Pero piensa antes de responder: ¿te parece que tenía miedo a algo?

—No exactamente miedo Más bien estaba como… encerrada en sí misma. Y sí, acabo de acordarme, en una ocasión la vi muerta de miedo… ».

 

Cartel de la versión cinematográfica italiana de 2007.

 

Perfil del inspector Konrad Sejer, viudo solitario entusiasta de su trabajo, protagonista de una serie —hasta el momento— de diez novelas de Karin Fossum:

«Al llegar a casa sacó del congelador un paquete de sopa cremosa. Era de esas precocinadas, pero le supo a gloria. Sejer no era un gran cocinero, siempre se había encargado de eso Elise, su esposa muerta. A él ya no le importaba. En otros tiempos, el hambre era como un irritante hoyo en el estómago, mezclado con una maravillosa expectativa sobre lo que Elisa habría preparado en sus cacerolas. Ahora el hambre era más bien como un perro ladrando, cuando hacía demasiado ruido le echaba una galleta. Pero se le daba bien fregar los platos.

Todos los días de su matrimonio, que había durado más de veinte años, él había fregado los platos. Se dejó caer sobre una silla junto a la mesa de la cocina y comió despacio la sopa cremosa, acompañada por un zumo de grosella. Dejó volar sus pensamientos, que se detuvieron en uno de los oscuros personajes de su caso, Eva Marnus. Buscó algo que pudiera servirle de pretexto para ir a verla de nuevo, pero no encontró nada…».

 

“Son muchas cosas. Y muchas casualidades las que abren el camino a la maldad”

 

1995 – Evas øye (El ojo de Eva)

1996 – Se deg ikke tilbake! (No mires atrás)

1997 – Den som frykter ulven (Quién teme al lobo)

1998 – Djevelen holder lyset (La luz del diablo)

2000 – Elskede Poona (Una mujer en tu camino)

2002 – Svarte sekunder (Segundos negros)

2004 – Drapet på Harriet Krohn (El asesinato de Harriet Krohn)

2007 – Den som elsker noe annet (Al final de la orilla)

2008 – Den onde viljen (Mala voluntad)

2009 – Varsleren (Presagios)

 

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