Bibiana Collado Cabrera: “Entiendo la literatura como un río que fluye”
Bibiana Collado Cabrera nació en Burriana (Castellón) en 1985. Es licenciada en Filología Hispánica y doctora en literatura hispanoamericana. En la actualidad es profesora de Lengua y Literatura. Ha publicado los poemarios Como si nunca antes (XXXIV Premio de Poesía Arcipreste de Hita; Pre-Textos, 2012), El recelo del agua (accésit del Premio Adonáis; Rialp, 2016), Certeza del colapso (Premio Complutense de Literatura; Ediciones Complutense, 2017), Violencia (La Bella Varsovia, 2020) y Chispitas de carne (La Bella Varsovia, 2024). También es autora de la novela Yeguas exhaustas (Pepitas de calabaza & Los aciertos, 2023), considerado uno de los mejores debuts del año por el suplemento El Cultural. Es un placer contar hoy con su “Primera impresión” acerca de su poemario recién salido del horno.
Javier Gilabert: ¿Por qué este libro y por qué ahora?
Bibiana Collado Cabrera: Violencia constituyó una exploración de la oscuridad. Chispitas de carne supone la búsqueda de la luz. Considero que este libro es la continuación natural del poemario anterior.
La vida y sus corrientes nos empujan.
¿Cómo y cuándo surge la idea del libro?
Entiendo la literatura como un río que fluye, así que podríamos decir que este libro surge cuando acaba el anterior. La vida y sus corrientes nos empujan.
Los modos de decir el amor y el sexo crujen en estos versos.
¿Qué pistas o claves te gustaría dar a l@s posibles lector@s?
Estos poemas son un empeño en la dulzura y su erotismo radical. Los modos de decir el amor y el sexo crujen en estos versos, se repiensan, se iluminan, nos hacen dudar.
¿Qué efecto esperas que tenga en ell@s?
Romper con la seducción de la herida. Romper con un imaginario estético que romantiza el daño. Dejar de considerar deseable aquello que duele. Erotizar la bondad desde el lenguaje.
¿Qué importancia tiene la estructura o la disposición de los poemas en el volumen? ¿Fue algo deliberado o más intuitivo durante el proceso de creación?
La estructura de los poemas resulta crucial, especialmente en la segunda parte del libro. El espacio también significa, por eso es necesario atender a la disposición. El resultado final no es producto de un proceso espontáneo o meramente intuitivo, sino que supone el fruto de un plan pensado y trabajado.
¿En qué medida veremos en él —o no— a la Bibiana Collado de tus anteriores obras?
Sin duda, veremos a la Bibiana de las anteriores obras en Chispitas de carne. Los diferentes libros forman parte de una galaxia literaria que ahonda en los temas que me preocupan, están íntimamente ligados.
Te pongo en un aprieto: si tuvieras que quedarte solo con tres poemas de Chispitas de carne, ¿cuáles serían?
“Entusiasmo”, “Dinero” y “Transición”.
Amo la escritura y lo hago en todas sus vertientes.
Entre Violencia y Chispitas de carne, publicaste Yeguas exhaustas, tu primera novela, considerada uno de los debuts del año por “El Cultural” y con el respaldo unánime del público —cinco ediciones ya, nada más y nada menos—. ¿Te ha resultado difícil volver al registro poético? ¿En qué género te sientes más cómoda?
Para mí, la poesía constituye la base, mi núcleo vertebrador. No he dejado de escribir poemas en ningún momento. A partir de ahí se genera todo lo demás. Amo la escritura y lo hago en todas sus vertientes, poder disfrutarla en sus diferentes posibilidades –cada vez menos diferentes– supone un regalo.
Sin duda, una de las características de tu obra literaria es el compromiso. ¿Tienen la literatura, la poesía, el poder de mejorar nuestra sociedad?
Tienen la capacidad de acercarnos a lo indecible, de ahondar en nuestro interior y en nuestra sociedad, de leer a contrapelo el mundo en el que vivimos, de iluminar la fisura. Y eso ya es muchísimo.
Por último, como lectora, ¿de quién te gustaría conocer su “Primera impresión”?
De María Sánchez, excelente poeta y compañera en La Bella Varsovia.
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Tres poemas de Chispitas de carne
ENTUSIASMO
Recuéstate sobre mi vientre,
aquí, sobre los centros
donde confluyen tantas veces los dolores,
donde se siembran entre espasmos las delicias.
Acércate aún más
y palpa mi piel con el asombro
de quien llega a la tierra
sobre la que edificará su casa.
Apoya tu mejilla en el costado
y huele conmigo la ferocidad dulce del deseo,
la vida aconteciendo entre chispitas de carne,
el regalo de la salud en nuestras ganas.
Guarda estos instantes en ti
porque volverán a pasarnos por el corazón
cada vez que dudemos.
Ven,
deja que mi cuerpo se arquee
y te proyecte, como una flecha, hacia el futuro.
DINERO
Qué desvalidos manamos a la vida.
Cuerpos como hiedras asaltando los años.
Puntales, sin saberlo, de ese pozo,
de esa elipsis encarnada que es el dinero.
¿Ves la grieta profunda
que quiebra nuestra educación sentimental
como una roca en mitad del bosque?
Mucha gente que habla
pero no sabe, igual que nosotros.
Y tiembla en la intemperie de la burocracia
y acepta porque se empecina en el futuro.
Qué ternura vernos firmar una hipoteca.
TRANSICIÓN
Nos enseñaron a cerrar el cuerpo,
a construirlo como una catedral románica:
compacto, robusto, fortificado.
Había que protegerse, nos dijeron.
Como si el mundo fuera una galaxia
de niñas pariendo a otras niñas.
¿Ves los gruesos muros que levantamos?
Como si el aire nos polinizara las pestañas.
Como si la modernidad hubiera venido
para decirnos que el amor está en el tacto,
pero que son peligrosas las entrañas.
Nos entregaron el miedo brillante de los ritos
y nos convencieron para modificarnos.
El capitalismo hizo el resto.
Pero todas las niñas están condenadas a crecer.
Y algunas desearán volcar la luz sobre la piedra
rotunda con que se construyeron
y ansiarán multiplicarse hacia la altura
y acabar la catedral del cuerpo
con la ligereza vertical del gótico.
Entonces se darán cuenta de la dificultad
de abrir ventanas y vidrieras,
de las mentiras con que las fortificaron,
de que el mundo es una galaxia
de mujeres pariendo cada vez menos niñas.
Y el cuerpo entero será una herida a destiempo.
Y aquellos que nos convencieron, esos mismos,
nos recriminarán haber llegado tarde,
nos harán responsables de la llaga.
Mira cómo tiemblan los noes
bajo la tibieza de la orina.
ENTREVISTA REALIZADA POR JAVIER GILABERT
Granada, 1973. Maestro avemariano, es autor de PoeAmario (2017), En los Estantes (2019), Sonetos para el fin del mundo conocido (2021) junto con Diego Medina Poveda, Bajo el signo del Cazador (2021) junto con Fernando Jaén, Todavía el asombro (2023). Copromotor, antólogo, coeditor y periodista cultural.