‘La última niebla’, de María Luisa Bombal
GERARDO GONZALO.
La última niebla (1934) es una novela corta de la escritora chilena María Luisa Bombal (1910-1980) en la que se cuenta la historia de una mujer, en el contexto de principios del siglo XX, casada con su primo, al que conoce de toda la vida, tras el fallecimiento de la primera esposa de éste, y en el que se nos muestra una frustración de fondo por la vida que lleva con su marido y la búsqueda desesperada de otro amor en el límite de la realidad.
La verdad es que llevaba ya tiempo con ganas de sumergirme en la lectura de la obra de Maria Luisa Bombal, una autora muy reconocida por los grandes de las letras latinoamericanas como precursora del realismo mágico y por la excelsa calidad de una obra, breve, pero extremadamente interesante. Una referencia singular que, en mi opinión, no goza a día de hoy del reconocimiento que merece.
Me adentro aquí en el análisis de una de sus dos novelas breves, La última niebla, (la otra es La amortajada) que junto a unos cuantos relatos, componen el grueso de su producción literaria. La última niebla, es una obra misteriosa, espectral, donde se entremezcla la realidad con la ilusión y el anhelo, protagonizada por una mujer con una vida apagada, que busca y encuentra la luz a través de los sueños ¿o no?. Su vida se convierte en una especie de ensoñación en la que ella se rebela frente a su aletargado matrimonio y donde sus sensaciones se imponen a los hechos.
“Luego nos iremos a dormir. Y pasado mañana será lo mismo, y dentro de un año, y dentro de diez; y será lo mismo hasta que la vejez me arrebate todo derecho a amar y a desear, y hasta que mi cuerpo se marchite y mi cara se aje y tenga vergüenza de mostrarme sin artificios a la luz del sol”
Pero la base de la trama y lo más revolucionario de esta historia, es que esta anhelo de reafirmación personal por parte de una mujer, se sustenta a través del deseo, con la búsqueda de la pasión y el placer, que tiene su punto álgido en un un orgasmo espectral, profundo, real e irreal al mismo tiempo, como nunca antes había visto descrito en literatura. Todo un hallazgo, lleno de magia, poesía y erotismo, que eleva la experiencia lectora a un nivel más sensorial y onírico, y que en cierta forma trasciende a lo estrictamente literario.
“La muerte me parece una aventura más accesible que la huída”
Una obra con una pierna anclada en el territorio de una arraigada tradición literaria más propia del siglo XIX, protagonizada por una heroína romántica, pero que por otro lado, a la vez está revestida de una contemporaneidad, de una modernidad, adelantada a su tiempo y que parece el reflejo de las propias vivencias personales de una autora, con una vida tan fascinante, como también contradictoria. Una experiencia vital, la de la autora, que daría también para toda una novela. Una obra fascinante, enigmática y muy interesante. Una auténtica joya de la literatura a reivindicar y a descubrir.